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ANÁLISIS

Paralímpicos y tecnología: ¿un futuro más allá de los límites humanos?

  • Los paralímpicos necesitan equipamiento avanzado igual que cualquier atleta
  • Los avances en prótesis podrían ofrecer capacidades insuperables
  • Oscar Pistorius, amputado de las dos piernas, es el atleta más conocido

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El brasileño Cardoso Alan Fonteles Oliveira compite ante el sudafricano Oscar Pistorius en la final de atletismo de los 200 metros T44
El brasileño Cardoso Alan Fonteles Oliveira compite ante el sudafricano Oscar Pistorius en la final de atletismo de los 200 metros T44

Además de echarle muchas horas de entrenamiento y de una voluntad de hierro, casi cualquier deportista de élite necesita hoy en día un equipamiento tan bueno como pueda permitirse para poder aspirar a ocupar los primeros puestos en su disciplina.  

Ya sea un traje de baño de última generación, una raqueta más ligera con un cordaje que le imprima más fuerza a sus saques, o unas zapatillas que le hagan correr como el viento, todos estamos más que acostumbrados a que usen estos equipamientos.  

Pero es cierto que no es la primera vez que uno de estos equipos se ve rodeado de polémica, como fue el caso del bañador LZR Racer de Speedo, que terminó por ser prohibido por la Federación Internacional de Natación, ya que se determinó que daba una ventaja excesiva a aquellos nadadores que lo levaban.  

Los atletas paralímpicos de países más avanzados tienen ventaja sobre los que vienen de otros más pobres

En el caso de los paralímpicos este asunto se extiende además a la calidad de las prótesis, sillas de ruedas y otras adaptaciones que utilizan para superar sus discapacidades y practicar su deporte elegido.  

Una bicicleta de mano con un cuadro más ligero o con unos cambios de marcha más rápidos, por ejemplo, será sin duda una ventaja frente a la de un competidor que pese un poco más, y en este caso los paralímpicos que vivan en países más desarrollados económica o tecnológicamente sin duda tendrán ventaja sobre aquellos que provengan de países más pobres.

Posibilidades de ciencia ficción

Pero si dejamos volar un poco la imaginación y pensamos en prótesis con interfaces que permiten su conexión directa al sistema nervioso de una persona las posibilidades parecen casi de ciencia ficción. 

¿Qué pasaría si un arquero o un tirador tuviera un brazo artificial que pudiera asir el arco sin temblar lo más mínimo? ¿Y si además tuvieran un ojo biónico con zoom que se pudiera coordinar con ese brazo?  ¿O si un atleta tuviera unas piernas artificiales que pudieran correr y correr sin cansarse?  

¿Qué pasaría si un arquero tuviera un brazo artificial con el que asir el arco sin temblar?

Es cierto que la tecnología en prótesis todavía necesita muchos años para ofrecer algo parecido a estos atletas o cualquier persona en el mundo, pero también los avances en este campo están poniendo sobre la mesa la posibilidad de que en el futuro las personas con alguna discapacidad puedan superar de largo a las que no la tienen mediante el uso de este tipo de prótesis.  

De hecho, Oscar Pistorius, un atleta sudafricano al que le faltan las dos piernas por debajo de las rodillas, participó este verano en los Juegos Olímpicos de Londres, dejando atrás a muchos atletas que tienen las dos piernas.

Como paralímpico corre en la clase T44, la de aquellos a quienes les falta una pierna por debajo de la rodilla, aunque en realidad su clase es la T43, la que incluye a aquellos a los que le faltan las dos piernas por debajo de la rodilla.  

Sin duda esta evolución tecnológica es algo de lo que el Comité Paralímpico Internacional tendrá que estar pendiente en el futuro a la hora de clasificar a los deportistas paralímpicos, pero más allá de su aplicación a los deportes, todos estos avances suponen sin duda un atisbo de esperanza para cualquier persona con una discapacidad, aunque sea a largo plazo.