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El presidente filipino pide perdón a la comunidad judía tras compararse con Hitler

  • Duterte puso al Holocausto como modelo en su campaña contra el narcotráfico
  • Dijo que quería "masacrar" a los drogadictos como hizo el líder nazi con los judíos
  • La comparación generó una protesta formal de Alemania y críticas internacionales

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El presidente filipino, Rodrigo Duterte, en una imagen de archivo
El presidente filipino, Rodrigo Duterte, en una imagen de archivo

El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha pedido perdón a la comunidad judía por su comentario en el que se comparó con Adolf Hitler y puso al Holocausto como modelo para su violenta campaña contra el narcotráfico.

Duterte dijo el viernes que le "gustaría masacrar" a los tres millones de drogadictos que hay en el país, tal como el líder nazi hizo con millones de judíos, para "salvar a la próxima generación de la perdición".

"Jamás hubo la intención por mi parte de denigrar la memoria de los seis millones de judíos asesinados por los alemanes", ha dicho el mandatario en la inauguración de un festival en Negros Occidental, en el centro del archipiélago.

"Pido disculpas de forma honda y profunda a la comunidad judía", ha añadido Duterte, según la televisión GMA.

Protesta formal de Alemania y rechazo internacional

La comparación que hizo Duterte provocó la presentación de una protesta formal de Alemania ante la embajada filipina en Berlín, el rechazo de la ONU y críticas de Estados Unidos, que calificó sus palabras de "profundamente perturbadoras".

El portavoz de la presidencia filipina, Ernesto Abella, ya matizó ayer esas declaraciones, a las que calificó como una referencia "oblicua" a Hitler y al Holocausto.

Duterte defiende como necesaria la campaña que inició en junio para acabar con el tráfico de drogas en el país, que según cifras oficiales ha causado más de 3.500 muertos, pese a las críticas de la ONU, EE.UU., la Unión Europea y organizaciones de defensa de los derechos humanos.

El mandatario ganó holgadamente las elecciones con la promesa de acabar con el narcotráfico en los primeros seis meses de mandato, y desde entonces ha instado en numerosas ocasiones a la Policía y los ciudadanos a matar a narcotraficantes y consumidores de drogas.

Asimismo, un exsicario acusó a Duterte de haber ordenado varios asesinatos y atentados en mezquitas cuando era el alcalde de la ciudad sureña de Davao, cargo que ha ostentado durante más de dos décadas.

Esta no es la primera polémica que protagoniza el líder filipino. A principios de septiembre el presidente Barack Obama canceló una reunión que tenía con Duterte después de que este le llamase "hijo de puta".