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Kenia ha sido durante muchos años un ejemplo extraordinario en materia de acogida de refugiados. Más de 600.000 personas procedentes de Somalia, Sudán del Sur y otros países del este de África han encontrado en Kenia la seguridad y la protección que necesitaban. Huían de la guerra, de la hambruna provocada por la sequía o porque eran perseguidas. Ahora, las cosas han cambiado. El viernes pasado el gobierno de Nairobi anunció el cierre de los principales campamentos, alegando que los refugiados representan un lastre económico y un riesgo para la seguridad nacional de Kenia. Hablamos con María Jesús Vega, portavoz de ACNUR en España.

Jadiya tiene diecisiete años, un bebé y un mote cruel: la llaman la "esposa de Boko Haram". Ha conseguido huir del mismísimo infierno: de un secuestro de varios meses a manos del grupo yihadista nigeriano. Ahora vive en un campamento de desplazados y se enfrenta a otra tortura diaria: las demás mujeres la insultan y le pegan. Las "esposas de Boko Haram", como ella, rara vez vuelven con sus familias. Están marcadas por el estigma. 

Cada vez llegan más niñas como Jadiya a los campos de desplazados. Las operaciones del ejército contra Boko Haram están destapando algo que hasta ahora permanecía oculto en los bosques de Nigeria: los terroristas tienen campamentos de esclavas sexuales. Hay miles de niñas secuestradas en cabañas en la selva o en pueblos tomados por los yihadistas. Niñas violadas cada día durante meses. A muchas las obligan a casarse con alguno de los jefes. Es lo que le ocurrió a Jadiya, una niña de cuerpo menudo y voz dulce que ha elegido ese nombre falso para contar su historia ante una cámara de UNICEF.

Cuatro personas han sido rescatadas este jueves con vida tras permanecer seis días bajo los escombros de un edificio que se vino abajo en Huruma, un barrio marginal de Nairobi, en Kenia, y provocó la muerte de al menos 35 personas. A media mañana los servicios de emergencias informaron del hallazgo de una mujer, que fue rescatada pocas horas después, y por la tarde los equipos de rescate sacaron a otras tres personas -otras dos mujeres y un hombre- después de que el Ejército keniano retirara parte de los escombros.

Al menos siete personas han muerto y decenas más están heridas o atrapadas entre los escombros de un edificio de seis plantas que se ha derrumbado en Nairobi. Los equipos de emergencia han rescatado con vida a más de 120 personas. El edificio estaba ubicado en un barrio pobre del nordeste de la capital de Kenia que había sido castigado durante el día por los aguaceros más fuertes que ha sufrido la ciudad desde que empezó la estación de lluvias. Una grúa y varias ambulancias se encuentran en el lugar colaborando en las tareas de rescate, en las que participan también voluntarios sin más herramientas que sus manos, y en medio de escenas de caos y desconcierto que han mostrado algunas televisiones.