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Donald Trump ha abandonado Egipto tras la firma del acuerdo de paz entre Hamás e Israel que en una primera fase ha detenido la masacre en Gaza. Lo ha hecho sin comprometerse a la creación de los dos Estados como solución. En Las Mañanas de RNE hemos hablado con Husni Abdel Wahed, embajador de Palestina en España, que ha resaltado "la importancia de detener el genocidio que ha costado la vida de centenares de miles de palestinos", pero a la vez insiste en la relevancia de que se cumpla del todo lo pactado en la primera fase que, según el embajador, "falta mucho" y reconoce que no sabe si realmente estamos hablando de "un plan de paz".

Husni Abdel Wahed afirma que esta situación "se trata de Palestina, pero a la vez no se trata de Palestina": "Queda latente que se puede volver a cometer un nuevo genocidio en contra del pueblo palestino. En Cisjordania sigue el genocidio por goteo, no se ha detenido en absoluto", denuncia. Asegura que en la Franja de Gaza aún permanece el Ejército israelí y lo hará "el tiempo que estime conveniente". "Esto lo ha hecho Trump por Israel y es un salvavidas de su parte, se preocupa más por Israel que el propio Netanyahu", sostiene que el presidente estadounidense es el único que tiene la capacidad de detenerlo. Insististe que la única solución posible es ir al fondo del problema, "la ocupación israelí de Palestina, la implementación del Estado de Palestina", concluye.

El presidente estadounidense, Donald Trump, ha sido el protagonista absoluto de la jornada de firma de la paz en la Franja de Gaza. Con su particular estilo ha adoptado el papel de maestro de ceremonias en la escenificación de una firma en la que no estaban ni Israel ni Hamás.

Trump ha asegurado que es el acuerdo más importante en 3.000 años y que no se romperá. El resto de líderes han coincidido en la esperanza de que sirva para apuntalar la paz.

FOTO: El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante la Cumbre de la Paz. AP Photo/Amr Nabil

Einav no puede ocultar su emoción al poder abrazar a su hijo Matan después de 738 días en cautividad. Él es uno de los 20 rehenes israelíes secuestrados por Hamás que aún quedaban con vida en Gaza. El encuentro se ha realizado en la base militar de Reim, en suelo israelí. Horas antes, se rezaba y se gritaba de alegría al comenzar los traslados de los rehenes liberados en dos convoyes de la Cruz Roja.

Una vez en Israel, en un punto indeterminado, los convoyes han entregado los rehenes al Ejército israelí. Ha sido la primera vez que se les ha visto en casa, lo que supuesto un momento de gran emoción para sus familiares. Tras el reconocimiento médico podrán estar con sus allegados todo el tiempo que quieran.

Una vez iniciado el alto el fuego en Gaza, Israel recibe a los 20 rehenes vivos de Hamás. A cambio, pone en libertad a cerca de 2.000 prisioneros palestinos, entre ellos, 250 con penas muy elevadas, incluida la cadena perpetua, cuyos nombres ya han sido publicados por las autoridades israelíes. La lista no incluye a algunos de los pesos pesados exigidos por los negociadores de Hamás, como ya había adelantado el Estado hebreo que, además, ha excluido del intercambio a los miembros de las brigadas que perpetraron los ataques del 7 de octubre.

Miles de personas se abalanzan sobre los primeros camiones de ayuda que entran en la devastada Franja de Gaza. Cientos de camiones comenzaron a pasar este domingo al enclave palestino. Es el mayor envío de alimentos y suministros médicos desde el inicio de la guerra. Algunas voces reclaman seguridad, que los camiones estén protegidos, distribuir la ayuda a través de organizaciones internacionales para que nadie quede desamparado. La ONU ya alertó hace meses de una situación de hambruna de medio millón de palestinos. Ahora, según el acuerdo de paz, Israel deberá permitir el paso de 600 camiones de ayuda diarios.

En este tercer día de alto el fuego, miles de palestinos siguen volviendo a Ciudad de Gaza, a tratar de identificar entre los escombros lo que fueron sus casas. La magnitud de la destrucción es desoladora. En Tel Aviv, celebran el inminente regreso de los rehenes. A un lado y otro dan la bienvenida al principio del fin de la guerra, pero quedan muchos interrogantes y el futuro del plan de paz sigue siendo incierto.

Foto: EFE/EPA/HAITHAM IMAD

Tras más de dos años de masacre en Gaza, Israel y Hamás han acordado un alto el fuego que ya ha entrado en vigor. Es la primera fase del plan de paz propuesto por el presidente estadounidense, Donald Trump, que se va a ratificar este lunes en la ciudad egipcia de Sharm el-Sheij. Un pacto "de una potencial paz", dice la investigadora principal para Estados Unidos y Relaciones Transatlánticas del Real Instituto ElCano, Carlota García Encina, en el informativo 24 horas Fin de Semana. "Quedan todavía muchísimas cosas que resolver y que dejar bien claro pero es un plan de paz amplio, ambicioso y que va en el buen camino", afirma. Esta primera fase incluye la liberación de los rehenes en la Franja de Gaza, la llegada de ayuda humanitaria y la retirada de las fuerzas israelíes hasta la línea pactada entre Trump y Netanyahu.

Cree que este inicio de acuerdo favorece a ambas partes, al primer ministro israelí porque aspira a un último mandato tras las elecciones del año que viene, y a Hamás porque "quizás ve este plan como una posibilidad para tener todavía un papel en Gaza en el futuro", por lo que aboga por un "cauteloso optimismo". Destaca también el papel de Estados Unidos y de sus tropas. "Donald Trump quiere que esto salga bien", dice la investigadora, porque quiere mantener vigentes los Acuerdos de Abraham, en peligro durante todo este tiempo, especialmente tras los bombardeos de Israel sobre Qatar.

Rehacer un camino, rehacer la vida. Es lo que están haciendo miles de palestinos. Han dejado de ser desplazados por la guerra. Regresan a Gaza, a su ciudad, ahora en ruinas. "Huimos bajo el fuego y ahora volvemos a la destrucción", cuenta Nael, antes de descubrir que los cuatro pisos de su casa ya no existen.

Según la ONU, más del 90% de las viviendas están total o parcialmente destruidas. Toca hacer un espacio habitable, pero no hay agua ni comida.

En algunos barrios, ya no suenan las bombas, sino el bullicio donde este primer domingo en paz, han vuelto a colocar algunos puestos de mercado, aunque apenas hay dinero para comprar.

Un alivio son estos camiones con alimentos y medicinas. La ayuda humanitaria empieza a entrar en la Franja, desde Egipto y por varios pasos fronterizos. Según el acuerdo de alto el fuego, Israel dará vía libre a 600 camiones de ayuda al día.

En Tel Aviv esperan ansiosos la liberación de los rehenes secuestrados por Hamás. De momento, avanza la parte más fácil del acuerdo de paz.

Foto: OMAR AL-QATTAA / AFP