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Si David Cameron hubiese sabido lo estaba por venir, quizá nunca habría dado a elegir a los británicos entre permanecer en la Unión Europea o marcharse. Días después del referéndum que avaló el Brexit, el jefe de los diputados conservadores, Graham Brady, llamó al número 10 de Downing Street.  A Cameron le traicionó el micro de corbata que llevaba puesto y le escuchamos canturrear aliviado después de dimitir y exclamar "¡Bien!". 

Llevaba seis años al frente del gobierno y en los seis siguientes otros tres primeros ministros 'tories' han pasado por el número 10 de Downing Street. Todos, con la misma losa sobre sus espaldas: el Brexit. Primero ponerlo en marcha y, después, hacer de Reino Unido la potencia autosuficiente que habían vendido durante la campaña.

Foto: REUTERS/Toby Melville

Liz Truss llegó al cargo de primera ministra hace 44 días, cerrando la era de Isabel II, que murió poco después, y anunciando una bajada radical de impuestos valorada en más de 60.000 millones de euros, además de una serie de audaces medidas para contener la inflación. Nada de eso ha llegado a ponerse en práctica en ningún momento.

Liz Truss tuvo que dar marcha atrás y, desde entonces, no ha conseguido enderezar su credibilidad al frente del país. Pese a que el miércoles aseguraba que ella era una "luchadora" y "no una desertora", ha acabado presentando su dimisión.

Foto: REUTERS/Henry Nicholls

Activistas ecologistas arrojan sopa a 'Los girasoles' de Van Gogh

Activistas arrojan sopa a 'Los girasoles' de Van Gogh

Dos activistas contra el cambio climático del grupo Just Oil han arrojado este viernes sopa de tomate contra el cuadro Los girasoles de Vincent Van Gogh en la National Gallery de Londres, según señalan vídeos publicados en las redes sociales.

En un tuit, la policía ha informado de que los militantes de la organización ecologista habían lanzado una sustancia sobre el cuadro y "luego se pegaron a una pared. Ambos han sido arrestados por daños criminales y allanamiento agravado". 

En Reino Unido ha terminado el duelo real decretado por la muerte de Isabel II; la familia real británica ha tardado una semana más que el país en abandonarlo. La 'Union Jack', la bandera del Reino Unido, vuelve a ondear en lo más alto del mástil del palacio de Buckingham. También en el resto de edificios y residencias de la corona británica. Además, arranca ya la planificación y preparativos de la coronación del nuevo rey, Carlos III. Sin embargo, cientos de curiosos y turistas siguen acercándose hasta la residencia oficial del nuevo rey, atraídos todavía por el recuerdo de la monarca fallecida.

Foto: EFE/EPA/ANDY RAIN

En la abadía de Westminster, en el funeral de Estado, la Familia Real y mandatarios de todo el mundo han dado esta mañana su último adiós a quien ha sido la reina de Inglaterra durante 70 años, Isabel II. Londres se ha convertido así en el centro de atención mundial. La música, con alguna de las piezas que sonaron en su boda con Felipe de Edimburgo, 96 campanadas o su gaitero personal han sido protagonistas. A las 12 de la mañana todo el país ha guardado dos minutos de silencio antes de que el féretro saliese hacia Windsor. Un cortejo de 3.000 militares caminaba ante la mirada de los millones de ciudadanos. En la capilla de San Jorge, 800 invitados han acompañado los restos de la reina en el mismo lugar en el que hace un año ella despidió a su marido, el duque de Edimburgo. Ha sido el último rezo en público en el que su hijo y sus nietos han participado para decirle adiós a Isabel II. Allí le han retirado los símbolos reales y se ha visto por última vez el féretro antes de que sea enterrado en la cripta de Windsor, la residencia donde ella pasó más tiempo y donde descansará su cuerpo para siempre.

Foto: Kirsty Wigglesworth / AFP

Es una de las imágenes del día y llevaba años sin producirse: los reyes Felipe VI y Letizia, Don Juan Carlos y Doña Sofía, sentados juntos en el funeral de Isabel II, que se ha celebrado este lunes en la Abadía de Westminster (Londres). Y es que no hay fotografías de padre e hijo juntos desde enero de 2020, unos meses antes de que el rey emérito marchara a Abu Dabi a raíz de las informaciones sobre sus finanzas. Eso sí, han entrado por separado y la Casa Real ha dejado claro en todo momento que la ubicación del rey emérito ha sido decisión de la Casa Real británica.

José María Pérez, más conocido como 'Peridis', arquitecto, escritor y dibujante, explica en Las Mañanas de RNE que los miembros de la Casa Real británica dan juego mucho juego para retratarles en viñetas.  Y recuerda que no solo se está enterrando a la Reina “sino en alguna medida al Papa de la Iglesia anglicana.” Como arquitecto explica que la imagen que tenemos de la abadía de Westminster es de un gótico muy tardío que “es el arte inglés por excelencia.”

En la programación especial de Las Mañanas de RNE sobre el funeral de la reina Isabel II, hablamos con Robin Niblett, exdirector de Chatham House, sobre la figura de la Reina para Reino Unido. Niblett asegura que ha sido “la clave del poder de atracción del país que va más allá del poder político” y que lo que más se va a echar de menos “es su capacidad de mantener un sentimiento de pertenencia a un país.” Tras su fallecimiento hay muchos frentes en duda, Robin Niblett cree que la cuestión sobre la unificación de Irlanda seguirá viva y que ya “hay una frontera invisible y real entre Reino Unido e Irlanda del Norte.” Y sobre la relación del país con la Unión Europea, Niblett explica que el sentido político de Reino Unido es individual y que realmente "pertenecer a la UE ha sido una pausa en la historia británica.”

Reino Unido está de luto y si algo sorprende es el respeto que están representando sus ciudadanos sin importar su ideología. Esto es lo que ha explicado en Las Mañanas de RNE Javier Rodríguez de Colmenares, alto ejecutivo en un banco de inversión en Londres: “Es bastante impresionante”, ha señalado. A su parecer, el país se enfrenta “a un cambio de era”, que aunque ahora es más remarcable viene anunciándose desde hace tiempo, sobre todo con las idas y venidas del Brexit, y cree que precisamente esto ha tenido como efecto un "aislamiento cultural" que está afectando en muchos sentidos. Afirma que, como el resto del mundo, el Reino Unido se adentra en un otoño del descontento y considera que las medidas que se están tomando ahora, como el techo al coste energético impuesto por la nueva primera ministra, serán pagadas “por los británicos del futuro”.