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Inaugurado el nuevo túnel ferroviario de San Gotardo, en los Alpes suizos, el más largo y profundo del mundo

  • Tiene una longitud de 57,1 kilómetros y una profundidad máxima de 2,3 km
  • La tuneladora utilizada es tan larga como cuatro campos de fútbol juntos
  • Los 28,2 millones de toneladas de piedra excavada se han podido reutilizar

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Inaugurado el nuevo túnel ferroviario de San Gotardo, en los Alpes suizos, el más largo y profundo del mundo

El túnel ferroviario de San Gotardo, en los Alpes suizos, se ha inaugurado con dos récords mundiales bajo el brazo: el de longitud y el de profundidad. El túnel mide 57,1 kilómetros de largo y alcanza una profundidad máxima por debajo de la roca de 2.300 metros, una proeza técnica que ha requerido 17 años de trabajos y ha costado unos 11.000 millones de euros.

La máquina tuneladora utilizada para perforar el túnel es tan larga como cuatro campos de fútbol juntos (más de 400 metros) y prácticamente la totalidad de las 28,2 millones de toneladas de piedra excavada se han podido reutilizar. Una parte fue transformada en hormigón para emplear en el propio túnel y otra sirvió para otras obras en la misma región.

Las obras ocuparon a 2.400 obreros repartidos en tres turnos durante las 24 horas del día y siete días a la semana, que tuvieron que soportar temperaturas de hasta 50 grados en el interior del túnel. En total, considerando las pasillos y galerías de aireación y de seguridad, la extensión de la obra es de 152 kilómetros. En el túnel se instalaron 290 kilómetros de vía y 380.000 traviesas, entre otros elementos.

El nuevo túnel permitirá la circulación diaria de 325 trenes, de los que unos 260 podrán ser de carga y 65 de pasajeros. Los primeros podrán alcanzar una velocidad máxima de 160 kilómetros por hora, mientras que los segundos cruzarán a una velocidad media de 200 kilómetros por hora, aunque podrán llegar a los 250.

Un cartel anuncia el récord mundial del nuevo túnel ferroviario de base de San Gotardo

Un cartel anuncia el récord mundial del nuevo túnel ferroviario de base de San Gotardo. Laurent Gillieron

Esta nueva vía ferroviaria adicional a los existentes túneles de San Gotardo (uno de circulación viaria y otro de circulación ferroviaria) ha empezado a funcionar en periodo de prueba, lo que incluye recorridos de rodaje y el paso de los primeros trenes comerciales. Desde octubre de 2015 ya se han efectuado 300 recorridos de prueba. El inicio de la explotación comercial plena está previsto para el próximo 11 de diciembre.

Los líderes de Alemania, Austria, Italia y Francia, vecinos de Suiza, han acudido a la inauguración del túnel y han elogiado a este país por haber culminado esta colosal obra, que favorece la unidad de Europa, dentro de los plazos y con el presupuesto previstos. En un periodo en el que la crisis de refugiados ha puesto en entredicho el principio de fronteras abiertas dentro de la Unión Europea, los dirigentes políticos han agradecido a Suiza por poner en funcionamiento una infraestructura que unirá más el norte con el sur y el este con el oeste del continente.

Durante la ceremonia oficial de inauguración, a la que han acudido 1.100 asistentes, ha circulado una plataforma rodante que ha servido de escenario a un espectáculo de danza contempóranea. Los bailarines vestidos con monos naranjas de obreros de la construcción han representado con sus movimientos el esfuerzo para excavar el túnel.

Un momento del acto de inaguración del túnel de San Gotardo

Un momento del acto de inaguración del túnel de San Gotardo. Ruben Sprich

A modo de comparación, el túnel de San Gotardo de circulación viaria, que une desde 1980 las localidades suizas de Göschenen y Airolo a través de los Alpes, tiene una longitud de 15 kilómetros y es utilizada cada año por cinco millones de coches y 900.000 camiones.

El nuevo túnel discurre por debajo del viejo túnel ferroviario que se extiende por 17 kilómetros y está operativo desde 1882. El túnel de base de San Gotardo fue ideado por primera vez en 1947 por el ingeniero y planificador de transportes suizo, Carl Eduard Gruner, y ha costado más de 12.000 millones de francos suizos (unos 10.849 millones de euros al cambio actual).