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Guatemala dice que el asalto a la embajada española fue una "operación policial clandestina"

  • En el incendio del 31 de enero de 1980 murieron 37 personas
  • La Fiscalía pide 30 años de cárcel por cada víctima

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La premio Nobel de Paz 1992, Rigoberta Menchu (frente), asiste a una audiencia del juicio contra el exjefe policial de Guatemala Pedro García Arredondo (atrás) el 9 de enero, por el incendio de la Embajada de España en enero de 1980
La premio Nobel de Paz 1992, Rigoberta Menchu (frente), asiste a una audiencia del juicio contra el exjefe policial de Guatemala Pedro García Arredondo (atrás) el 9 de enero, por el incendio de la Embajada de España en enero de 1980

La masacre de 37 personas en la embajada de España en Guatemala, el 31 de enero de 1980, fue una "operación policial clandestina" ejecutada por la Policía Nacional (PN) de ese país, según ha asegurado este lunes la Fiscalía durante la fase de conclusiones del juicio por aquella tragedia.

La fiscal Hilda Pineda ha reconstruído lo sucedido el día de la masacre, cometida con "planificación" y "coordinación" por los agentes de la PN, supuestamente bajo el mando de Pedro García Arredondo, único procesado por los hechos.

"Esto no fue una coincidencia, ni un accidente", ha subrayado la fiscal, que ha solicitado una pena de 30 años de cárcel por cada una de las 37 víctimas para el acusado.

"No podemos obviar que lo sucedido tuvo todas las características de un operativo de inteligencia", ha indicado Pineda, durante una intervención de poco menos de tres horas.

La fiscal ha destacado que la PN evitó el ingreso de la Cruz Roja, los cuerpos de socorro y periodistas a la embajada.

También ha resaltado que el mismo gobierno de Guatemala "confirmó en sus comunicaciones oficiales que el embajador de España, Máximo Cajal y López, había muerto", cuando no era cierto.

Tres víctimas españolas

La masacre tuvo lugar cuando las fuerzas de seguridad del régimen militar de Guatemala que dirigía el general Fernando Romeo Lucas García (1924-2006) asaltaron la embajada española, después de que fuera ocupada por campesinos guatemaltecos.

En el asalto murieron quemadas 37 personas, entre ellas tres españolas el cónsul, Jaime Ruiz del Árbol Soler, y dos empleados de la delegación, Luis Felipe Sanz y María Teresa Vázquez.

El embajador de España en Guatemala en aquel momento, Máximo Cajal y López, y el campesino guatemalteco Gregorio Yujá fueron los únicos supervivientes del asalto.

Yujá, sin embargo, fue secuestrado dos días después de la masacre y su cuerpo apareció, con signos de tortura, el 2 de febrero de 1980 en la rectoría de la estatal Universidad de San Carlos de Guatemala.

"Ajusticiados por traidores. Correrá mismo riesgo embajador español", decía una nota dejada junto a su cadáver.

Orden de incendiar la embajada

García Arredondo, de 69 años, dirigía un comando de la ahora extinta Policía Nacional y, según las investigaciones de la fiscalía, fue quien dio la orden de incendiar la embajada española, que había sido ocupada por un grupo de campesinos y estudiantes que denunciaban la represión militar.

"En su posición de jefe del comando 6 de la PN, García Arredondo fue partícipe en grado de autor del asesinato de las 37 víctimas, quienes se encontraban en total indefensión", ha indicado la fiscalía frente al Tribunal B de Mayor Riesgo: "García Arredondo tuvo control directo de lo que sucedía".

García Arredondo fue capturado el 24 de julio de 2011 por la desaparición forzada, el 9 de junio de 1980, del estudiante universitario Edgar Saenz Calito, delito por el que fue condenado a 70 años de prisión.

El tribunal escuchó la tarde de este lunes algunos alegatos complementarios por parte de otros querellantes, y programó para el martes la audiencia número 16 del proceso, donde se escucharán los argumentos finales por parte de la defensa.

La quema de la embajada fue enmarcada por el MP como una maniobra de represión en pleno conflicto armado en Guatemala (1960-1996), un enfrentamiento que dejó unos 250.000 muertos y desaparecidos en la nación centroamericana.