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Daniel Ortega continúa allanando el terreno para su cuarta reelección consecutiva como presidente de Nicaragua. Después de 15 años seguidos en el poder y a cinco meses de las elecciones, intensifica la purga de sus potenciales rivales.

En una semana, la policía nacional nicaragüense ha detenido a cuatro de los precandidatos opositores a la presidencia del país. Los dos últimos, este martes.

Se trata de Juan Sebastián Chamorro, sobrino de la expresidenta, Violeta Barrios de Chamorro, y del académico Félix Madariaga. Tanto ellos, como Arturo Cruz, detenido el sábado, están acusados de incitar a la injerencia extranjera bajo una nueva ley aprobada en diciembre pasado.

En el caso de la otra precandidata, Cristiana Chamorro, en arresto domiciliario desde hace una semana, la acusación es por lavado de dinero a través de una fundación.

En el marco de esta misma investigación, han sido además llamados a declarar decenas de periodistas independientes e incluso el Premio Cervantes, Sergio Ramírez.

Ante esta nueva oleada represiva aumenta también la presión internacional sobre el régimen nicaragüense. España ha pedido la liberación inmediata de los precandidatos, la Organización de Estados Americanos ha hecho lo propio y, desde la administración Biden dicen que las detenciones confirman que Ortega es un dictador.

Foto: AFP / M. NGAN

Quedan cinco meses para las elecciones en Nicaragua y cuatro aspirantes a la presidencia han sido detenidos y encarcelados. Otros denuncian el acoso al que les somete la policía. Parte de la comunidad internacional ha condenado esta ola de arrestos. Estados Unidos denuncia que es un claro intento del mandatario Daniel Ortega de frustrar unos comicios limpios para seguir en el poder.

En las últimas horas pasaban a manos de la fiscalía Juan Sebastián Chamorro y Felix Madariaga, acusados, dice la Policía, "de realizar actos que menoscaban la independencia, la soberanía y la autodeterminación" e "incitar a la injerencia extranjera". Detenciones que mantienen el ritmo policial contra la oposición por parte del gobierno de Daniel Ortega, tras arrestar en los últimos días a Arturo Cruz y Cristiana Chamorro por presuntas irregularidades en la gestión de la fundación creada por su madre, la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro, y a pocos meses de las elecciones presidenciales previstas para el mes de noviembre para las que han sido ya vetadas varias formaciones políticas.

La oposición denuncia que desde las masivas protestas de 2018 en contra el gobierno, la presión del oficialismo se ha incrementado más que nunca. Miembro clave de la revolución sandinista que derrocó a Anastasio Somoza, Ortega ocupa la presidencia desde hace 14 años en los que ha gobernado con mano de hierro y elevado a su mujer, Rosario Murillo, a la vicepresidencia y como más que probable sucesora a corto plazo. Ejerció su primer mandato entre 1985 y 1990, cuando fue derrotado en las urnas por Violeta Barrios.

La opositora nicaragüense Cristiana Chamorro se encuentra recluida en su vivienda bajo una fuerte vigilancia policial desde el miércoles, tras ser acusada de lavado de dinero por el Gobierno de Nicaragua y expulsada por la justicia del proceso electoral de noviembre. La presión internacional que pide su liberación se ha materializado este viernes con pronunciamientos de Estados Unidos, España y Francia.

En la imagen, la policía custodia la casa de la opositora Cristiana Chamorro FOTO: AFP

En Nicaragua, el régimen de Daniel Ortega ha lanzado una nueva campaña de acoso y persecución contra medios de comunicación y opositores. Tras más de 14 años en el poder, el líder sandinista aspira a un nuevo mandato en las elecciones de noviembre.

Foto: La aspirante a la Presidencia de Nicaragua y periodista Cristiana Chamorro Barrios durante su salida de las instalaciones del Ministerio Público en Managua (EFE/Jorge Torres)

El huracán Iota ha dejado miles de damnificados, casas destruidas y al menos 10 muertos a su paso por Centroamérica. Ya ha perdido fuerza pero preocupan las fuertes lluvias y también que aumenten los contagios de coronavirus entre los miles de evacuados.

Iota, ahora degradado a depresión tropical y ubicado sobre El Salvador, tocó tierra la noche del pasado lunes en el Caribe norte de Nicaragua como ciclón categoría 4 en la escala Saffir-Simpson, de un máximo de 5.

El huracán 'Iota', que llegó a alcanzar la máxima categoría ha tocado tierra en Nicaragua con vientos máximos que han rondado los 250 kilómetros por hora. Es uno de los ciclones más potentes que azotan centroamerica ahora que intentaba recuperarse del anterior huracán 'Eta'. Los países centroamericanos se movilizan para mitigar los estragos del segundo huracán en dos semanas. El huracán ha perdido fuerza rápidamente ya en tierra, hasta quedar degradado a la categoría 2, Si se cumplen los pronósticos, 'Iota' seguirá avanzando hasta entrar en Guatemala, Honduras y El Salvador.