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El Madrid no rompe la maldición de Turín

  • La 'Juve' gana (2-1) y es líder de grupo
  • Del Piero encarriló la victoria en el minuto 5
  • El Madrid no reaccionó hasta la entrada de Robben
  • Repasa los números del partido

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JUVENTUS VS REAL MADRID
Del Piero hizo el primer gol con una rosca perfecta.

Tendrá que esperar el Real Madrid para arrancar la victoria en feudo de la Juventus de Turín, una maldición que dura 46 años. Y la ocasión era propicia, puesto que el conjunto de Claudio Ranieri vivía un mal momento en su liga, pero los italianos tiraron de casta y se llevaron una victoria (2-1) que les coloca momentáneamente como líderes del grupo H.

Para ponérselo más en bandeja al conjunto de Schuster, la 'Vecchia Signora' salía al campo sin Camoranesi, Trezeguet ni Buffon, entre otras bajas que dejaban mermado al cuadro de Ranieri.

Pero empezó avisando la 'Juve' con un cabezazo de Amauri, solo en el área chica, a pase de Grygera desde la banda derecha. Los locales salieron desde el pitido inicial a achuchar al Madrid, presionando la salida del balón de los blancos y lanzando peligrosos contragolpes gracias a la velocidad del checo Pavel Nedved, por el que no pasan los años.

En uno de los muchos robos de balón en el centro del campo, donde sobresalía el rocoso Sissoko, el balón cayó a los pies de Amauri, que se la puso a Del Piero en el 'pasillo' abierto incomprensiblemente por Pepe y Cannavaro.

El capitán 'bianconero' se sacó una rosca magnífica ante la que Casillas sólo pudo hacer la estatua. Y no habían pasado ni cinco minutos. Del Piero cumplió con el papel que debía ser para Raúl: un histórico en la recta final de su carrera que aprovecha las pocas ocasiones que caen en sus botas.

Diez fueron los que tardó el Madrid en reaccionar y buscar los tres palos. Fue Van der Vaart, el más activo de los merengues, quien probó fortuna desde fuera del área de un duro disparo. Manninger desvió por encima del larguero con la punta de los dedos, pero el árbitro no quiso reconocerle el mérito con un córner.

El holandés fue autor de lo poco que hizo el conjunto de Schsuter en ataque, puesto que dispuso de otras dos ocasiones en las que Manninger volvió a mostrarse muy seguro.

En cambio, la 'Juve' se mantenía cómoda con el planteamiento de los blancos y esperaba a dar el segundo zarpazo con un contraataque. La lesión de Marchisio en el 37' dio la alternativa a Salihamidzic, que puso una punta aún mayor de velocidad.

Minutos antes, otra galopada de Grygera por la derecha fue rematada otra vez fuera por Amauri, en una jugada calcada a la del primer minuto. La segunda mitad empezó con otra jugada parecida, sólo que esta vez fue Nedved el que centró y Amauri, esta vez sí, cabeceó a la red, aunque el balón tocó en Heinze y despistó a Casillas.

Robben revoluciona el partido

El 2-0 obligó a Schuster a mover sus fichas y puso en el terreno de juego a Arjen Robben por un 'tocado' Higuaín, que le puso más ganas que acierto. Antes Van der Vaart dejó otro de sus latigazos para no desentonar.

La entrada del extremo holandés pareció enchufar al equipo y, especialmente, a sus compatriotas. Sneijder, hasta entonces apagado, dejó dos disparos en dos minutos que llevaron el "uy" a las gradas del Comunalle. Además, Van Nistelrooy lo intentó a la media vuelta, pero su tiro llegó manso a las manos de Manninger, sustituto de Buffon.

Tras una de sus internadas, Robben colgó el balón en el área y encontró la cabeza de Van Nistelrooy, que demostró su condición de "matador" en su segundo tiro a puerta del partido. Era el minuto 66 y quedaba poco menos de media hora para lograr la remontada.

Achuchaba el Madrid, con otros dos avisos de Van der Vaart, quien ya se atrevía hasta de cabeza. El holandés pagó su esfuerzo con la sustitución en el 75' por su compatriota Drenthe. Pero la marcha de Van der Vaart, el más inspirado de los merengues, menguó el peligro del Madrid.

La sustitución y las prisas terminaron con las pocas opciones de los blancos, que confiaron su suerte a balones largos. Con más corazón que cabeza, el ansiado empate no llegó y los juventinos celebraron la victoria como si ya hubieran ganado la Champions. Aún queda.