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El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha elogiado esta tarde en una entrevista la amplia ayuda militar que está recibiendo de Estados Unidos contra los ataques iraníes. De momento, el presidente estadounidense, Donald Trump, sigue sin decir si va a dar un paso más y si va a atacar a Irán. Según la Casa Blanca, la decisión la van a tomar a lo largo de las próximas dos semanas.

Donald Trump sugiere que aún hay una oportunidad sustancial de negociar con Irán, y tomará su decisión sobre si atacar o no en las próximas dos semanas después de tres días manteniendo en vilo al mundo, reuniendo a su cúpula de seguridad y sopesando planes para bombardear las instalaciones nucleares iraníes. Ahora, Trump le da más tiempo a la diplomacia. Quiere ver si la amenaza de un ataque inminente del Pentágono fuerza a Irán a abandonar su programa nuclear.

A siete días de la escalada militar entre Israel e Irán, el caos, la incertidumbre, la violencia y la escasez han empezado a jugar un papel importante en la población. Ryma Sheermohammadi, activista, analista de derechos humanos y experta en Oriente Próximo, ha indicado que "la situación en las calles de Irán se ha vuelto cada vez más opresiva", a raíz de una orden del líder supremo de mantener la tranquilidad con todo lo relacionado al conflicto.

La activista, además, denuncia que las detenciones por espionaje han incrementado. "Hay pueblos donde han detenido hasta a 18 personas", menciona. Agrega que solo por opinar en contra de la guerra o por estar sentados en espacios públicos con el móvil, ya son acusados de hacer vigilancia.

Otra de las acciones adoptadas por Irán, según Sheermohammadi, ha sido endurecer los sistemas de seguridad y cortar el internet. "Se registran las mochilas, teléfonos, incluso registran a los que van caminando y a los coches", explica.

Para la defensora, en el caso de que Estados Unidos actúe, provocaría la escalada del conflicto a toda la región, donde países como Corea del Norte se han declarado que estarán presentes si hay ataques. Rusia y la Unión Europea permanecen callados. "Fácilmente, se puede convertir en una guerra increíble. Hay muchísima preocupación", afirma.

Los misiles balísticos y de crucero son el arma más poderosa de la que dispone Irán para atacar Israel. En 2023 tenía unos 3.000 de diferentes tipos y alcances. Como los Sejill, los Shahab o los Fatah, hipersónicos y capaces de burlar el escudo de Israel. El Estado hebreo también puede golpear con sus misiles a Irán. Su joya de la corona son los misiles Jericó, diseñados para transportar alrededor de 100 ojivas nucleares.

Foto: Wisam Hashlamoun/Anadolu via Getty Images

En el hospital Soroka de Beerseva se han vivido momentos de pánico. Un ataque con un misil balístico iraní ha destruido el antiguo edificio de cirugías. Gracias a que lo vaciaron el día anterior, solo ha habido heridos leves. Irán ha afirmado que el objetivo era un centro de inteligencia de una unidad de élite del Ejército de Israel, ubicada al lado del hospital.

El presidente de Israel, Isaac Herzog, ha visitado el lugar del ataque y lo ha usado para justificar el bombardeo sobre Irán. Ha advertido que Israel tiene "que darle un golpe más fuerte a la cabeza de la serpiente que se sienta en Teherán".

A lo largo del jueves, Irán ha lanzado una treintena de misiles contra Israel. Además de la ciudad Berseeba, los ha dirigido contra Jolón y Tel Aviv. Israel tampoco ceja en sus ataques contra Irán. Los últimos bombardeos se han centrado en la capital; de nuevo, en la planta de enriquecimiento de uranio de Natanz y, por primera vez, contra el reactor nuclear de Arak.

Irán ha atacado este jueves un hospital del centro de Israel. No ha habido muertos, pero sí varios heridos. Según la república Islámica, el objetivo no era el centro sanitario, sino un parque tecnológico que estaría ubicado a unos 500 metros que, según Teherán, es usado por el Ejército israelí. Netanyahu, ya advertido de que vengara este ataque. En Teherán, los continuos bombardeos israelíes dejan densas columnas de humo que se pueden ver desde muchas partes de la capital.

Mientras aumenta la tensión, Trump sopesa si mete de lleno a Estados Unidos o no en la guerra. El magnate continúa con su retórica contradictoria, generando más incertidumbre que certezas. Mantiene, de esta forma, la máxima presión sobre el régimen de los ayatolás. Su objetivo ya no es una negociación, sino la rendición total de Irán y, por el momento, le ha dicho a Netanyahu que siga atacando. El primer ministro israelí ve con Trump la oportunidad de derrocar a su enemigo en la región. Para ello necesita que Estados Unidos entre de lleno en la guerra. Todo lo contrario a lo que prometió Trump al volver a la Casa Blanca y que tanto ha criticado de sus antecesores. Ahora no solo no consigue terminar con los conflictos en Ucrania y Palestina, sino que está a un paso de meterse de lleno en otro, algo que rechaza buena parte de la ciudadanía estadounidense y también genera fricciones internas en su propio partido.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha afirmado que todavía no ha tomado una decisión sobre si sumarse a los ataques israelíes contra Irán. "Tengo ideas sobre qué hacer, pero no he tomado una decisión final porque las cosas cambian", ha dicho.

Por otro lado, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha reunido este miércoles con ERC, Bildu, PNV y CC. Cuatro encuentros separados con un objetivo común: amarrar apoyos parlamentarios entre socios y cerrar las grietas ocasionadas a raíz del informe que involucra a Cerdán en el caso Koldo. Aunque los socios coinciden en que la "confianza" está dañada.

FOTO: APU GOMES/AFP

En su retórica habitual, el presidente estadounidense, Donald Trump, continúa generando más incertidumbre que certezas. Por un lado, dice que ya es tarde para negociar, por otro, asegura que nunca es demasiado tarde. Por ahora, el presidente estadounidense le ha comunicado a Netanyahu que siga atacando, mientras sopesa dar la orden para meter de lleno a Estados Unidos en la guerra.

Trump llegó a la Casa Blanca con un discurso contrario a involucrar a su país en cualquier guerra. Por el momento, ha tratado, sin éxito, de terminar con los conflictos en Ucrania y en Gaza. Sin embargo, sabe que, si ataca, sus 40.000 soldados en la región serían el primer objetivo del régimen de los ayatolás. Por no hablar del rechazo interno en Estados Unidos por una parte de la ciudadanía y en el seno de su propio partido.

FOTO: Kevin Mohatt

La escalada de tensión entre Israel e Irán ha convertido las noches en una carrera de alarmas, misiles y refugios antiaéreos. Las sirenas suenan en ambos países con creciente frecuencia, forzando a sus ciudadanos a estar en alerta constante, pendientes del móvil y listos para buscar protección.

Mientras que en Israel existen sistemas automatizados de alerta que guían a la población paso a paso —desde la prealerta hasta el fin del peligro—, en Irán la embajada española ha asumido el papel de informar a los nacionales allí residentes. En medio de esta rutina de sobresaltos, las ciudades israelíes intentan mantener cierta normalidad, pero la amenaza permanece.

Foto: AHMAD GHARABLI/AFP

Sasha Machta, español residente en Jerusalén desde hace cuatro años, ha relatado a La Tarde en 24h cómo la vida cotidiana se ha visto transformada por el conflicto entre Israel e Irán. Las sirenas antiaéreas, las alertas constantes en el móvil y la necesidad de refugiarse en búnkers forman parte de una rutina marcada por el miedo, pero también por una profunda sensación de unidad nacional.

A pesar de la suspensión de clases universitarias y el cierre de muchos establecimientos, los israelíes intentan mantener una cierta normalidad: abren supermercados, restaurantes y salen a la calle cuando es posible. Sasha destaca el orgullo por la inversión del país en infraestructura de defensa y la moral alta del pueblo, convencido —dice— de que "sabemos el precio de no tomar acción".

Foto: AHMAD GHARABLI/AFP

El lanzamiento de misiles iraníes contra objetivos israelíes no ha cesado desde el viernes. En uno de sus últimos ataques, Teherán ha difundido las imágenes sin decir dónde se han lanzado. En Tel Aviv, Jerusalén o Haifa han vuelto a sonar las sirenas y han entrado en acción las defensas antiaéreas. Israel dice que ha interceptado diez drones en dos tandas en los Altos del Golán ocupados.

Israel dice que sus objetivos han sido 40 infraestructuras básicas militares como lanzaderas o almacenes de misiles. Por primera vez también ha reconocido que uno de sus drones ha sido abatido, y que ha mostrado la televisión iraní.

Por otro lado, en un discurso televisado, el líder supremo iraní, Alí Jamenei ha señalado que Irán no se rendirá y ha advertido que, si Estados Unidos interviene, habrá "daños irreparables". Según el Washington Post, los ataques iraníes estarían obligando a Israel a seleccionar lo que quiere derribar. Su sistema Arrow para interceptar misiles es tremendamente caro: 3 millones de dólares cada misil. Al ritmo actual y sin abastecimiento de Estados Unidos, durarían unos 10 días, estiman los medios.

A medida que el conflicto entre Israel e Irán se intensifica, crece la duda sobre si Estados Unidos entrará finalmente en la guerra. El Canal 24 horas analiza la tensión en Oriente Próximo con el almirante Juan Rodríguez Garat, quien asegura que "de momento la clave está en que el conflicto se mantenga contenido", apuntando a que, de momento, Tel Aviv no ha atacado las centrales nucleares persas. Sin embargo, ha asegurado que "lo que hay ya es una guerra, no estamos hablando ya de una guerra híbrida, sino una guerra convencional".

"Ninguno de los dos puede hacer demasiado daño al otro. A pesar de las decenas de muertos en Israel y los centenares de muertos en Irán, ambos regímenes son capaces de aguantar estos golpes sin problemas. (Pero) si llega a Estados Unidos, habrá muchos más golpes", explica el experto.

En este contexto, se ha planteado la posible caída del régimen ayatolá algo que, para Rodríguez, es "una situación muy complicada" porque la ideología y el clero chií "penetran en todas las capas de la sociedad" iraní.

La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha confirmado este miércoles la llegada de bombarderos y aviones cisterna en el marco del refuerzo militar de la Administración Trump por el conflicto entre Israel e Irán, pero ha asegurado que Estados Unidos usa las bases con arreglo a los acuerdos bilaterales y los tratados. "En este momento sí que es verdad que Estados Unidos está utilizando las bases, pero siempre dentro de los límites del acuerdo que tenemos entre los dos países y con arreglo a los tratados", ha dicho Robles en declaraciones a los medios en el pasillo del Congreso, aunque no ha entrado en más detalles.

Foto: EFE/Chema Moya