Al menos 22 personas han muerto, entre ellas niños, y 59 han resultado heridas en un atentado suicida durante un concierto multitudinario en la ciudad británica de Manchester (norte de Inglaterra). Ha ocurrido este lunes pasadas las 22:30 en el estadio Manchester Arena cuando la cantante estadounidense Ariana Grande finalizaba su concierto en un local lleno que puede acoger a 21.000 personas.
La Policía ha confirmado que el autor del atentado, un varón, murió al hacer estallar un artefacto explosivo de fabricación casera y está investigando si actuó solo.
Después de conocerse la gravedad del suceso, el Gobierno británico ha convocado una comité de emergencias COBRA a las 09.00 GMT (10.00 hora española), que presidirá la primera ministra, Theresa May. En la reunión participarán miembros del Gobierno y altos cargos de las fuerzas de seguridad e inteligencia.
La explosión ocurrió en el vestíbulo que comunica la sala de conciertos con la estación Victoria cuando la gente estaba ya abandonando el espectáculo. La estación de tren ha paralizado su actividad y el tráfico de trenes se ha suspendido este martes.
Ariana Grande es muy popular entre adolescentes y niños, por lo que estos y sus padres conformaban el público que abarrotaba en Manchester Arena. La Policía ha confirmado que entre las víctimas mortales hay niños.
El español Ivo Delgado se encontraba en el concierto de Ariana Grande, en el Manchester Arena, en el momento de la explosión. El joven ha relatado como escucharon una fuerte detonación, vieron mucho humo y heridos tendidos en el suelo. "Había muchos niños y todo el mundo intentaba hacer sitio para que no hubiera aplastamientos".
El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, ha celebrado que la decisión de la fiscalía de Suecia de cerrar la investigación contra él por un presunto delito de violación es "una victoria muy importante, la guerra acaba de empezar", y ha dicho que las difusiones de Wikileaks "van a continuar".
Marcus Hutchins tiene 22 años y trabaja para una empresa de ciberseguridad estadounidense. Compró un dominio por menos de diez euros que le permitió contener al programa malicioso.
Los sistemas informáticos de numerosos hospitales y centros médicos británicos, principalmente en Inglaterra, han quedado este viernes bloqueados por un ciberataque a gran escala que ha obligado a derivar ambulancias y pacientes de urgencias a otros centros y cancelar visitas.