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El primer ministro británico, Boris Johnson, se ha despedido de Downing Street con la coloquial expresión: "Esto es todo amigos". En su discurso, ha mostrado su apoyo a Liz Truss, que lidera ahora el partido conservador. Johnson presenta este martes su renuncia ante la reina Isabel II en el castillo de Balmoral, acompañado de Truss, que va a recibir el encargo de su majestad de formar gobierno y se convertirá ya en la nueva primera ministra británica.

La ministra de Exteriores británica,  Liz Truss sucederá a Johnson al frente del Gobierno británico después de ganar con solvencia la votación frente al exministro de Economía. Truss ha obtenido 81.326 votos frente a los 60.399 de Sunak en una convocatoria que han tenido una participación del 82% de los electores conservadores.

Truss, quien cuenta con un índice de aprobación del 21%, según una encuesta de YouGov, ha obtenido una clara mayoría de los votos, al igual que su antecesor. Tras la dimisión de Theresa May, Johnson obtuvo 92.153 votos frente a los 46.656 de Jeremy Hunt.

La sucesora de Johnson, quien se convertirá en la tercera mujer en ocupar el número 10 de Downing Street, es considerada una política camaleónica debido a los cambios de su ideología a lo largo de los años.

La excorresponsal en Londres de RTVE,  Anna Bosch analiza en este video quién es ella, en que se diferencia de Johnson y cómo puede afectar su llegada al Reino Unido y también a la Unión Europea.

Los conservadores británicos eligen a su nueva líder, Liz Truss. La actual ministra de Asuntos Exteriores se ha impuesto con el 57 % de los votos al exministro de Finanzas, Rishi Sunak (43 %), según ha anunciado el responsable de la organización del escrutinio interno. El proceso comenzó en julio con la dimisión de Boris Johnson, tras ser desautorizado por el comité 1922 de los conservadores británicos.

La ministra de Asuntos Exteriores británica, Liz Truss, es la mejor situada para asumir el liderazgo del partido conservador. Con 47 años, y madre de dos hijas, no era la preferida por los parlamentarios tories, pero el voto de las bases del partido la va a llevar al poder. Defensora a ultranza del libre mercado y de los impuestos bajos, cultiva la imagen de heredera política de la ex primera ministra Margaret Thatcher. Una contradicción con sus antecedentes familiares, ya que sus padres, activistas de izquierda, se manifestaron en contra de las armas nucleares y la dama de hierro.

El escenario del atentado fallido a Cristina Fernández está tranquilo. Algunos aprovechan para hacerse fotos sin la multitud de días pasados a la entrada del edificio donde vive. El intento de asesinato a la vicepresidenta llega en un momento de alta crispación en Argentina y expone la polarización del país. La oposición acusa al Gobierno de utilizar políticamente el ataque.

Foto: La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, saluda a sus simpatizantes mientras sale de su residencia en Buenos Aires (EFE/ Enrique García Medina)

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado este sábado que apoya la medida avanzada por el G7 y la Comisión Europea de poner un tope al precio del petróleo ruso. Lo ha dicho en el inicio de su gira de 30 actos ciudadanos por España. Una campaña de cuatro meses que arranca hoy en Sevilla. Hemos escuchado pitos y gritos de apoyo al presidente.

FOTO: El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su visita al barrio sevillano de Pino Montano. EFE/ Julio Muñoz

El atentado contra Cristina Fernández de Kirchner sigue arrojando incógnitas. La principal es el arma con la que apuntaron a la vicepresidenta argentina. Una Bersa calibre 32 que estaba cargada, pero no disparó porque no tenía balas en la recámara cuando el detenido apretó el gatillo. La policía investiga si actuó solo examinando las imágenes de las cámaras de seguridad cercanas a la casa de Fernández. Miles de argentinos se han concentrado en la Plaza de Mayo para protestar contra el atentado.

Foto: Miles de personas se manifiestan en apoyo a la vicepresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner en Buenos Aires (EFE/Juan Ignacio Roncoroni)