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Coque Malla se rodea de amigos para ofrecer una noche irrepetible en Madrid

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Coque Malla y Dani Martín, durante su concierto en el Teatro Nuevo Alcalá de Madrid
Coque Malla y Dani Martín, durante su concierto en el Teatro Nuevo Alcalá de Madrid.

Coque Malla es un artista que todavía sigue levantando suspicacias entre cierto sector de los aficionados a la música española. Muchos lo relacionan únicamente con aquel jovenzuelo, casi un adolescente, que a finales de los 80 irrumpió con su grupo Los Ronaldos durante los estertores de la Movida madrileña con canciones directa y sencillas. Un legado que, sin embargo, convendría repasar pues discos como Sabor salado, Cero o Saca la lengua tienen todavía mucho que ofrecer, más allá de los consabidos -y a veces manidos- éxitos.

Pero en los últimos años ha emergido un nuevo Coque Malla: desde la publicación en 1999 de su primer disco en solitario, Soy un astronauta más, su carrera ha ido profundizando por nuevos caminos hasta desembocar en El último hombre en la Tierra (2016), lo mejor de su producción hasta la fecha.

Para celebrarlo, Coque Malla se rodeó de amigos este martes en el Teatro Nuevo Alcalá de Madrid con el objetivo de grabar un disco y vídeo en directo con el que dejar constancia del estupendo momento de forma que vive el madrileño. Un concierto "irrepetible", como rezaba el cartel del evento, con todo el papel vendido y diseñado de forma especial para la ocasión.

Un recital que supone un hito en la carrera un músico que, sobre todo con su último trabajo, está logrando quitarse la vitola de ex líder de Los Ronaldos para ser, simplemente, Coque Malla, un artista cada vez más completo.

Rodeado de una solvente banda, reforzada para la ocasión con cuerdas y metales, el madrileño -camisa roja y chaleco negro- arrancó la noche con "Escúchame", un tema de su reciente producción, que deja a las claras por dónde van los tiros: guitarras cuidadas, delicadeza e intensidad a partes iguales y un Coque Malla que se siente como en casa encima de un escenario.

Drexler, Ferreiro, Dani Martín y más

Tras una sublime "Quiero volverte a ver" apareció el primer invitado de la noche: Jorge Drexler, con quien interpretó mano a mano "Santo, santo", uno de los temas más populares de El último hombre en la tierra.

"Berlín" y "La carta" fueron el inmejorable preludio de otra de las apariciones estelares de la noche, el guitarrista Amable Rodríguez, que participó en uno de los temas más contundentes del repertorio, "Todo el mundo arde", que concluye con un espectacular duelo de guitarras entre Rodríguez y Toni Brunet, impecable toda la noche a las seis cuerdas.

Coque Malla colgó el cartel de 'No hay billetes' en su concierto de Madrid

Coque Malla colgó el cartel de 'No hay billetes' en su concierto de Madrid Alberto León

"Pétalos, sonrisas y desastres" nos dejó quizá el momento más emotivo del concierto, sin duda una de las canciones más bellas de cuantas ha compuesto el madrileño. Como contraste, la arrolladora salida a escena de Dani Martín levantó por primera vez al público de sus asientos con una celebrada "Guárdalo", una de las pocas concesiones al legado de Los Ronaldos.

"La hora de los gigantes" fue el preludio a la entrada en escena de otro de los invitados, Iván Ferrereiro, que hizo suya "Me dejó marchar", una composición que se adapta como un guante a la voz del gallego, quien luego repetiría con "Termonuclear".

Conexión con Neil Hannon

"El último hombre en la Tierra" y "Hace tiempo" mantuvieron el altísimo nivel, que se disparó con la entrada en escena de Neil Hannon. El músico escocés, líder de The Divine Comedy, y Coque Malla parecen haber conectado a la perfección y prueba de ello fueron los dos temas en inglés que se marcaron sobre el escenario del Teatro Nuevo Alcalá: "My beautiful monster" y "Absent friends".

Una versión pausada de la coreada "No puedo vivir sin ti" fue la antesala de "Hasta el final", uno de los temas más sólidos de la carrera del ex de Los Ronaldos, que sirvió además como cierre del concierto.

Pero había más, por supuesto. Haciéndose de rogar, y con cambio de vestuario incluido, Coque Malla y su banda regresaron para los bises con "La mujer sin llaves" -el tema que, según dijo, le impulsó a iniciar su carrera en solitario-, para despedirse con "La señal", un inmejorable final para un concierto irrepetible que quedará inmortalizado para la historia.

Coque Malla es, hoy, uno de los autores más interesantes de la música popular en España. Sus temas ya no rompen en las listas de éxitos ni suenan en las radiofórmulas. Pero a sus 48 años, el madrileño ha conseguido que se le escuche y se le valore por fin como lo que es, uno de los grandes nombres de la música en castellano. Más allá de cualquier prejuicio.