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Londres 2012 | Atletismo

Bolt: "Mi entrenador me dijo que no me preocupara por la salida"

  • Usain Bolt logró evitar lo que más temía, una salida nula en la final olímpica
  • Blake: "Ser el segundo hombre más rápido del mundo es un honor"

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Usain Bolt a TVE: "Aún no soy una leyenda"

Usain Bolt lo ha vuelto a hacer. Con una soberbia zancada, sobreponiéndose a una salida más floja que la de sus rivales, ha parado el crono en la final olímpica de los 100m lisos con la segunda mejor marca de la historia, un nuevo récord olímpico de 9.63 segundos. A la cabeza de los hombres más veloces del mundo, en una final en la que los cinco primeros igualaron o mejoraron sus plusmarcas, 'Relámpago' Bolt fue la máxima estrella de un gran espectáculo deportivo [Todos los resultados de 100m lisos masculinos].

"Algunos han dudado de mí", declaraba ufano tras su triunfo. Con motivos, cabría añadir, puesto que aunque nadie dudaba de su talento, sí del momento en que llegaba a Londres, eliminado en la final de los 100 del Mundial de Daegu por una salida nula que esta vez no repitió. Su tiempo de reacción fue de 165 milésimas, el quinto más rápido de los ocho semifinalistas.

"Mi entrenador me dijo que dejara de preocuparme por la salida, y que me centrara en el final de la prueba, que es lo que domino", apuntó Bolt. "Así que dejé de hacerlo, y funcionó". Como si fuera tan sencillo. Lo cierto es que la carrera de Bolt fue toda una exhibición de dominio en los últimos 30 metros, en los que los rivales solo alcanzaron a ver su estela.

"Lo he dicho a lo largo de los años, que cuando se trata de competiciones, esto es lo que hago, así son los negocios para mí, focalizo y estoy preparado. Así que vine aquí y mostré al mundo cómo hacerlo de la mejor manera".

"Estoy un paso más cerca de ser una leyenda. Tengo los 200m para hacerlo", añadió. De momento, tranquilo; si alguna vez sintió presión, no lo demostró, más allá de sus rituales, sus gestos y guiños continuos a la cámara, poses de suficiencia que le convierten en un además en un ser inalcanzable y al que el público adora.

Blake, de nuevo futura amenaza

El único obstáculo potencial, de nuevo, Blake, quien le batió la última vez que se enfrentaron en esta prueba. Sin embargo, en Londres, Bolt tiene otros planes: "Le he dicho a Blake que los 200 metros serán diferentes, porque es mi competición mascota, no voy a dejarle que me gane de nuevo, se lo he dicho ya a él".

En este sentido, reconoció que lo que pasó en Jamaica le "hizo despertar". "Yohan me dio una llamada para despertar, llamó a mi puerta y dijo 'aquí están las Olimpiadas, así que despierta', así que estoy feliz y agradecido a ese momento, porque a partir de ahí refocalicé y puse toda la cabeza en los Juegos".

Su compañero de entrenamientos y amigo Yohan Blake, segundo en la final del hectómetro (9.75), se consideraba orgulloso de estar detrás de su colega. "Ser el segundo hombre más rápido del mundo por detrás de Bolt es un honor", declaraba el campeón del mundo de 2011.

El doblete jamaicano es todo un regalo de cumpleaños en la víspera del 50º aniversario de la independencia de la isla, colonia británica, y una excusa más para la celebración.

El tercero en discordia, el estadounidense Justin Gatlin (9.79), tuvo que luchar a brazo partido con sus rivales para defender la medalla de bronce, todo un triunfo para el norteamericano, que volvía a unos Juegos tras cumplir una sanción de cuatro años por un positivo por testosterona. "Mucha gente en Twitter y Facebook cree que soy el chico malo, pero no lo soy y lo he probado esta noche". Su tiempo, plusmarca personal, lo atestigua.