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EE.UU. y la UE cierran otra ronda sobre el TTIP con progresos en el acceso a los mercados y los aranceles

  • La undécima ronda en Miami acaba con progresos "sustanciales"
  • Coinciden en que están en un nivel comparable de cobertura de tarifas

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Undécima ronda de negociaciones en Miami sobre el Tratado Transatlántico de libre comercio e inversiones (TTIP)
Undécima ronda de negociaciones en Miami sobre el Tratado Transatlántico de libre comercio e inversiones (TTIP).

Estados Unidos y la Unión Europea (UE) han cerrado en Miami con "progresos sustanciales" la undécima ronda de negociaciones para lograr un gran acuerdo en el tratado de libre cambio e inversiones (TTIP), especialmente en el área de acceso a los mercados y aranceles.

"Durante esta ronda hemos hecho progresos sustanciales en el acceso a los mercados para las compañías europeas y estadounidenses", así como en el área de regulación de aranceles, destacó en una teleconferencia el jefe negociador de la UE, el español Ignacio García Bercero.

Tras una semana de negociaciones, el jefe de la delegación europea y su homólogo estadounidense, Dan Mullaney, coincidieron en que ambos bloques se encuentran "ahora" en un "nivel comparable en términos de cobertura de tarifas", un "paso" clave, consideraron, para "eliminar" la "gran mayoría" de estas.

En concreto, Mullaney se mostró muy "alentado" por el "buen progreso hecho" en la ronda de negociaciones del Tratado Transatlántico de libre comercio e inversiones (TTIP), para la "construcción de un modelo de acuerdo comercial que abra oportunidades" y "elimine cosas superfluas e innecesarias".

Reducción de las regulaciones innecesarias

Estas negociaciones, prosiguió el jefe de la delegación estadounidense, entrañan un "ambicioso compromiso" que servirá para "eliminar no solo las barreras comerciales convencionales", sino que supondrá, afirmó, una "reducción significativa del impacto de las regulaciones innecesarias en el comercio transatlántico".

"Estamos comprometidos en alcanzar estos objetivos", al tiempo que "mantenemos los altos estándares de salud, seguridad de consumidores y protección del medioambiente", aseguró Mullaney.

Prueba de la excelente marcha de las negociaciones es que ambos negociadores confían en que el TTIP esté listo durante el mandato del presidente estadounidense, Barack Obama, que concluye en 2016.

Impacto en las empresas y los consumidores

En la teleconferencia, los negociadores de ambos bloques se refirieron al "inmediato impacto" que tendrá el TTIP en las compañías a uno y otro lado del Atlántico y en los consumidores, los cuales se "beneficiarán de precios más bajos y más opciones", precisó el español.

En este contexto, García articuló un conjunto de materias tratadas, tales como el área de servicios, en la que los negociadores han "intercambiado de puntos de vista" sobre las ofertas presentadas en julio pasado.

Sin detallar el tipo de ofertas presentadas, el delegado europeo se refirió a "propuestas industriales" y otras que resultan "clave para determinar quiénes son los que se benefician del acuerdo preferencial". Expresó su convicción de que el acuerdo conllevará una gran "simplificación para los importadores y exportadores" estadounidenses y europeos.

En cuanto al área de regulaciones, los negociadores de ambos bloques "han sido instruidos para dar un impulso adicional" a este sector y concretar una "fuerte alianza de cooperación" que se traduzca, por ejemplo, en un mecanismo de ayuda para las compañías, "especialmente las pequeñas empresas".

Visión compartida sobre el comercio global

Apuntó a nueve áreas sobre las que se debate su "compatibilidad" en términos de regulación, como la farmacéutica, y expresó la importancia de "crear puentes para que los reguladores trabajen de forma conjunta para lograr mejores resultados". Y aseguró que el TTIP supone una "oportunidad para desarrollar una visión compartida de cómo el comercio global se puede modernizar".

Para Mullaney, "las nuevas propuestas y los objetivos compartidos" incrementarán, sin duda, la "contribución del comercio de bienes para nuestra mutua prosperidad", destacó el norteamericano.

Pero no se trata solo de crear "oportunidades económicas, sino también de la responsabilidad" ante problemáticas como el "crecimiento sostenible, incluido el trabajo y el medioambiente", apuntó el europeo.

La negociación del TTIP está siendo muy polémica y contestada por parte de la sociedad europea, que cree que este tratado puede reducir los estándares laborales y ambientales de la UE, así como aumentar el desempleo.

La negociación sobre el tratado comenzó en julio de 2013 y aspira a la creación de la mayor zona de libre comercio del mundo y sentar un referente mundial con la armonización de la regulación europea y la estadounidense.