En el primer acto oficial y público este año del Jefe del Estado, la Pascua Militar, Felipe VI pidió una reacción valiente, unida y firme contra el terrorismo y en defensa de nuestro modelo de convivencia.
La amenaza yihadista es también una de las principales preocupaciones entre los monarcas europeos. En sus últimos mensajes hablaron de vencer al miedo y de unidad frente al terrorismo, pero también de tolerancia, respeto a la diversidad... y esperanza.
Nada más constituirse el Parlamento -esta misma semana- el monarca se reunirá inmediatamente con el nuevo Presidente del Congreso y de manera urgente comenzará la ronda de consultas con los representantes de los grupos parlamentarios, con la intención de encargar gobierno, una tarea nada fácil ante la dificultad de la formación de mayorías en la Cámara Baja.
Don Juan Carlos representará el jueves al Rey Felipe en la toma de posesión del Presidente de Guatemala. El lunes comienza el juicio del caso Nóos. La defensa de la Infanta insistirá en que se le aplique la doctrina Botín. Los derechos de los niños y la integración centran las audiencias de la Reina Letizia esta semana
Junto a Alfredo Pérez de Armiñán, presidente de Patrimonio Nacional, conocemos mejorlahistoria del Palacio Real de Madrid, residencia oficial de los reyes de España desde 1561 (Carlos III fue el primero que se instaló allí en 1764), aunque los actuales monarcas viven en Zarzuela (08/01/16).
Como cada 6 de enero, los reyes han presidido la Pascua Militar en el Palacio Real, la segunda de Felipe VI como monarca y la primera con un Gobierno en funciones. En su discurso, el rey ha llamado a seguir luchando contra el terrorismo y ha puesto a las Fuerzas Armadas como ejemplo de patriotismo y de defensa de nuestro modelo de convivencia (06/01/16).
Diálogo, compromiso, convivencia y entendimiento pero dentro de la Constitución. Fue el eje central del mensaje navideño del Rey en momentos de incertidumbre política tanto en Cataluña como en el resto de España. Un mensaje con novedosa puesta en escena. Fue en el Palacio Real y no en Zarzuela. Con él puso fin a un año oficial en el que la Corona ha apostado por la unidad, el empleo y la transparencia y ha clamado contra el terrorismo. Resumiremos los principales ejes del discurso de la Corona este año. Pero antes el repaso al mensaje navideño del Rey.
El Palacio Real de Madrid ha sido este año, por primera vez en la historia, escenario del mensaje navideño del rey. Don Felipe arrancó su discurso explicando las razones por las que se ha elegido este lugar histórico, "donde la Corona", dijo, "celebra actos de Estado en los que queremos expresar, con la mayor dignidad y solemnidad, la grandeza de España".
El rey hizo alusión en su discurso de Nochebuena a la necesidad de mantener un crecimiento económico sostenido, al rigor en la vida pública y al horror provocado por los atentados. Además, mencionó la crisis de los refugiados que llegan hasta nuestras fronteras huyendo de la guerra.
El rey Felipe ha comenzado el tradicional mensaje de Navidad llamando a que la “voluntad de entendimiento y el espíritu fraternal” sea lo que marque las relaciones entre los españoles en estos días de incertidumbre política tras los resultados de las elecciones generales. El Jefe del Estado ha afirmado que “sinceramente”, en un momento en el que “vivimos tiempos en los que es más necesario que nunca reconocernos en todo lo que nos une” hay que “poner en valor lo que hemos construido a lo largo de los años” y “ensalzar todo lo que somos, lo que nos hace ser y sentirnos españoles” en un país en el que, como dijo en su discurso de investidura “en la España constitucional caben todos los sentimientos y sensibilidades, caben las distintas formas de sentirse español; de ser y de sentirse parte de una misma comunidad política y social, de una misma realidad histórica, actual y de futuro”.
El rey lanza un mensaje de seguridad en la primacía y defensa de nuestra Constitución y la unidad de España.
Discurso íntegro de Navidad de Su Majestad el Rey 2015, en lengua de signos (24/12/2015).
Los Reyes presidieron en Madrid los funerales por los dos policias asesinados por los talibanes en Kabul. El Rey seguirá desde su despacho la jornada electoral y el recuento de votos. La Reina recibe a los creadores de la campaña solidaria "Un juguete, una ilusión".
Llamamiento del Rey a la convivencia y el entendimiento en el diario ABC donde aseguró que Europa es la mejor garantía para vencer al terrorismo que pretende destruir nuestra civilización
2016 será un año "movido" para la Corona. En lo inmediato, tras las elecciones, inaugurar la legislatura y proponer al Parlamento, Presidente del Gobierno y nombrarlo. En el exterior viajes de Estado al Reino Unido, Japón y, posiblemente, a los países del Golfo.
En España hacer de anfitrión en la visita del nuevo Presidente de Argentina que tomó posesión este jueves en Buenos Aires. Mauricio Macri aceptó la invitación del Rey que en su nombre le llevó Don Juan Carlos.
La Princesa Leonor y la Infanta Sofía protagonizan este año la felicitación de Navidad de los Reyes que mandan un mensaje de futuro y esperanza para el año que entra.
El Tribunal Constitucional, por unanimidad, declara nula la resolución independentista del Parlamento catalán por ser contraria a la Constitución. Un texto que mañana cumple 37 años y que el Rey juró cumplir.
Esta semana se culminó el reencuentro con la comunidad sefardí -cinco siglos después de su expulsión- en un acto solemne de concesión de la nacionalidad española a sus descendientes, con agradecimiento incluido del Rey.
Una semana en la que la Casa Real Británica anunció para el 8 de marzo una visita de Estado de Don Felipe y Doña Letizia al Reino Unido, la primera visita a este país de unos Reyes de España en treinta años.
El Rey Felipe VI preside un homenaje a los sefardíes expulsados en 1492. El acto se ha celebrado en el Palacio Real, en presencia del ministro de Justicia, Rafael Catalá, ante sefardíes retornados de muchos rincones del mundo, representantes de las comunidades judías y parlamentarios que han sacado adelante la ley que permite conceder la nacionalidad española a los descendientes de los sefardíes que tuvieron que marcharse de la Península Ibérica hace cinco siglos.
