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Música

Bob Dylan hace escala en España con su 'gira interminable'

  • El cantautor inicia en Salamanca una gira de seis conciertos en España
  • Dylan prolonga así el 'Never Ending Tour' que inició en 1988

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Bob Dylan, durante el concierto ofrecido en 2012 en el Festival Internacional de Benicássim, en Castellón
Bob Dylan, durante el concierto ofrecido en 2012 en el Festival Internacional de Benicássim, en Castellón.

El cantantautor estadounidense Bob Dylan regresa este sábado a España, donde ofrecerá una serie de seis conciertos en Salamanca (24 de marzo), Madrid (26, 27 y 28) y Barcelona (30 y 31). Después de iniciar su gira en Portugal este jueves, Dylan ofrecerá varios recitales en otros países europeos como Italia, Suiza, Alemania, República Checa y Austria hasta finales de abril.

Dylan prolonga así durante 26 conciertos más el llamado 'Never Ending Tour', la gira sin fin que inició en Concord (California, Estados Unidos) el 7 de junio de 1988 y con la que, hasta la fecha, ha ofrecido más de 2.870 recitales casi sin descanso. De hecho, si no hay suspensiones, en este tramo europeo logrará la cifra redonda de 3.000 conciertos.

La idea del 'tour interminable' no parece premeditada. De hecho, el premio Nobel de Literatura ha rechazado en ocasiones la validez de este término pero es cierto que, en estas tres décadas, el cantautor no ha dejado los escenarios y el año que menos conciertos ha ofrecido ha superado el medio centenar.

Además, llama la atención ver a Dylan, a sus 77 años, subirse al escenario prácticamente noche tras noche mientras estrellas mucho más jóvenes -no digamos ya sus compañeros de generacion- se toman largos períodos de descanso entre gira y gira, generalmente justificadas con el lanzamiento de un nuevo disco,

Porque eso es lo más llamativo de esta historia: Dylan no necesita nuevo disco para salir a la carretera, sencillamente porque vive en ella.

España, una visita frecuente

En estos casi 3.000 conciertos, el premio Nobel ha visitado un total de 52 países de cuatro continentes -nunca ha tocado en un país africano-. Estados Unidos es su escenario habitual, con más de 1.700 conciertos en este período, muy por delante de otros como Reino Unido (152), Canadá (143) o Alemania (134). España no está mal situada en esta relación, con 61 conciertos de 'Never Ending Tour', que serán 67 al final de esta serie de recitales.

Aunque Madrid y Barcelona han sido las plazas más visitadas, son numerosas las ciudades españolas que han tenido el privilegio de presenciar a Dylan en directo: Jaén, Motril, Alcalá de Henares, o Cuenca, por citar solo algunos ejemplos de escenarios poco acostumbrados a recibir a estrellas internacionales del pop y el rock. Incluso fue cabeza de cartel en el Festival Internacional de Benicàssim 2012.

La primera vez que Dylan pisó un escenario español fue el 26 de junio 1984, en el Estadio del Rayo Vallecano; dos días después el bardo de Minnesota actuó en Barcelona. El cantautor acababa de dejar atrás la llamada etapa cristiana (con discos como Slow train coming, Saved y Shot of love) y llegaba a España con Carlos Santana como telonero. Entre un gran despliegue de fuerzas de seguridad, unas 25.000 personas abarrotaron el estadio madrileño, incluidos varios ministros socialistas del momento (Solana, Ledesma, Amunia y Serra), según las crónicas de la época.

Tras aquellas visitas iniciales, el artista estadounidense ha regresado a España con cierta regularidad, coincidiendo con una de sus mejores etapas creativas, la que arranca en 1997 con Time out of mind y que incluye grandes discos como Love and theft o Modern times.

Un giro en su carrera

Cada vez más interesado en la música de raíces, como el blues o el jazz, en los últimos años Dylan ha dado un giro inesperado en su carrera grabando brillantes discos de versiones. Empezó en 2015 con Shadow of the night, que recorre el repertorio de Frank Sinatra -llevado a su terreno, eso sí-, al que han seguido Fallen angelsTriplicate, ambos dedicados a repasar el cancionero estadounidense de las décadas previas al debut del propio Dylan.

Lejos de satisfacer el impulso nostálgico de sus fans, en directo Bob Dylan suele reinterpretar sus éxitos -incluso hasta hacerlos irreconocibles- y dejarse en el tintero temas clásicos. Un ejemplo es "Like a rolling stone", una de sus composiciones más celebradas, que ha desterrado de su repertorio en los últimos años.

Pero hay que tener en cuenta que Bob Dylan es uno de los pocos mitos de los 60 que aún podemos disfrutar encima de un escenario. Por eso es recomendable no dejar pasar la oportunidad de poder verle en directo, al menos una noche más.