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'Kimoi', vuelve el cómic más provocador

  • El joven dibujante Ángel reivindica el espíritu de Crumb y el Underground
  • Temas que combina con lo japonés en sus tiras, no aptas para todos los públicos

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'Kimoi', un cómic de Ángel

En el cómic actual echamos en falta algo de provocación, y cuando la hay suele proceder de autores consagrados como los de Mongolia u Orgullo y satisfacción. Por eso destacamos el trabajo del joven dibujante Ángel (Necróticas), que recupera el espíritu más gamberro y bizarro de Crumb o el Comix Underground norteamericano mezclándolo con la cultura japonesa. Ahora se publica una recopilación de sus tiras: Kimoi (Diábolo ediciones), no aptas para todos los públicos.

El dibujante nos explica lo que significa esa palabreja: “Kimoi es una palabra japonesa que se utiliza para decir que algo es desagradable o asqueroso. Cuando comencé a dibujar las tiras no me había marcado una línea clara de la temática concreta, simplemente iban a ser de humor con chicas japonesas porque me encanta dibujar chicas japonesas. Lo bizarro del contenido me salió sólo, el humor negro es algo que siempre he hecho y en este caso va acompañado de un componente sexual”.

“Lo de llamarlas Kimoi –continúa- es porque le pregunté a mi amiga Natsuko, una chica japonesa que conocí en Londres, que me dijera una palabra japonesa que significara "mal gusto", "extraño" o "bizarro"; yo soy muy flipado y lo que buscaba era algo parecido a la palabra inglesa "weirdo" que usó Robert Crumb para su mítica revista de cómics (ja ja menudo flipado). Entonces ella me dijo "Kimoi" y a mí me pareció que sonaba genial y además era muy sencilla”.

“Es gracioso porque cuando le dije que era para llamar así a mis cómics ella me dijo que no, que de ninguna manera le pusiera ese nombre, que esa palabra era muy fea, al parecer según el contexto donde la uses puede ser un insulto, con lo que a mí todavía me pareció mejor”-concluye Ángel-.

Tira de 'Kimoi'
Tira de 'Kimoi'

Tira de 'Kimoi' Diábolo ediciones

“No es un cómic erótico”

Aunque salgan colegialas japonesas, el sumun del erotismo en el país asiático, Ángel asegura que no es un cómic erótico: “Yo, particularmente no lo veo así, quizás por lo transgresor podría ser erótico pero no creo que mis tiras exciten al lector de la forma que otros cómics eróticos lo hacen. Yo lo definiría como un cómic de humor para adultos, pero lo de adultos no es porque se hable de sexo o aparezcan imágenes de contenido sexual sino porque es necesario tener una mentalidad adulta para poder entenderlo, para saber dónde está el chiste y de lo que te estás riendo en realidad. Últimamente parece que nuestra sociedad va al revés, a que nos digan, como a niños, lo que está bien y mal sin que nosotros nos paremos a pensar”.

Ángel reconoce que el cómic “Puede herir sensibilidades. Está claro que cuando tratas este tipo de temas hay gente a la que no le puede gustar o incluso afectar, y están en su total derecho. Pero también es cierto que esa gente no se va a comprar el tebeo. En cuanto a reacciones adversas, la verdad es que no, no sé, tampoco creo que lo que hago sea tan bestia como para eso”.

En cuanto a los protagonistas, “Las tiras son independientes y no suelen estar relacionadas –asegura el dibujante-, son como chistes sueltos, pero sí que hay unos personajes recurrentes que aparecen de vez en cuando. Un conejito y un elefantito que son dos grandes consumidores de porno. Además, por supuesto, siempre que puedo aparecen chicas japonesas, me encanta dibujarlas”.

Tira de 'Kimoi'
Tira de 'Kimoi'

Tira de 'Kimoi' Diábolo ediciones

Se inspira en los grabados japoneses

La temática te puede gustar o no, pero de lo que no cabe duda es que Ángel es un estupendo dibujante. “Lo que más me ha influido desde siempre –asegura- ha sido el estilo de dibujo japonés, más concretamente lo que se conoce como el "Ukiyo-e", los grabados japoneses del periodo Edo. Cuando era pequeño mis padres tenían en su cuarto un cuadro grande con dos geishas dibujadas en este estilo, y ese cuadro siempre me fascinó, me encantaba como estaban dibujadas, esa línea tan delgada, el dibujo limpio, las caras alargadas, las manos sinuosas. Luego descubrí que era un grabado de Hokusai, que es considerado uno de los artistas más importantes de este estilo"

“En lo que más me ha influido la cultura japonesa es en el dibujo, la línea clara y sencilla –continúa el autor-. En cuanto al contenido me fui introduciendo en lo japonés con la película The Ring, que para mí fue toda una revelación, a partir de ahí empecé viendo mucho terror japonés y de ahí pasé a las series japonesas pero no de anime, sino con actores reales, que también fueron una sorpresa para mí, puesto que no tienen nada que ver con las series occidentales”.

“En cuanto al manga –añade Ángel- recuerdo que el que más me impacto fue un manga muy inusual que sacó Norma hace años llamado Gamma El hombre de hierro de Yasuhito Yamamoto, la vida de un hombre casado y como se enfrenta a los problemas diarios pero tratado de una forma muy loca. En realidad no soy ningún experto de la cultura japonesa, y lo que me suele gustar son las cosas más extrañas y bizarras de su cultura”.

Tira de 'Kimoi'
Tira de 'Kimoi'

Tira de 'Kimoi' Diábolo ediciones

Clowes, Burns y Crumb

Lo curioso es que, como confiesa el propio Ángel, sus mayores influencias artísticas no son japonesas: “Pues después de tanto hablar de Japón va a sonar raro, pero realmente lo que más me ha influenciado en mi dibujo es el llamado cómic underground americano, en concreto Daniel Clowes, Charles Burns y Robert Crumb, sobretodo Clowes. Me encanta el hieratismo que le da a los personajes, esos planos frontales mirando directamente al espectador, esas gotitas de sudor, es algo que si lees mis tebeos lo ves enseguida”.

Ángel comparte con esos grandes autores la inquietud para tratar grandes temas a través del cómic: “Aunque haga humor, en muchas de mis tiras al final lo que trato es el aislamiento del individuo, su relación con otras personas –confiesa-. Voy a tratar de explicarlo con una de mis tiras. Hay una en la que al conejito protagonista le regalan por su cumpleaños a su actriz favorita porno, a la chica real, de carne y hueso, entonces él se da cuenta de que ya no necesitará ver más pelis porno, ni meterse en internet para ver porno, y de repente sale corriendo y se lleva las pelis en lugar de a la chica real, es el aislamiento total, no necesito a los demás para vivir, a través del ordenador me relaciono con el mundo. En realidad es algo terrible aunque parezca un chiste”.

Tira de 'Kimoi'
Tira de 'Kimoi'

Tira de 'Kimoi' Diábolo ediciones

En cuanto a la ausencia de color en la mayoría de sus tiras, Ángel asegura: “Para mí el cómic es blanco y negro, todos los cómics que me gustan, que me vuelven loco, que me dan la vida son en blanco y negro: Clowes, Burns, Crumb, Shelton, Bagge, Michael DeForge, el Maakies de Tony Millionaire, Miguel Angel Martín, el manga es blanco y negro. Es curioso porque en un principio parece que el color es más atractivo pero para mí, lo que realmente me seduce es el blanco y negro. Incluso los primeros cómics de superhéroes que leí eran en blanco y negro, aquellos míticos de ediciones Vértice”.

Si queréis seguir el trabajo de Ángel es fácil: “Voy colgando cosas en mi blog, http://necroticasmucopurulentas.blogspot.com.es/ y ahora mismo estoy dibujando una historieta de 9 páginas para el especial Casas encantadas de la revista de terror Cthulhu”.

Portada de 'Kimoi'
Portada de 'Kimoi'

Portada de 'Kimoi' Diábolo ediciones