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Elio Berhanyer: "Tuve el corazón negro pero vuelvo a tenerlo rojo"

  • El modisto de 88 años recibe un homenaje en su ciudad natal
  • Tras la muerte de su padre estuvo 40 años sin regresar a Córdoba
  • Sigue pensando en reflotar su firma con otro diseñador
  • Berhanyer muy emocionado dice sentirse querido por la profesión

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Córdona rinde homenaje a Elio Berhanyer a sus 88 años.
Córdona rinde homenaje a Elio Berhanyer a sus 88 años.

Escampa y las nubes se apartan para el sol brille y caliente la ciudad. Córdoba se ilumina para recibir a Elio Berhanyer que nos atiende en un patio con mucha historia soleado rodeado de plantas. Faltan pocas horas para que comience el homenaje que le brinda la tierra que lo vio nacer. Está tranquilo. “Yo nunca estoy nervioso, nunca. Ni cuando presentaba mi trabajo en los desfiles, ¡estoy muy seguro de mí mismo siempre!”.

Este decano de la moda – tan solo Hubert de Givenchy le supera en edad- tiene 88 años y vuelve a su tierra con otra energía. Lo hace contento, orgulloso. Ya ha hecho las paces con este lugar que hace muchos años le rompió el corazón. Aquí fusilaron a su padre, Juan Berenguer Lobo, cuando tenía 40 años. Es la persona que más ha querido en la vida. Su ausencia sigue hoy muy presente.

“Me fui de aquí y estuve 40 años sin volver, y solo volví cuando me apacigüé”, dice sobre los años más duros de su vida. Elio Berenguer creció en una familia de piconeros ("en Córdoba eres platero, piconero o torero") y recuerda la copla de Imperio Argentina cuando se abre en canal y dice: “Tuve el corazón negro mucho tiempo pero luego regresé y lo volví a tener rojo”.

Córdoba rinde tributo al decano de la costura española. EFE noticias

Córdoba ahora le rinde tributo en forma de abrazo, acompañado por su familia, sus hijos, sus nietos, su cuñado Antonio que es como su sombra. Un evento presentado por Agustín Bravo y Mónica de Tomás, que ha trabajado durante 13 años junto al modisto, como modelo de pruebas y de pasarela. Una mujer que atesora una pequeña pero importante colección de costura firmada por Berhanyer. "Es un visionario, tengo vestidos de finales de los 50 que me pongo todavía, su elegancia es atemporal", dice.

También, compañeros como Juana Martín y Modesto Lomba, presidente de ACME (Asociación de Creadores de Moda de España) que ha colaborado en el homenaje. “Yo y otros diseñadores de mi generación hemos crecido a la sombra de la figura de Elio”. Además, Sonsoles Díaz de Rivera, una de sus clientas, y Helena López de Hierro, directora del Museo del Traje, lugar que acoge una potente colección de Berhanyer.

“Esta es la noche más hermosa de mi vida”. Elio hablaba con lágrimas en los ojos y con la voz entrecortada se arrancó a cantar en varias ocasiones: “Faja de ‘sea’ lleva mi piconero, y un marsellé ‘bordao’ de terciopelo, de terciopelo, madre y en el sombrero, una cinta que dice por ti me muero, por ti me muero. ¡Córdoba, por ti me muero”, gritaba al final.

Berhanyer tuvo una cátedra de moda en Córdoba durante siete años. EFE noticias

Los homenajes -como el que ahora recibe en el Real Círculo de la Amistad, fundado en 1854- son muestras de cariño pero también puertas que se abren al recuerdo y la nostalgia. “Tengo muy buena memoria, prodigiosa, y guardo muchos recuerdos, los malos y los buenos, aunque te diré que en mi vida ha habido pocas cosas malas y muchas buenas”.

Es entonces cuando revisa su archivo personal y recuerda todo lo que ha vivido. Elio repasa sus años gloriosos y viaja a los años 60. “He mostrado mi trabajo en 64 capitales y en Dallas reprodujeron la Mezquita de Córdoba para una de mis presentaciones. He conocido a la reina de Inglaterra, a los duques de Windsor y he sido amigo íntimo de Dalí”, revela. “He conocido a todos los jefes de estado que he visitado pero no por iniciativa mía, eran ellos los que me llamaban”.

El modisto en el Real Círculo de la Amistad de Córdoba. EFE noticias

Elio vive instalado en el ayer porque cualquier tiempo pasado fue mejor. “El pasado no existe. El pasado es mi presente, está muy presente en mí. Yo vivo el pasado como si fuera hoy”; y el hoy pasa por reflotar su firma. “Las marcas no mueren, muere el diseñador”, dice, y con una pícara sonrisa deja caer que lleva tiempo pensando en la persona que perpetuará su casa. “Me gustaría que fuera alguien de Córdoba”, dice. Nombramos a Alejandro G. Palomo, de Palomo Spain, pero dice que no sabe quién es. También descarta a alguien de la cátedra de moda que durante siete años ha dirigido en la Universidad de Córdoba.

“Por la cátedra volví, quería hacer cosas por Córdoba, mi ciudad, y enseñar a los alumnos todo lo que yo he aprendido en mi vida”. Dice orgulloso mientras acaricia la Medalla de Andalucía que lleva colgada del cuello. “Me han dado todos los premios”, dice orgulloso. Desvela que Juan Ramos Iborra está escribiendo su biografía y habla con timidez de que estuvo cerca de tener el premio Princesa de Asturias. “Creo que lo van a intentar otra vez”, dice. “Al final de mi vida lo que he conseguido es que me quiera la gente”.