70 años del encuentro entre Franco y Hitler en Hendaya

• Abordaron la posible participación española en la II Guerra Mundial
• La Conferencia de Hendaya decepcionó a los dos dictadores

Encuentro entre Franco y Hitler en Hendaya el 23 de octubre de 1940

Ocho minutos tarde llegó el general Franco al encuentro con Adolf Hitler en Hendaya el 23 de octubre de 1940: el dictador español fue a la cita con el propósito de obtener los territorios del Marruecos francés a cambio de la entrada de España en la Segunda Guerra Mundial del lado alemán. Después de siete horas de reuniones, ninguno de los dos jefes de Estado acabó satisfecho. Sin embargo, España firmó un tratado de adhesión no beligerante al Eje (Berlín-Roma-Tokio).

El entonces ministro de Exteriores, Ramón Serrano Suñer, que acompañó a Franco a Hendaya, aseguraría en RNE que "a Hitler sólo le interesaba la conformidad de España para intervenir en la guerra (...) y cuando Franco explicó al Führer que quería como botín el Marruecos francés y parte de Argelia, Hitler se negó en redondo porque él estaba ilusionado en una aproximación a la Francia ocupada".

Se conserva un 20% de las actas oficiales

Del contenido exacto de la Conferencia de Hendaya sólo se dispone de las actas oficiales alemanas incompletas, que apenas cubren el 20% de lo dicho. No se sabe qué ocurrió. Una hipótesis es que Hitler, decepcionado con el curso que fueron tomando las relaciones bilaterales, dio la orden de destruirlas. La otra hipótesis es que quizá Hitler desconfiara de España, temiendo que esas actas pudieran filtrarse al régimen colaboracionista francés de Vichy o a los británicos, que de seguro usarían esa información para levantar al África francesa contra Alemania.

España no entró en guerra porque, según algunos, planteó a Hitler exigencias inaceptables. Para otros, Franco estaba deseando entrar en la contienda, pero se pasó de ambicioso. El dictador se había reunido días antes del encuentro en Hendaya con seis generales, que le plantearon la situación desastrosa del ejército español tras la Guerra Civil, especialmente en la aviación y marina. España dependía para sobrevivir de la llegada de alimentos y combustible por vía marítima, que dominaba el Reino Unido.