Enlaces accesibilidad
arriba Ir arriba

La economía española comenzaba el año en recesión, la segunda desde que empezó la crisis financiera. Y para cumplir con el objetivo de déficit marcado por Bruselas el Gobierno ha tomado una serie de medidas impopulares pero necesarias: subida del IRPF, subida del IVA, supresión de la paga de Navidad a todos los empleados públicos, la no revalorización de las pensiones con el IPC y recorte del gasto en todos los ministerios. El objetivo: ahorrar 65.000 millones de euros.

El presidente de EE.UU., Barack Obama, advirtió este viernes, 21 de diciembre, de que el país está a "diez días de una tragedia", en referencia al precipicio fiscal, e instó a un acuerdo bipartidista ya que, dijo, "no es el momento de más heridas autoinfligidas". Lo dijo en una breve comparecencia en la Casa Blanca centrada en las negociaciones con los republicanos para evitar la mezcla de subidas de impuestos y recortes de gastos.

La factura total que la reestructuración de la banca española pasará a los contribuyentes será de 52.000 millones de euros, según ha revelado este jueves el vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de la Competencia, Joaquín Almunia. Ese coste total resulta de sumar los 39.000 millones de euros que recibirán ocho entidades del fondo de rescate europeo -de los que responde el Estado español y, por tanto, los contribuyentes- y los 13.000 millones de ayudas públicas españolas del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) que ya han recibido en 2010 y 2011.

El expresidente de Bancaja, José Luis Olivas, ha manifestado que el exgobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, le conminó en 2010 a integrar esta entidad en Bankia y ha añadido que lo aceptó por la amenaza de que pudiera ser intervenida. De esta forma, Olivas ha corroborado lo manifestado por Rato durante su comparecencia en el Congreso el pasado mes de julio. Ha explicado que en un principio se negó a la fusión porque los datos de la entidad en 2009 eran "buenos" y no existía "necesidad", al tratarse de un banco más saneado que la media del sector, aunque no tuvo más remedio que aceptar porque, según ha dicho textualmente, "el regulador tiene mucho poder".