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Imputada la cúpula de Hullera Vasco-Leonesa por un accidente en el que murieron 6 mineros

  • Una juez de León imputa también a los responsables de seguridad del pozo
  • El proceso judicial se abrió con una querella de las familias de las víctimas

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Imagen del exterior del Pozo Emilio del Valle, donde ocurrió el accidente
Imagen del exterior del Pozo Emilio del Valle, donde ocurrió el accidente.

La cúpula directiva de la empresa Hullera Vasco-Leonesa y los responsables de seguridad de su pozo Emilio del Valle han sido imputados por la titular del juzgado de instrucción número 4 de León por un accidente ocurrido en esa explotación en 2013, en el que murieron seis mineros.

Entre los imputados está el presidente de la empresa, Antonio del Valle, así como el resto de los responsables de la compañía minera.

Según han informado fuentes judiciales, las declaraciones de esos imputados comenzarán el 30 de junio y se prolongarán hasta el 8 de julio.

El proceso judicial se abrió tras la querella presentada por las familias de las víctimas y por los trabajadores que resultaron heridos en el siniestro.

El accidente ocurrió el 28 de octubre de 2013 en el pozo Emilio del Valle, ubicado en la localidad leonesa de Llombera de Gordón, cuando, a pocos minutos para que finalizara el turno de la mañana, un grupo de diez picadores que trabajaba en el macizo 7 de la explotación se topó con una bolsa de gas, que provocó la muerte de los seis trabajadores por falta de oxígeno, según el informe forense.

Una empresa en concurso de acreedores

Precisamente, este jueves, otro juzgado leonés declaró el concurso de acreedores de esta empresa minera que había solicitado de forma voluntaria la sociedad.

La entrada en concurso se produce después de la compañía no consiguiese solucionar su estado de insolvencia, entre las que la empresa ha señalado la falta de desarrollo y aplicación del Plan del Carbón 2013-2018,  firmado en octubre de 2013.

Además, desde el pasado 11 de mayo se aplica un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por un plazo de seis meses, por el que se suspenden por causas productivas los contratos de trabajo de 335 empleados, de forma rotativa. Esto supone la paralización efectiva de la extracción de mineral, ya que los que, en cada momento, no estén incluidos en el ERE se encargarán, fundamentalmente, de los trabajos necesarios de mantenimiento y conservación de las instalaciones.