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El programa Documentos RNE recuerda este sábado uno de los sucesos más famosos de la España negra: el crimen del Expreso de Andalucía. El 12 de abril de 1924, dos ambulantes de Correos aparecieron muertos en el vagón postal de ese convoy.

El crimen, que tenía por objeto el robo de los valores que transportaban, se descubrió en la estación de Córdoba, pero lo había perpetrado horas antes una banda de cinco hombres encabezada por un funcionario del cuerpo (13/11/15).

El hombre de 36 años asesinó a su expareja anoche en plena calle a pocos metros del domicilio de la víctima y delante de la madre que intentó socorrerla y está herida de gravedad. La víctima mortal, Iris de 35 años había denunciado en varias ocasiones a su expareja, llevaba tres años separada y él seguía maltratándola. Agresiones físicas y amenazas también a los tres hijos menores que tenían en común. Con este asesinato ya son 37 las víctimas mortales de la violencia machista este año.

La policía investiga la muerte de un turista chino cuando defendía a su acompañante, que no quería comprar en una joyería a la que habían sido llevados dentro del tour de 'compras forzosas', un recorrido obligatorio en los viajes de bajo coste para incitar a las compras y así completar el sueldo de los guías.

Asunta fue asesinada entre tres y cuatro horas después de la comida. Así lo aseguran los toxicólogos que analizaron los restos de alimentos encontrados en su estómago y que han declarado este martes en el juicio. Los peritos químicos no encontraron restos de antihistamínicos en el cuerpo de Asunta, lo que contradice la versión de los padres sobre los episodios de somnolencia de la niña. Los expertos creen que Asunta había generado tolerancia al Orfidal, después de analizar los restos hallados en el cabello de la niña. Esto avalaría que se la viese caminando por la calle cuando ya habían pasado al menos tres horas desde la ingesta tóxica. Cuando la mataron estaba "gravemente intoxicada" para defenderse.