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Londres 2012

Problemas en el transporte, obsesión por la seguridad y la vista puesta en el cielo en Londres

  • Hay retrasos y masificación en el metro y grandes atascos en la ciudad
  • 18.200 soldados y misiles aéreos preparados ante posibles ataques
  • La lluvia puede deslucir las pruebas que se disputen al aire libre
  • Estos problemas también se vivieron en los Juegos de Pekín 2008

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Multas de 166 euros por usar el carril olímpico

Cielo muy nuboso y una probabilidad del 20% de precipitaciones débiles. 16 grados de mínima y 24 grados de máxima. Es la previsión meteorológica, a falta de unas horas para que de comienzo la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

La experiencia y veteranía de la capital británica como sede olímpica, por tercera vez en su historia, puede no servirle de nada si los pronósticos se cumplen debido a que las lluvias pueden deslucir el desarrollo de las pruebas olímpicas que se disputan al aire libre -vóley-playa, equitación o vela-, tal y como ocurrió recientemente en Wimbledon o en el Gran Premio de F1 disputado en Silverstone.

Esta circunstancia recuerda, pero a la inversa, a una de las mayores preocupaciones de las autoridades chinas ante la disputa de los JJ.OO de Pekín en 2008. La necesidad aquí era de lluvia, para detener la contaminación pequinesa.

Unos 12.000 millones de euros llegaron a destinarse en aquel entonces en Pekín para contener la contaminación, al ser China el segundo país emisor de dióxido de carbono a la atmósfera, detrás de EE.UU. Hasta tal punto llegó la obsesión, que incluso se llegaron a usar cañones para tirar contra las nubes y provocar lluvia que limpiara el ambiente.

¿Caos en el transporte?

Los días previos al comienzo del evento más importante a nivel deportivo tampoco están siendo buenos para el transporte de la capital británica. El 'tube' londinense ha tenido recientemente problemas de retrasos y de masificación en tres de las principales líneas, precisamente las encargadas de transportar a miles de personas durante la cita deportiva, que comienza este sábado.

Tampoco va a ayudar mucho el hecho de que haya previstas huelgas durante el primer fin de semana, con el objetivo de demandar pequeños 'bonus' con motivo de la cita olímpica. Reivindicaciones a las que se van a unir los taxistas británicos, muy críticos con el hecho de que no les dejen usar los carriles reservados desde el miércoles para los coches de la llamada familia olímpica. Es más, las multas por su uso indebido rondan los 166 euros.

Estos problemas en el transporte también se dieron cuatro años antes en Pekín, ciudad en la que los atascos eran moneda corriente. Ni el hecho de que los coches circularan en dias alternos en funcion de si la matricula era par o impar, ni la jubilación de 50.000 viejos taxis y autobuses evitaron los atascos en las carreteras.

La amenaza terrorista

Un total de 18.200 soldados velarán por la seguridad durante los Juegos, lo que supone el doble de los que el gobierno británico tiene desplegados en Afganistán, pero muy lejos de los 100.000 efectivos antiterroristas con los que contó Pekín en 2008.

En lo que si coinciden ambas citas es en la instalación de misiles antiaéreos en las azoteas de Londres ante la amenaza terrorista, y en el aparatoso despliegue de seguridad en torno al Parque olímpico que hay en Londres y que hubo en la capital china.

Eso sí, en Pekín se intentaron tapar algunos incidentes como las manifestaciones de activistas protibetanos o los ocurridos en la región de Xinjiang, al oeste del país, donde hubo 30 muertes a manos supuestamente de separatistas musulmanes uigures. Lo intentaron aún habiendo unos 21.000 periodistas acreditados. Ahora, en Londres, serán 25.000.