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El paro bajó en abril en más de 129 mil personas, el mayor descenso mensual de la serie histórica, que arranca en 1996. La Seguridad Social ganó 212.000 afiliados, su mejor dato en este mes impulsado por las vacaciones de Semana Santa.

Las principales capitales del mundo también han celebrado este Día del Trabajo con marchas multitudinarias. La mayoría han transcurrido con absoluta normalidad, salvo en Estambul, Turquía, donde la policía ha detenido a al menos 75 personas.

El paro bajó el mes pasado en más de 48.500 personas, hasta situar la cifra total de desempleados en 3.700.000. En el último año el paro acumula una caída de 390 mil personas y registró el mayor descenso en marzo de toda la serie histórica. El paro cayó en todos los sectores salvo en Agricultura -que registró 1.300 desempleados más- y entre el colectivo sin empleo anterior. En Servicios, descendió en casi 40 mil personas, seguido de Construcción e Industria. La cobertura del sistema de protección por desempleo en febrero fue del 55,5%, un punto y medio más que un año antes, y la afiliación a la seguridad social creció en 161.000 personas, cifra récord en un mes de marzo. El número total de ocupados se situó en 17.900.000. Los sindicatos critican la precariedad del empleo y piden más protección para los parados mientras que para la patronal los datos son "esperanzadores".

El Gobierno contempla una tasa de paro por debajo del 17% a finales de 2017, cuando se dan a conocer las cifras del desempleo registrado en el mes de marzo, en las que desciende en 48.560 personas, de forma que la cifra total se ha situado un poco por encima de los 3.700.000 parados, el nivel más bajo de los últimos siete años.

Con cerca de 162.000 altas en la Seguridad Social, centradas en la hostelería y con la mayoría de los sectores creando empleo, batiendo récords en contratos con 1.700.000 indefinidos - en torno al 10% -, y acercándose la Semana Santa, se cierra el primer trimestre del año 2017 sin destrucción de empleo, algo que el Gobierno recuerda no sucedía desde hace 18 años.

Los sindicatos reconocen el repunte, pero se muestran preocupados por la creciente precariedad del mercado de trabajo.