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'México, ¿qué cosecha un país que siembra muertos?'

  • Los 43 desaparecidos en Iguala engrosan una lista de 26.000
  • La violencia, la corrupción, la miseria y la marginación ahogan al país
  • La impunidad de los delitos es el primera semilla por erradicar

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Un joven se manifiesta ante el palacio municipal de Iguala pra protestar por la desaparición de los 43 estudiantes.
Un joven se manifiesta ante el palacio municipal de Iguala pra protestar por la desaparición de los 43 estudiantes.

Padres, amigos y maestros de los 43 de Ayotzinapa sostienen preguntas que se les escurren entre las manos. Esos grandes carteles que agitan en cada manifestación gritan: “¿Y si tu hijo fuera el 44?", "Peña Nieto, ¿dónde estás?", "¿qué cosecha un país que siembra cadáveres?”.

Conocen bien las respuestas. México, donde una persona desaparece cada dos horas, lleva años cosechando violencia, corrupción, miseria, y marginación. Y el presidente, que se encuentra de gira asiática en pleno estallido social por la tragedia de Iguala, no ha conseguido erradicar la semilla que los alimenta.

“El origen de la tragedia en Iguala está en la impunidad no resuelta”, explica a RTVE.es Olatz Cacho, responsable de México en Amnistía Internacional. Recuerda que en 2011 en esta ciudad del corrupto y violento estado de Guerrero otro grupo de estudiantes fue asesinado. En 2013 ocho activistas locales murieron tiroteados. Un testigo declaró entonces haber visto al alcalde apretar el gatillo. Pero nadie fue detenido ni juzgado. Hoy, José Luis Abarca y su mujer están acusados de ser los autores intelectuales de la desaparición forzada de los 43 jóvenes de la escuela rural de Ayotzinapa. "Es un crimen de Estado", añade Cacho.

Impunidad y corrupción

La complicidad entre las fuerzas de seguridad y el gobierno con el crimen organizado no es algo excepcional. Miembros de las fuerzas de seguridad de México han participado en numerosas desapariciones forzadas ocurridas desde que el expresidente Felipe Calderón (2006-2012) diera inicio a la “guerra contra el narcotráfico”, según Human Right Watch. Y la organización afirma que integrantes de todas las ramas de las fuerzas de seguridad continúan perpetrando desapariciones durante el gobierno de Peña Nieto, en algunos casos en colaboración directa con organizaciones delictivas.

La sociedad mexicana está absolutamente desprotegida

“La sociedad mexicana se encuentra en el más absoluto estado de desprotección y de vulnerabilidad”, señala a RTVE.es John Ackerman, politólogo de la Universidad Nacional Autónoma de México y columnista de la revista mexicana Proceso y del diario La Jornada.

En junio de 2013, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) de México indicó que estaba investigando 2.443 desapariciones en las cuales había encontrado evidencias de la posible participación de agentes del estado, y a finales de ese año había recibido 8.150 denuncias de abusos cometidos por las fuerzas de seguridad.

1, 2, 3... 26.0000 desaparecidos

Según AI, la tortura y los malos tratos en México están fuera de control, como pone de manifiesto el hecho de que las denuncias hayan aumentado en un 600% en el último decenio. "Y en casi todos los casos, los militares que cometen estos abusos no son llevados ante la justicia, en gran parte debido a que los hechos continúan siendo investigados y juzgados en el sistema de justicia militar, que carece de independencia y transparencia", señala en su último informe.

En los últimos 10 años, 150.000 personas han sido asesinadas y 26.000 han desparecido oficialmente en México desde 2007 bajo un régimen de impunidad casi total: el 95% de los delitos se quedan sin aclarar, según datos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.

Más del 95% de los delitos en México se quedan sin aclarar

Carmelita Cruz, madre de uno de los 43 estudiantes asegura que “desde el principio el Gobierno siempre quiso decirnos que estaban muertos, pero no tienen pruebas (…) Estamos muy enojados y muy molestos porque no nos creemos lo que está diciendo”.

Ella y otros familiares investigan por su cuenta lo sucedido aquel 26 de septiembre en el que los 43 jóvenes tomaron un autobús para recaudar donativos y participar en unas protestas y nunca más aparecieron. Según el fiscal, los policías los entregaron a sicarios a Guerreros Unidos, un cartel vinculado al alcalde. Tres criminales de este grupo, ya detenidos, han confesado que los quemaron. Pero el ADN de los restos hallados en el vertedero donde aseguran haberlos enterrado no coincide con el de los jóvenes.

"Un gobierno fallido"

Amnistía Internacional denuncia la falta de voluntad política para investigar los hechos. “El gobierno mexicano no ha aceptado la asistencia técnica internacional que le ha ofrecido la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y encima el presidente se ha marchado a China a un Foro de Cooperación Económica”, señala a RTVE.es Olatz Cacho.

El pasado año la Fiscalía creó una Unidad Especializada de Búsqueda de Personas Desaparecidas que todavía no ha producido ningún resultado. De hecho, ni siquiera existe aún una base de datos nacional de personas desaparecidas ni tampoco sobre los miles de restos humanos no identificados que han sido hallados, muchos de ellos en fosas comunes.

Las deficiencias en el sistema político, judicial y policial llevan a preguntarse si México no es ya un Estado de Derecho fallido en tanto que no es capaz de garantizar los derechos fundamentales de sus ciudadanos.

"El problema es, más bien, un 'gobierno fallido' porque estas instituciones fuertes se encuentran al servicio de 'mafias' particulares que las han capturado y las utilizan para sus propios fines. Lo que hace falta, entonces, no es 'fortalecer las instituciones', sino transformar la política nacional para que las instituciones respondan a la sociedad y no a los corruptos", explica a RTVE.es el politólogo Ackerman, para quien otorgar más armas a "cuerpos de seguridad que están al servicio de asesinos" es aumentar la fuerza del narcoestado.

#Yamecansé

Los 43 de Ayotzinapa se creyeron que podían cambiar su futuro y el de México. Dejaron de escuchar la cantinela del narco. Aquello de "más vale vivir cinco años como rey que 50 como buey”. Esa filosofía de desprecio a la vida con la que el crimen organizado capta a jóvenes sin oportunidades que no ven más salida que ponerse al servicio de cárteles y bandas para colmar sus aspiraciones. Cinco años es la esperanza de vida de los sicarios próximos a los carteles. Ellos se negaron a aceptar ese destino. Quizás el precio que han pagado por querer ser libres no haya sido en vano.

Peña Nieto ha priorizado la economía y ha subestimado la ley para modernizar el país

La tragedia de Iguala ha despertado a la sociedad mexicana y ha conmocionado a la opinión pública fuera de las fronteras nacionales. Ha herido a un presidente especialmente obsesionado con su imagen en el exterior. Precisamente en un artículo publicado esta semana en The Economist se subraya que lejos quedan las portadas en las que Peña Nieto aparecía "salvando México".

"Debe cambiar el rumbo de su gobierno. Ha priorizado las reformas económicas y subestimado la ley y el orden como manera de modernizar México, sin reconocer que ambas son igual de importantes”, señala el texto titulado 'Cuando el crimen se sale de control' .

"Si México tuviera un régimen parlamentario, Peña Nieto no regresaría de China. La comprobada ineptitud de su gobierno, así como la enorme desconfianza social en su persona a raíz de la masacre de Iguala obligaría al Parlamento a emitir una 'moción de censura'. Es hora de que los políticos, a nivel municipal, estatal y federal empiecen a rendir cuentas", apunta Ackerman.

Peña Nieto regresará de su gira y tendrá que dar muchas explicaciones a un país que le advierte de que ya se ha cansado de tanta muerte. Y de tanta muerte gratuita.