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Las arañas colgantes cambian su forma corporal para ahorrar energía

  • Sus patas "desproporcionadamente largas" les permite moverse más rápido
  • Sus movimientos son similares a los del péndulo de un reloj

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Las especies de arañas que viven cabeza abajo han cambiado su forma corporal para ahorrar energía en sus movimientos invertidos. Esta es la conclusión de un trabajo realizado por un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

El estudio, publicado en el último número de "Public Library of Science", ha desvelado que estos artrópodos -que se mueven, alimentan y reproducen boca abajo- han desarrollado patas "desproporcionadamente largas" en comparación con las arañas que usan el suelo para moverse.

Según el investigador principal del trabajo, Jordi Moya, el desarrollo de estas extremidades tan largas "les permite moverse más rápido, con movimientos pendulares similares a los de los monos".

La gran mayoría de los animales terrestres han evolucionado para utilizar el suelo como el soporte principal para moverse. En consecuencia, estos animales han desarrollado patas capaces de soportar el peso de sus cuerpos. Esto les permite moverse con la cabeza por encima de las patas.

Varias especies de araña encontraron una solución más cómoda, y pasaron a vivir de forma invertida: cabeza abajo

Como el péndulo de un reloj

Asimismo, los científicos del CSIC han descubierto que el movimiento de las arañas estudiadas se basa en los mismos principios físicos que hacen funcionar un reloj antiguo: "la oscilación de un péndulo bajo la influencia de la gravedad".

Han analizado 105 especies de artrópodos diferentes. Según las conclusiones de los expertos, las arañas colgantes de gran tamaño son "especialmente patosas". Sus largas patas no soportan su peso y les impiden elevar su enorme cuerpo para andar por el suelo.

La directora de la Estación Experimental de Zonas Áridas de Almería y científica del CSIC, Eulalia Moreno, ha colaborado también en la investigación. Moreno había realizado un trabajo sobre unos pájaros que, de forma similar a las arañas, cuelgan cabeza abajo mientras se alimentan.

"Ahora entendemos mucho mejor cómo debe evolucionar la forma de un animal que pasa la mayoría de su vida suspendido boca abajo", destaca Eulalia Moreno.