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La poeta uruguaya Ida Vitale, Premio Cervantes 2018

  • El premio está considerado como Nobel de las letras hispanas y se entrega el 23 de abril
  • Vitale es la quinta mujer en recibir el galardón que está dotado con 125.000 euros

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La poeta uruguaya Ida Vitale, Premio Cervantes 2018

La poeta uruguaya Ida Vitale (Montevideo, 1923) es la ganadora del Premio Cervantes 2018, el galardón más importante de las letras en español que concede el Ministerio de Cultura desde 1975. Este premio reconoce la trayectoria de un escritor que con el conjunto de su obra haya contribuido a enriquecer el legado literario hispano y está dotado con 125.0000 euros. Este año se ha roto la regla no escrita que alternaba desde 1996 a autores españoles y latinoamericanos, ya que Vitale sucede al nicaragüense Sergio Ramírez.

El jurado le ha otorgado el premio a la escritora “por su lenguaje, uno de los más destacados y reconocidos de la poesía hodierna en español, que es al mismo tiempo intelectual y popular, universal y personal, transparente y honda. Convertida desde hace un tiempo en un referente fundamental para poetas de todas las generaciones y en todos los rincones del español”, ha señalado el ministro de Cultura, José Guirao.

Guirao ha relatado cómo ha sido el momento de comunicar el premio a Vitale, algo que "no ha sido fácil", puesto que se cortaba cuando ella cogía el teléfono. "Estaba muy sorprendida, muy agradecida y muy vital y ha dicho una frase muy graciosa, porque estaba abrumada por los premios desde España (también el Reina Sofía de poesía iberoamericana o el García Lorca): 'los españoles siguen igual de locos que en la época de la conquista", ha explicado el ministro, que también ha recordado la figura de Fernando del Paso, escritor premiado en 2015 y que ha muerto este miércoles en México.

Poeta de ambos mundos

En esta edición, el jurado ha estado presidido por la escritora y académica de la RAE, Carme Riera, y ha contado con la presencia, entre otros, del ganador del año pasado, el escritor Sergio Ramírez, así como de Eduardo Mendoza, ganador en 2016.

"Me complace muchísimo entregar este premio a una mujer extraordinaria, poeta de ambos mundos, con obra reconocida en España y América Latina. Que sea una mujer de este calibre es una oportunidad extraordinaria, sobre todo viniendo de un país que se ha caracterizado por la poesía de las mujeres", ha señalado el nicaragüense.

Vitale es la quinta mujer en los 40 años de historia del reconocimiento que recibe el Cervantes tras María Zambrano (1988), Ana María Matute (2010), la cubana Dulce María Loynaz (1992) y la mexicana Elena Poniatowska (2013).

La galardonada recogerá el premio el próximo 23 de abril (fecha del fallecimiento de Miguel de Cervantes) en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares.

La maestra del lenguaje puro y sutil

Vitale es una de las grandes poetas latinoamericanas y la última sobreviviente de la excepcional Generación del 45, de la que formaron parte intelectuales destacados como Emir Rodríguez Monegal, Ángel Rama (su primer marido), Mario Benedetti, Carlos Maggi, Manuel Claps o María Inés Silva, entre otros.

Poeta, ensayista, crítica literaria y traductora, tiene numerosos reconocimientos, entre los que se encuentran el Premio Internacional Octavio Paz de Poesía y Ensayo (compartido con Ramón Xirau) en 2009; el Premio al Mérito Cultural de la Ciudad de México Carlos Monsivais y el Premio Internacional Alfonso Reyes, ambos en 2014; el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, en 2015; el Premio Federico García Lorca en 2016; el Premio Max Jacobs (París) en 2017; y el Premio de la Feria del Libro de Guadalajara, en 2018.

Autora de poemarios tan simbólicos como Palabra dada, Mella y criba, La luz de esta memoria, Paso a paso, Jardín de sílice, Un invierno equivocado o Reducción del infinito. La obra de Ida Vitale muestra un lenguaje preciso, maleable, cargado de ironías y sutilezas, inteligente y con un fuerte influjo de Juan Ramón Jiménez, a quien la propia escritora considera su maestro en la poesía.

Entre sus ensayos destacan El ejemplo de Antonio Machado, Cervantes en nuestro tiempo, La poesía de Jorge de Lima, Léxico de afinidades o Donde da la vuelta el camaleón.

A lo largo de su vida Ida Vitale colaboró con numerosas publicaciones periódicas, como el diario El País, el semanario Marcha, la revista Clinamen (de la que fue codirectora), el semanario Jaque (del que fue después directora de sus páginas culturales), las revistas Plural y Vuelta, o el diario El Sol y Diorama en la Cultura (suplemento cultural del Excelsior).

En su vida echó raíces en varios países. Empujada por la dictadura, emigró a México (donde desarrolló una intensa actividad literaria y fue docente de literatura del prestigioso El Colegio de México); también vivió un tiempo en París (Francia) cursando una beca de estudios y, aunque regresa de forma periódica a Uruguay y México, desde 1990 vive en Texas (EE.UU.), pero ha visitado España en numerosas ocasiones donde ha participado como jurado de varios premios literarios como el Loewe de poesía.

La clave "está en ser honesto con uno mismo y con el lector. Hay una parte de juego cuando uno escribe, que es necesario, pero eso no debe ser simultáneo con lo que le nace primero. Primero tiene que salir algo de verdad y después tiene que reposar para añadirle ese posible juego", confesó la poeta sobre su obra en una entrevista con Efe en 2013.

Vitale siempre ha sentido rechazo por la llamada poesía social o comprometida, porque con ella "ningún poeta ha conseguido el momento más decoroso de la poesía", ni siquiera Pablo Neruda, "cuyos mejores libros -afirma- no son los políticos".