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Detenido el primer soldado por la matanza del "Domingo Sangriento" en el norte de Irlanda

  • Se trata de un exmilitar de 66 años que ha sido arrestado por el asesinato de 14 civiles
  • Es la primera detención desde la investigación lanzada en 2012 por el Gobierno británico

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La matanza del 'Domingo Sangriento' acabó con 13 manifestantes muertos a manos de paracaidistas militares británicos.
La matanza del 'Domingo Sangriento' acabó con 13 manifestantes muertos a manos de paracaidistas militares británicos.

Un exsoldado de 66 años ha sido detenido este martes por la matanza de 14 manifestantes en Londonderry, Irlanda el Norte, en 1972, conocida como el "Domingo Sangriento", según ha informado este martes el ministerio de Defensa británico.

Se trata del primer militar detenido por aquellos hechos tras la investigación puesta en marcha por la policía en 2012.

"Tenemos constancia de que un soldado fue detenido por la policía norirlandesa en conexión con su investigación de los acontecimientos del Domingo Sangriento", ha dicho un portavoz del ministerio de Defensa.

El arresto "marcó una nueva etapa en investigación", ha reconocido Ian Harrison, el inspector jefe al frente del caso.

La investigación más larga y costosa

El domingo 30 de enero de 1972, las tropas británicas abrieron fuego durante una marcha no autorizada en el Bogside, una zona nacionalista de Londonderry. Ellos mataron a 13 personas e hirieron a 14, uno de los cuales murió más tarde. Las víctimas eran todas católicos desarmados.

La investigación de 2010 fue la más larga -un total de doce años- y la más costosa -195 millones de libras (234 millones de euros)- de toda la historia legal británica y concluye que ninguna de las 14 personas asesinadas aquel día llevaban armas de fuego y que los soldados no dieron ningún aviso previo antes de comenzar a disparar contra la multitud.

Una investigación de 2010 -la más cara y la más larga de la historia legal británica- concluyó que los civiles habían muerto sin justificación y que no planteaban ninguna amenaza, reconoció el primer ministro británico, David Cameron, que pidió disculpas por los asesinatos.

Más de 3.600 muertos

Los asesinatos cambiaron el curso de los violentos sucesos que estallaron a finales de 1960, que impulsaron al IRA a una violenta campaña para que el Norte de Irlanda se separara del Reino Unido y se convirtiera en parte de la República de Irlanda.

Un acuerdo de paz de 1998, negociado después de la muerte de más de 3.600 personas, puso fin en gran medida al conflicto que enfrentó a una mayoría de católicos, que quería una Irlanda unida, en contra de los Unionistas, en su mayoría protestantes, que querían seguir siendo parte del Reino Unido.