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Los científicos alertan de que un gran terremoto podría ser inminente en la bahía de San Francisco

  • El informe revisa al alza previsiones anteriores sobre los daños de ese posible temblor

Un fuerte seísmo podría colapsar las infraestructuras y el suministro de productos básicos

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Un estudio reciente advierte que la bahía de San Francisco podría sufrir en cualquier momento un gran terremoto cuyas consecuencias serían más devastadoras aún que las del huracán Katrina. Según los científicos autores del estudio, los habitantes de la zona no están en absoluto preparados para ello.

El informe revisa al alza las previsiones anteriores y concluye que un temblor de magnitud 7 de la falla de Hayward se saldaría con daños por importe de 165.000 millones de dólares. Ello sin contar con el coste de vidas humanas, y bajo el supuesto de que no se produzcan incendios tras el temblor, como ocurrió tras el gran terremoto de 1906. En esa ocasión, el fuego redujo a cenizas barrios enteros de San Francisco.

La falla de Hayward atraviesa la margen derecha de la bahía de San Francisco. A lo largo de ella se han producido grandes terremotos más o menos cada 140 años. El 140 aniversario del último gran temblor, que se cobró 30 muertos y daños por importe de 350.000 dólares de la época, se cumplirá el próximo 21 de octubre.

 

"Es seguro que va a pasar"

David Schwartz, científico del Instituto Geológico de EE.UU. (USGS, por sus siglas en inglés), ha señalado que "no podemos saber cuándo se producirá exactamente el próximo gran terremoto, pero es seguro que va a pasar". Ha añadido que la población no está demasiado preocupada por prepararse ante esa eventualidad.

Según Schwartz, las agencias gubernamentales y las empresas responsables de infraestructuras sí que son conscientes del problema y están tomando medidas. No es el caso, a su juicio, de los comercios ni de los propietarios de inmuebles.

Pese a tratarse de una zona con alta actividad sísmica, sólo entre un 10% y un 15% de los edificios comerciales de la bahía de San Francisco cuentan con seguro contra terremotos. La pasada semana se registraron casi 200 temblores en la zona, aunque todos ellos de una magnitud inferior a los 3,5 grados en la escala Richter. El último terremoto de cierta importancia -5,6 grados- se produjo el pasado 30 de octubre. Afortunadamente, no hubo heridos ni daños materiales destacables.

 

Al igual que lo ocurrido tras el huracán Katrina, las familias más pobres serían los grandes perdedores de un seísmo de fuerte intensidad, al carecer generalmente de seguros y no contar con fondos para sanear sus casas y hacerlas más resistentes. Un terremoto de gran escala causaría también enormes daños a las infraestructuras.

 

Según el Instituto para la Investigación de Ingeniería de Terremotos (EERI, por sus siglas en inglés), los aeropuertos de San Francisco y Oakland, así como los puertos de la zona, están construidos con materiales especialmente susceptibles de sufrir daños en caso de temblor. Su cierre pondría en peligro el suministro de productos básicos a un territorio en el que habitan casi dos millones y medio de personas.

 

Los autores del estudio añaden que el Golden Gate -puente que conecta San Francisco con ciudades como Oakland y Berkeley- y el sistema de transporte suburbano BART requieren trabajos de saneamiento para evitar un colapso tras un movimiento sísmico. Unas 180.000 personas utilizan cada día el puente y el sistema de transporte BART.