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Natacha, la primera mujer "de verdad" del cómic juvenil europeo

  • Se reedita el personaje creado por F. Walthéry en 1970
  • Una azafata que fue la primera mujer "con curvas" del cómic juvenil

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Natacha
Natacha

En los años sesenta, la revolución sexual se reflejó en el cómic adulto europeo con títulos míticos como Barbarella (1962) de Jean-Claude Forest o Valentina (1965) de Guido Crepax. Pero en el cómic juvenil las mujeres seguían relegadas a un segundo plano, como secretarias del héroe, marimachos, madres de familia o mujeres fatales. Y , por supuesto, los dibujantes las retrataban sin curvas, para no excitar la imaginación de los jóvenes.

Los ejemplos más recordados son la casi ausencia de mujeres en Tintín (donde Hergé termino incluyendo al personaje de la Castafiore) y Los Pitufos (que después de años tendrían que conformarse con compartir a la Pitufina).

Pero todo cambió con la aparición del Spirou n°1663 (26 de febrero de 1970). Allí nació Natacha, una azafata muy atractiva que, sin embargo, no era ningún florero para acompañar al héroe. Tampoco era ninguna superheroína com poderes. Tan solo era una mujer normal, muy inteligente y con mucho valor para enfrentarse terroristas, espías o secuestradores de aviones. Pero también sensible y coqueta. Y con curvas. La primera mujer de verdad de los cómics juveniles europeos, que en su momento fue una de las protagonistas de un estudio sobre la evolución sexual del cómic.

Un cómic de aventuras excelente, en el que han colaborado grandes guionistas europeos como Gos (Quena y el Sacramús) o el propio Peyo (Los Pitufos). Y que la editorial Dolmen está publicando en estupendos integrales.

Su creador fue Francois Walthéry

El creador del personaje fue Francois Walthéry, un joven dibujante que trabajaba en el estudio de Peyo (Los Pitufos), en series como Benito Sansón o Valentín Acero. Y la primera vez que dibujó a Natacha fue en 1965, durante el servicio militar (por lo que podríamos decir que el personaje celebra su cuarenta cumpleaños este 2015).

Para su creación Walthéry se inspiró en actrices francesas de la época, como Mireille Darc, Dany saval o Dany Carrell, añadiéndole unos ojos de cierva inspirados en Bambi y un maquillaje exagerado propio de los 60. La ventaja de que fuera una azafata de vuelo era evidente, podía vivir sus aventuras en cualquier parte del mundo. Sólo faltaba el nombre, y como parecía una chica del este decidieron llamarla Natacha.

Su éxito fue casi inmediato y en muy poco tiempo Natacha se había convertido en uno de los pilares de la revista Spirou. Y ya en el primer álbum conocería a Walter, otro asistente de vuelo que se convertirá en su compañero inseparable de aventuras. Y al que Natasha deberá salvar en más de una ocasión.

En apenas cuatro años, Natacha se convertiría en un icono que incluso traspasó la frontera del cómic para protagonizar campañas publicitarias en los medios.

Un gran dibujante

Con la parte literaria en manos de los grandes guionistas mencionados, Walthery pudo concentrarse en el dibujo que en apenas cinco o seis álbunes experimentó una espectacular evolución. Tanto en el dibujo de aviones y vehículos como en el de los personajes principales. Además de dotar a sus álbunes de un dinamismo cada vez mayor (algo que queda patente en la maestría que adquiriría en las escenas de acción). Y su estilo, que empezó siendo deudor de Peyo, Franquin (Spirou) o Jack Davis, cada vez fue siendo más personal.

A Walthéry le encantaba llenar sus historias de referencias a la actualidad y de homenajes a sus compañeros dibujantes y a sus personajes. Y con el tiempo, sus aventuras estarían ambientadas en escenarios cada vez más exóticos, que permitían a Walthery demostrarnos su maestría como dibujante. Y siempre acompañado de los mejores guionistas como Gos, Peyo, Maurice Tilleux (Gil Pupila) o Raoul Cauvin (Spirou y Fantasio, Casacas azules)

Además, Walthéry no tenía miedo en probar cosas nuevas. Por ejemplo, cuando su amigo Étienne Borgers le pasó su novela La memoria de metal, el dibujante decició adaptarla a un cómic de Natacha (aunque el protagonista original fuese un hombre) con resultados increíbles.

Con 22 álbumes publicados, hasta el momento, Natacha es uno de uno de los mejores cómics europeos. Destacar la importancia de esta edición porque en España su publicación ha sido desastrosa.

Además, los tomos de Dolmen (de momento hay dos publicados) están llenos de extras (dibujos, fotos, entrevistas, bocetos... y comentarios de los autores), lo que los convierte en imprescindibles para cualquier amante del cómic.