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El atleta Sergio Gallardo afronta sus últimas opciones de estar en los Juegos

  • El berciano arrastra problemas de rodilla
  • Lucha por una plaza en los 1.500 metros

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Gallardo quiere correrl el 1.500 en Pekín
Sergio Gallardo disputará una plaza en el 1.500 con Higuero, Casado y Redolat.

El atleta berciano Sergio Gallardo afronta dos semanas claves para saber si finalmente puede acudir a los Juegos Olímpicos de Pekín, tras el calvario que le ha perseguido con la lesión de rodilla, que le ha impedido entrenar con normalidad.

A pesar de los problemas que ha arrastrado, Gallardo es optimista con su estado actual: "Los entrenamientos a pesar de la rodilla van mejor, me sigue molestando y lastrando, pero las sensaciones son como para ser optimista. Estoy mejor, pero habrá que ver si es suficiente", ha declarado a Efe.

El corredor leonés participará este fin de semana en una prueba en Barcelona que será su última competición antes del Campeonato de España que se disputará el 26 y 27 de julio en Tenerife, con lo que confía en estar en torno a los 3 minutos y 38 segundos e intentar estar entre los dos primeros del Nacional.

En la temporada estival se ha especulado con que Gallardo abandonara su distancia habitual, 1.500 metros, pero el berciano sigue apostando por esta distancia: "Hace dos años probé con el 3.000 obstáculos y de ahí vienen los problemas en los tendones, este año hice lo mismo con el 5.000 y creo que ha supuesto más desgaste. Mi prueba talismán es el 1.500 y ahí buscaré el milagro", ha comentado.

Gallardo considera que se ha marcado "un reto bastante duro" y advierte que "en condiciones normales estaría pegándome con mis compañeros y ahora tengo que buscar la sorpresa", a lo que el atleta del Bierzo ha añadido que "Higuero, Casado, Redolat, que ha vuelto, han enseñado los dientes entrenando lo que yo no he podido".

Para intentar mitigar los efectos del hematoma que tiene en la cabeza del fémur de su rodilla, Sergio Gallardo está siguiendo un intenso tratamiento con un protocolo marcado por un médico barcelonés.

En este sentido, se ve obligado a llevar una maquina de magnetoterapia puesta entre diez y doce horas, lo que le obliga a dormir con ella, además de administrarse altas dosis de calcio, pastillas para la regeneración ósea y mucho trabajo con el fisioterapeuta.