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El presidente francés, Emmanuel Macron, ha defendido este domingo la legitimidad de los bombardeos selectivos sobre instalaciones químicas en Siria y ha argumentado que la operación era "indispensable para recuperar la credibilidad de la comunidad internacional".
 

La primera ministra británica, Theresa May, ha querido dejar claro que no se trata de interferir en una guerra civil. "Esta acción colectiva, envía un mensaje muy claro: que es que la comunidad internacional no va a quedarse de brazos cruzados ni va a tolerar el uso de armas químicas", ha afirmado May. El presidente francés, Emmanuel Macron, que mantiene su visita de finales de mayo a Siria, ha defendido el ataque subrayando que no se puede tolerar la banalización del uso de armas químicas.

El embajador ruso ante la ONU ha advertido este jueves del peligro de que estalle una guerra con Estados Unidos si Trump decide cumplir con sus amenazas y atacar Siria en respuesta al supuesto ataque químico que mató a 43 personas e hirió a más de 500 en Duma. El mandatario estadounidense ha rebajado el tono y ha asegurado que tomará una decisión “bastante pronto”, aunque su ministro de Defensa ha indicado que, por el momento, no tienen pruebas para determinar la autoría del régimen de Bachar al Asad. Todo ello mientras sus aliados analizan su apoyo al ataque, con Francia asegurando que sí tiene pruebas, la negativa de Alemania y la aparente inclinación de Reino Unido por atacar Siria. Mientras, la ciudad de Duma, el blanco de la diplomacia mundial en estos momentos, está ya bajo control de las tropas progubernamentales sirias y bajo la protección de la Policía rusa.

La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) ha hecho público un comunicado este jueves en el que indica que los resultados de los análisis realizados en cuatro laboratorios "confirman los hallazgos de Reino Unido sobre la identidad del agente químico utilizado en Salisbury". En la nota pública, la OPAQ evita nombrar la sustancia empleada para envenenar al exespía Sergei Skripal y a su hija Yulia, y tampoco hace referencia explícita a Rusia, si bien el agente Novichok, identificado por Londres, se fabricaba en Rusia, según los expertos.

El envenenamiento del exespía Skripal en Reino Unido se llevó a cabo con un agente químico de guerra, una suerte de intento de asesinato a gritos según explica a Radar 3.0 el teniente coronel René Pita, jefe del Departamento de Defensa Química de la Escuela Militar de Defensa NBQ y autor del libro Armas químicas. La ciencia en manos del mal. El experto señala que la intoxicación que provoca un ataque con agente nervioso provoca evidentes síntomas que los servicios de emergencia identifican de inmediato. "Lo normal habría sido utilizar algún tipo de sustancia que habría pasado inadvertida a los servicios médicos", añade.