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LeBron James y Beyoncé han apoyado a Hillary Clinton en sus últimos mítines, mientras que Clint Eastwood o Bruce Willis han mostrado su respaldo a Donlad Trump.

La elección del presidente de Estados Unidos no es directa: los ciudadanos no votan al candidato, sino a los representantes de su estado en el Colegio Electoral. Cada estado tiene un número de escaños, en función de su población, y en casi todos (solo Maine y Nebraska los reparten proporcionalmente) se asignan con la fórmula winner-takes-all: el ganador se queda todos los representantes. Los candidatos, por lo tanto, deben ganar en los distintos estados hasta sumar 270 representantes, la cifra que asegura la mayoría en el Colegio Electoral.

Estados Unidos se prepara para decidir mañana quien será el futuro inquilino de la Casa Blanca. Podrán votar 227 millones de ciudadanos después de una campaña de duros enfrentamientos entre Hillary Clinton y Donald Trump. Un tercio de los votantes pertenecen a minorías. Es una parte de la tarta electoral que los contendientes han peleado hasta el último día, siendo Florida el último escenario de esta batalla, con su población latina.

Las últimas encuestas de intención de voto en todo Estados Unidos mantienen una ventaja de entre uno y cuatro puntos de la candidata presidencial demócrata, Hillary Clinton, sobre su rival republicano, Donald Trump, que no consigue superar su techo de voto del 45%. Según la web especializada Real Clear Politics, en datos actualizados a este lunes a las 15:00, Clinton cuenta con una media de apoyos del 46.5%, mientras Trump roza el 44.5%.  La víspera de las elecciones generales, Clinton mantiene una ventaja de cuatro puntos sobre Trump a nivel nacional,  según un último sondeo de la cadena CBS News realizado entre el 2 y 6 de noviembre.

Noam Chomsky, uno de los grandes referentes intelectuales de Estados Unidos, está en Barcelona. Dice estar muy pesimista sobre el auge del populismo y califica de "dramática" la ausencia durante toda la campaña electoral estadounidense de un debate sobre los grandes retos de la primera potencia mundial.

Las encuestas dicen que los resultados en EE.UU. van a estar muy ajustados y algunos destacan que en algunos estados siguen votando con anticuadas máquinas de papeletas perforadas, que cuentan con más de 50 años. Son los mismo aparatos que hace 16 años provocaron un terremoto electoral en Florida, y que llevaron a la presidencia a George Bush hijo.