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La ola de incendios deja historias de devastación, como la de pueblos arrasados por las llamas y vecinos que lo han perdido todo, pero también de solidaridad. Por ejemplo, la de afectados por la dana de Valencia que se han apresurado a echar una mano a los que se volcaron hace 10 meses. Entre ellos Xavi, que atiende a TVE en Albal, en Valencia, recién llegado de León. Acaba de hacer 1.500 kilómetros para llevar material a los afectados por los incendios. Ha querido devolver la ayuda que recibió el pueblo valenciano.

Foto: Daniel Rivas

Hoy en Mundo Rural hablamos de la declaración de zona de emergencia de los territorios afectados por los incendios, con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de la cosecha de la Denominación de Origen Calificada Rioja con el viticultor de la DOCa, Abel Torres y del impacto de los incendios forestales en el sector apícola con la responsable de apicultura de Asaja, Vanesa Iglesias.

Tras el paso del fuego, San Vicente de Leira, en Ourense, ha quedado arrasado por el incendio que ha destruido el 70% de sus casas. Unos pocos vecinos permanecen en el pueblo después del desastre, pero recorrer sus calles resulta desolador.

Imagen: Gustavo de la Paz / Europa Press

El ayuntamiento del municipio leonés de Peranzanes es, desde hace días, un centro de operaciones frente a los incendios que arrasan la zona. Un equipo de TVE acompaña a su alcaldesa, Henar García, que, junto a los demás vecinos, se encarga de todo lo necesario, aunque las dificultades en las comunicaciones complican la coordinación.

Imagen: Xuan Cueto / Europa Press

La Unidad Militar de Emergencias ha desplegado 3.400 efectivos para hacer frente a los incendios que golpean con dureza al noroeste del país. Alberto Vázquez, brigada de la UME cuenta en Las Mañanas de RNE cómo están gestionando la situación. "No hay un incendio fácil porque un incendio pequeño puede ser complejo [...] Cada incendio es un pequeño mundo y hay que adaptarse a él", dice Vázquez.

Todos los operarios de la UME están volcados en los incendios según el brigadista. "Todo el mundo está involucrado y el que no está involucrado directamente es porque está descansando después de estar en su activación [...] Está el músculo tensionado, pero estamos todos comprometidos como no podía ser de otra forma". Las condiciones parecen poco a poco mejorar el ambiente, aunque Vázquez se muestra cauto al respecto. "De noche la climatología empieza a ayudar, ya que bajan las temperaturas, pero durante el día que suben esas temperaturas, los vientos cambian".

Continúan las protestas por la gestión de los incendios. Las hemos visto en diferentes ciudades de Castilla y León —este jueves, en Ponferrada— y, por primera vez, también ha habido concentraciones en Galicia. Se han convocado movilizaciones en 17 municipios en las que se han oído proclamas como la petición de dimisión del presidente de la Xunta, Alfonso Rueda. "Los que no sepan gobernar cuando se necesite, que se larguen", decía una de las manifestantes.

Foto: EFE/ Salvador Sas

Los incendios han quemado más de un 10% de la provincia de Ourense. Según la Xunta de Galicia, siguen activos cinco fuegos, aunque ha mejorado la situación. Preocupa el más grande, el de Larouco, que ya ha quemado 30.000 hectáreas. Los equipos de extinción son algo más optimistas que los días anteriores, pero no bajan la guardia.

Foto: Adrián Irago / Europa Press

El incendio de Jarilla empieza a tener buen pronóstico, después de una lucha incansable de nueve días, en los que no se ha podido impedir que el fuego afecte a 17.000 hectáreas.

En Hervás, los vecinos regresan poco a poco a la normalidad aunque todavía en su zona periurbana y en el valle del Jerte, sin focos activos, todavía hay localidades evacuadas. En estos momentos solo quedan dos kilómetros para cerrar el perímetro de este incendio en cuya labor los efectivos trabajan.

FOTO: Carlos Criado / Europa Press

La Ley de Montes exige planes de prevención a los ayuntamientos donde el riesgo de incendio es alto. Sin embargo, en los pueblos pequeños, los alcaldes demandan más medios ya que no tienen recursos, ni en algunos casos población que se pueda dedicar a esas tareas.

La ola de incendios de 2022 sirvió de aviso y algunas administraciones avanzaron en planes de prevención que desde entonces son obligatorios. Pero la ola de 2025 la ha superado y demuestra que siguen siendo asignatura pendiente. Y no solo faltan planes en los ayuntamientos, también en las comunidades. Los expertos forestales reclaman la necesidad de dotar de recursos técnicos económicos, de asesoramiento, de cambio de normativa y, por supuesto, un pacto de Estado.

Fuentes del ministerio de transición ecológica aseguran que en pocas semanas se aprobará el decreto en el que se fijan los criterios que ayudan a las comunidades a elaborar sus programas aunque ya deberían tenerlos... Los expertos recuerdan que la mayor parte del territorio es forestal aunque desde la ciudad a veces se nos olvide.