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La Familia Real no podrá aceptar favores ni regalos que condicionen su labor

  • La Casa del Rey aplicará desde 2015 una normativa interna sobre regalos
  • Afecta a los reyes y sus hijas y a los reyes Don Juan Carlos y Doña Sofía
  • No viajarán gratis en vuelos comerciales ni aceptarán regalos excesivos
  • Felipe VI impone un código de conducta a los empleados de la Casa del Rey

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La Familia Real no podrá aceptar regalos que les puedan "comprometer"

A partir del 1 de enero de 2015, los miembros de la Familia Real española no podrán viajar gratis en vuelos comerciales, aceptar regalos personales "que puedan comprometer la dignidad de sus funciones institucionales" ni beneficiarse de favores o servicios ofrecidos en condiciones ventajosas por su mera condición de miembros de la Familia Real, ha anunciado este jueves la Casa del Rey.

Tal y como se comprometió el nuevo equipo de Felipe VI al mes de su proclamación, la Casa del Rey ha elaborado una normativa interna para regular los regalos que se hagan a los miembros de la Familia Real, que en la actualidad ha quedado limitada a los reyes Don Felipe y Doña Letizia, sus hijas la princesa de Asturias y la infanta Sofía, el rey Don Juan Carlos y la reina Doña Sofía. No afecta en cambio a las infantas Elena y Cristina, que ahora son simplemente familiares del rey y no forman parte de la institución de la Famila Real.

Así pues, los miembros de la Familia Real no podrán aceptar regalos que, por su "alto valor económico, finalidad o interés comercial o publicitario", puedan "comprometer la dignidad" de sus funciones institucionales, ni "favores o servicios en condiciones ventajosas" ni tampoco préstamos sin interés o dinero.

También se les obliga a devolver el dinero que les sea entregado como obsequio o a donarlo, de forma anónima, a una entidad sin ánimo de lucro que persiga fines de interés general.

El rey no podría aceptar un Ferrari de un jeque, como fue el caso de Don Juan Carlos en 2011

Estos novedosos preceptos, que por vez primera regulan un ámbito para el que la Casa Real carecía de normas de actuación, distingue entre regalos institucionales, que siempre pasarán a Patrimonio Nacional, y los de carácter personal, que podrán aceptarse "cuando no superen los usos sociales o de cortesía"; en caso de excederlos, irán a Patrimonio o a entidades sin ánimo de lucro.

Sin embargo, la Casa del Rey no dará publicidad a los regalos personales aceptados ni a aquellos cedidos a alguna entidad de este tipo.

Casos que no volverán a repetirse

Con este nuevo régimen de regalos, Felipe VI no podría aceptar como obsequio, por ejemplo, un coche de lujo como los dos Ferrari que el primer ministro emiratí y jeque de Dubai, Mohamed bin Rashid Al Maktum, regaló al rey Don Juan Carlos a finales de 2011 en una visita privada.

El monarca cedió los coches a Patrimonio Nacional -que van a subastarse-, pero en un supuesto similar con la nueva regulación no se aceptaría ese regalo y así se comunicaría a quien pretende hacer el obsequio, han puesto como ejemplo las citadas fuentes.

Tampoco se repetiría el caso del coche eléctrico que Mitsubishi dejó probar durante un mes a la reina Sofía durante sus vacaciones en Mallorca en 2010.

"No habrá servicios prestados a la Casa Real que no tengan su correspondiente retribución económica", ha insistido un portavoz de Zarzuela.

Regalos de cumpleaños y herencias

La norma detalla incluso qué ocurre en el caso de que reciban premios o reconocimientos que comprendan una dotación económica. "Deberá procederse a ceder su importe a una entidad sin ánimo de lucro que persiga fines de interés general", establece el régimen.

Se incluye también el caso de aniversarios o celebraciones de carácter singular de algún miembro de la Familia Real en los que se presuma que se ofrecerán regalos. Cuando se dé esta situación, "se establecerá un régimen propio que será objeto de información pública", promete la norma.

Aborda asimismo las eventuales herencias que dejen en favor de algún miembro de la Familia Real personas que no tengan una relación familiar con ellos, como fue el caso del legado del empresario menorquín Juan Ignacio Balada.

"Podrán ser aceptadas cuando así se considere procedente", dice la norma. Eso sí, los bienes "deberán incorporarse a Patrimonio Nacional o ser entregadas a instituciones públicas o entidades sin ánimo de lucro para la consecución de fines de interés general, salvo que las disposiciones incluyan un destino o finalidad específica cuyo cumplimiento se requiere para su aceptación".

Código de conducta para los empleados

Otra importante novedad, según ha anunciado la Casa del Rey, es que la institución publicará anualmente en su página web la relación de obsequios institucionales entregados el año anterior, con descripción de todos los obsequios reseñados, identificación del donante y de la entidad a la que se hayan destinado.

También ha establecido un código de conducta para todos los empleados que trabajan para la Casa del Rey, quienes estarán obligados a mantener "un comportamiento ejemplar que contribuya" a que los ciudadanos crean, sientan respeto y confíen en la institución, han explicado en una sesión informativa con medios de comunicación fuentes del Palacio de la Zarzuela.

Entre otras premisas, este código de conducta, basado en 25 principios generales, recoge que las personas que trabajan en Zarzuela no "intervendrán en operaciones financieras o negocios jurídicos con personas o entidades cuando pueda suponer un conflicto de intereses con las obligaciones de su puesto en la Casa de Su Majestad el Rey".