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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha defendido este viernes en Pekín durante su visita a China que la política exterior de España "no va contra a nadie" y que es "coherente con lo que han hecho otras administraciones".
"La política exterior de España no va contra nadie, va en defensa del entendimiento entre países, del orden multilateral y del libre comercio", ha explicado en una rueda de prensa al término de su visita en la Embajada española en la capital china.
Sánchez, que llegó el jueves a China en plena guerra comercial del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con este país, ha agregado que el mundo necesita que "tanto China como Estados Unidos hablen".
FOTO: AP Photo/Ng Han Guan
Pedro Sánchez se ha reunido en Pekín con Xi Jinping para estrechar lazos, poniendo de manifiesto que el presidente español ve a China como un socio comercial de la Unión Europea en medio del terremoto desatado por Estados Unidos. Julio Ceballos, consultor de negocios en China, ha estado en Las Mañanas de RNE con Josep Cuní analizando la situación y opina que "en el actual contexto de tensiones comerciales globales, España puede jugar la carta de posicionarse como el interlocutor preferido de China ante la Unión Europea". El entrevistado prosigue, diciendo que hay que "aprovechar esta oportunidad de desempeñar un papel estratégico para fortalecernos, actuando como un puente entre Pekín y la Unión Europea sin desvincularse de la política común hacia el gigante asiático".
Al comparar la estrategia china con la estadounidense, Ceballos cree que el país asiático juega una partida muy diferente a la de Donald Trump: "China está jugando a largo plazo, con temple, con cálculo estratégico, y Trump, en cambio, va de farol en una partida de póker bastante cortoplacista que, me temo, no va a poder sostener", afirma. Además, el consultor no está seguro de que Estados Unidos vaya a penalizar a España por este motivo ya que "cualquier país que se tome en serio a sí mismo mejoraría sus relaciones bilaterales con la segunda potencia mundial", comenta.
- El presidente del Gobierno se ha reunido con su homólogo chino en plena guerra comercial de EE.UU. con el gigante asiático
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- Desde que se establecieron relaciones diplomáticas en 1973, todos los Gobiernos españoles han impulsado los vínculos con Pekín
- La relación entre ambos es muy asimétrica, con un déficit comercial en favor de China
Este viernes, el presidente de España, Pedro Sánchez, viaja a China. Acompañado por el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, y el de Agricultura, Luis Planas, el Jefe del Ejecutivo quiere reforzar los lazos económicos entre ambos países.
Las relaciones diplomáticas entre la República Popular China y España empezaron hace 52 años, cuando el régimen franquista reconoció al Gobierno chino. Desde entonces, todos los Gobiernos españoles, independientemente de su partido, han apostado por fomentar su relación con Pekín. A veces, incluso obviando cuestiones como los derechos humanos o el autoritarismo del Gobierno chino.
Esta es la tercera visita de Sánchez al gigante asiático en tres años, y, aunque ya estaba prevista desde 2024, la reunión llega en plena tensión por la guerra arancelaria desatada por el mandatario estadounidense, Donald Trump.
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La Unión Europea ha dejado claro que su prioridad es negociar con Estados Unidos. Horas después de aprobar la lista de productos a gravar, Bruselas la paraliza durante 90 días, justo después de que Washington anunciara previamente una tregua similar. Esto, sin embargo, no significa que hayan desaparecido todos los gravámenes: Trump mantiene los aranceles del 25% al acero, aluminio y componentes de vehículos europeos, el 10% general y el 145% a los bienes de China.
La Unión Europea y China han acordado analizar la posibilidad de establecer precios mínimos para los vehículos eléctricos fabricados en el país asiático. La propuesta busca ser una alternativa a los altos aranceles que impuso el bloque europeo en 2023.
Un portavoz de la Comisión Europea ha confirmado que las negociaciones ya están en marcha tras una conversación entre el comisario de Comercio de la UE, Maroš Šefčovič, y el ministro chino de Comercio, Wang Wentao.
La UE exige que cualquier acuerdo garantice que los precios mínimos sean tan efectivos como los aranceles actuales, que llegan hasta el 45,3% para algunos fabricantes.
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- Las negociaciones entre el comisario de Comercio de la UE y el ministro chino de Comercio ya están en marcha
- La UE exige que cualquier acuerdo garantice que los precios mínimos sean tan efectivos como los aranceles actuales
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- Uno de los primeros efectos de los aranceles es el aumento de la inflación global
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Los vaivenes en la aplicación de los aranceles de la Administración Trump acaban afectando a la economía global, especialmente a los particulares.
Uno de los primeros efectos en la economía producido por los aranceles cruzados entre Washington y Pekín es un aumento de la inflación global. Los precios aumentan para todos los consumidores, sea cual sea su país de residencia.
En un mundo globalizado donde buena parte de las economías están interconectadas, el sobrecoste arancelario recortará el poder adquisitivo del ciudadano. Este sobrecoste será aún mayor al comprar productos estadounidenses, o ensamblados allí, como un teléfono móvil.
Los aranceles ya encarecen materias primas como el grano. China, al dejar de comprar soja a EE.UU., querrá comprarla en Brasil, que es el mayor suministrador de la UE. Jorge de Saja, director de la Confederación de Fabricantes de Piensos para Animales (Cesfac), aclara que "los fuertes aranceles que China ha impuesto a EE.UU. hace que China vaya a comprar más soja brasileña, lo que reduce aun más los suministro alternativo a la soja americana".
El impacto de una soja o maíz más caros, supone el encarecimiento de los piensos y por tanto la subida del precio de la carne para los consumidores. Este tipo de efectos directos e indirectos pueden hacer rebotar el IPC alimentario.
Los equipos de rescate aún buscan a unos 80 palestinos desaparecidos tras el bombardeo israelí de ayer en un barrio de la ciudad de Gaza. Murieron 35 personas, incluidas varias familias en un ataque a un edificio residencial de varias plantas. Las víctimas quedaron atrapadas durante horas, y aún hay muchos cuerpos bajo los escombros.
La estrategia del ejército israelí es seguir atacando, despoblando y ocupando cada vez más territorio en Gaza. Así lo ha reconocido el ministro de Defensa, Israel Katz: "Estamos dejando a Gaza cada vez más pequeña y aislada", ha sentenciado. Israel ha creado tres grandes corredores de seguridad para fragmentar Gaza, aislarla entre sí y mantener el control militar.
Por otra parte, el presidente estadounidense, Donald Trump, ha amenazado explícitamente y por primera vez con atacar a Irán si fracasan las negociaciones nucleares que empiezan mañana en Omán. Trump ha añadido que ese ataque debería liderarlo Israel.
Nuevo volantazo de Donald Trump. 24 horas después de su último ataque arancelario, el presidente estadounidense ha suspendido las amenazantes tasas aduaneras. Ha sucedido justo después de que la Casa Blanca hubiese negado tajantemente que esto fuera a suceder.
A quien no ha dado ninguna tregua es a China, a quien vuelve a subir unos aranceles que ya van por el 125%. La decisión de Trump tiene dos consecuencias inmediatas: ha detenido la sangría en las bolsas y da un margen de tiempo para los países que quieran negociar con Washington.
Javier Carda, director de Porcelanosa en Vietnam y vicepresidente de la Cámara de Comercio Española en Vietnam, ha estado en Las Mañanas de RNE con Josep Cuní para analizar el impacto de los aranceles de Estados Unidos en las bolsas asiáticas. "Los aranceles se han vivido con sorpresa e incredulidad. Son unos días muy intensos en Vietnam, con muchos encuentros con las autoridades locales y con las empresas", cuenta. Las bolsas de China continental y Hong Kong han registrado fuertes pérdidas tras los aranceles adicionales del 50% impuestos por EE.UU.: "Todos los países de esta región están interconectados. Los aranceles a China están afectando en gran medida a todos esos países", afirma.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha visitado Vietnam para reforzar los lazos económicos entre ambos países en plena guerra arancelaria, una gira por el frente asiático que también tiene parada en China. Javier Carda apuesta por el mercado vietnamita: "Es una economía en crecimiento constante, uno de los mercados más dinámicos del sudeste asiático y para España representa una gran oportunidad", concluye.
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