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La depresión se ceba con los tibetanos en el exilio

  • Un grupo de investigadores ha estudiado los efectos psicológicos de la crisis del Tibet
  • Tanto los nacidos en el Tibet como en el exilio muestran una angustia emocional significativa

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Exiliados tibetanos corean eslóganes durante una manifestación celebrada el pasado lunes en Nueva Delhi.
Exiliados tibetanos corean eslóganes durante una manifestación celebrada el pasado lunes en Nueva Delhi.

Más de 50 años en el exilio no han sido suficientes como para que los tibetanos que huyeron tras la invasión China hayan superado la pérdida de su hogar. Es más,sus niveles de depresión y ansiedad están muy por encima de la media, hasta el punto que se puede afirmar que este colectivo en su conjunto sufre "una importante angustia emocional".

Esta afirmación no proviene de ningún activista pro Tibet ni de los manifestantes que persiguen la antorcha olímpica por diferentes puntos del planeta pidiendo la independencia de esta región, sino de un grupo de investigadores de la Emory University School of Medicine de Atlanta (EE.UU.).

Ellos ha sometido a más de 300 tibetanos en el exilio al famoso test sintomático de Hopkins, que mide los niveles de depresión y ansiedad de las personas en función de sus respuestas a un cuestionario refutado científicamente. Las conclusiones de la investigación aparecen en el último número de la revista Social Psychiatry and Psychiatric Epidemiology.

Resultados demoledores

Los resultados han sido demoledores. Si una persona con estrés emocional suele tener en torno a 1.75 puntos en este test, los tibetanos nacidos en Tibet y luego abocados al exilio en Nepal y el norte de la India alcanzaron 2.30.

Sus hijos, ya nacidos fuera de la región, también superan esta cifra, al tener como media 1.92 puntos.

"Los resultados ponen en evidencia el grado de sufrimiento humano provocado por la actual crisis de derechos humanos en el Tibet", ha asegurado Charles Reison, el director de la investigación.

Mejoras sanitarias

Estos datos contrastan con los argumentos utilizados frecuentemente por China sobre las mejoras del sistema sanitario en el Tibet. Según las autoridades del país, la mejora de los servicios sanitarios en la región ha mejorado la expectativa de vida en los últimos 50 años de los 32 años de 1951 a los 64 de 2000.

Para los activistas de la Campaña Internacional por el Tibet, este aumento no es significativo, porque es el mismo que se ha producido en todos los países en desarrollo en el mismo periodo.

"El incremento se debe a los avances generales en el tratamiento y la extensión de los servicios básicos de sanidad que se han producido en todo el mundo. A China le queda un largo camino para cumplir su obligación de dar una atención sanitaria digna a los tibetanos", ha declarado Kate Sander, portavoz de esta organización.