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La Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha asegurado este martes que está analizando uno por uno los casos reportados de tromboembolismopara determinar si “son una coincidencia o un efecto secundario extraño” de la vacuna de AstraZeneca, aunque ha reiterado que sigue “firmemente convencida” de que sus beneficios contra la COVID-19 superan a sus riesgos, y que hasta ahora no ha detectado ningún vínculo causal entre el fármaco y los trastornos sanguíneos.

Los expertos temen que el tropiezo de AstraZeneca disuada a la población de vacunarse justo cuando la confianza de los españoles está en un nivel alto: 8 de cada 10 dicen que acudirán cuando les toque, según el CIS.

Los especialistas recalcan que lo ocurrido es la prueba de que la vigilancia de los medicamentos funciona y no se ha demostrado la relación causa - efecto. A la espera del dictamen de la Agencia Europea reguladora, insisten en que han sido millones de personas las que han recibido la vacuna y destacan el valor del sistema de farmacovigilancia. José Antonio López, profesor de microbiología en la UAM, asegura que el riesgo cero no existe, e Ignacio de Blas, epidemiólogo, afirma que las medidas funcionan.

El presidente de la Sociedad Española de Vacunología, Amós García, cree que el contexto de incertidumbre contribuye a las reticencias y que hay que recuperar la confianza de las pesonas que no quieren que se les ponga esta dosis. Santiago de Andrés, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Aragón ve como positivo que el período entre la primera y la segunda dosis es largo. Los lotes que lleguen de AstraZeneca a España se guardarán en un almacén a la espera de la resolución.

Ante las alertas surgidas los últimos días por casos de trombosis causados supuestamente por lotes de la vacuna de AstraZeneca, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha confirmado su "suspensión temporal en las próximas dos semanas para que la EMA y las agencias nacionales medicamentos ofrezcan respuestas a estas señales". España se une así a la decisión tomada por Francia, Alemania e Italia, entre otros países.

El Gobierno de Irlanda ha confirmado este lunes que también detiene temporalmente la administración de la vacuna de AstraZeneca contra la COVID-19, y se suma así a Países Bajos, que en las últimas horas ha adoptado la misma decisión, en línea con otros países europeos como Dinamarca, Noruega, Islandia y Bulgaria, que la semana pasada ya suspendieron el uso de esta vacuna, mientras que otros como Austria, Estonia, Letonia, Lituania, Italia y Luxemburgo han retirado un lote en concreto.

En España, varias comunidades autónomas han suspendido la administración con los lotes investigados de AstraZeneca. Otros países comoAlemania han decidido seguir administrando esta vacuna con normalidad, aludiendo a que hasta ahora "no hay evidencia estadística" que apunte a que su administración sea peligrosa.

Mientras siguen los problemas de suministro de vacunas en todo el mundo, los científicos llaman la atención sobre la necesidad de explorar y avanzar en la fabricación de otros tratamientos, como los anticuerpos clonados, que sirven para quienes no pueden ponerse una vacuna.

Michel Goldman, profesor de la universidad Libre de Bruselas, es uno de los 10 científicos europeos que le han pedido a la Comisión Europea que apueste por la terapia de anticuerpos clonados de personas que ya han pasado la enfermedad como complemento a las vacunas: "Los anticuerpos que inyectamos se adhieren a esta la parte del virus que él usa para penetrar en nuestras células". Y de esa manera, se impide la infección.

"Estos anticuerpos son muy efectivos, está comprobado", asegura. En los casos más graves reduce la cara viral en un 90%. Están destinados a personas con sistemas inmunes delicados.

La vacuna desarrollada por la farmacéutica Janssen, filial del gigante Johnson & Johnson, se ha convertido este jueves en la cuarta aprobada por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) para su comercialización en los países comunitarios, entre ellos España. Se suma así a las vacunas de Pfizer/BioNTech, Moderna y AstraZeneca, que ya se están administrando en la Unión Europea contra la COVID-19. El fármaco ha recibido el visto bueno del organismo regulador europeo, y su aprobación definitiva depende únicamente ya de la Comisión Europea, un trámite que se producirá en breve.

La Comisión Europa emitirá ahora una licencia de uso de esta vacuna en la UE, condicionada a varios compromisos por parte del fabricante, como el seguimiento de sus ensayos clínicos durante los próximos años para detectar cualquier efecto secundario nuevo.

Dinamarca ha decidido suspender durante 14 días la administración de la vacuna contra la COVID-19 desarrollada por AstraZeneca, como medida de precaución tras detectar casos graves de trombos en personas a las que se les había administrado. El país ha registrado una muerte que podría estar relacionada, si bien la autoridad sanitaria danesa ha avisado de que "no es seguro" que exista un vínculo entre esta vacuna y la formación de coágulos sanguíneos.  Noruega e Islandia han adoptado la misma decisión que Dinamarca.

Durante el pasado fin de semana, Austria anunció que retiraba un lote de vacunas de AstraZeneca contra la COVID-19 como medida de precaución después de la muerte de una persona y la enfermedad de otra tras recibir una de las dosis.

La Agencia Italiana de Medicamentos (AIFA) ha informado este jueves de que ha suspendido temporalmente la vacunación con el mismo lote por precaución, tras los informes sobre los problemas de coagulación diagnosticados en varios países europeos. Además se reserva el derecho a tomar nuevas medidas, cuando sea necesario, también en estrecha coordinación con la Agencia Europea de Medicamentos (EMA).

Otros cuatro países europeos -Estonia, Lituania, Letonia y Luxemburgo- también han suspendido la administración de vacunas de este mismo lote, entregado a 17 países y que incluía un millón de dosis. Entre estos países se encuentra España.

En uno de los peores momentos en la relación entre Rusia y la Unión Europea, la tensión se traslada también a las vacunas. Rusia quiere producirla en varios países europeos, entre ellos España. La primera fábrica podría estar en Italia. Ya han firmado un contrato con una firma suiza ubicada en ese país para empezar en verano y producir 10 millones de dosis cada año. Pero ni la Agencia del Medicamento la ha aprobado ni Bruselas ve bien la agresiva política propagandística de Moscú con la Sputnik-V.