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Jean-Pierre Jeunet: "Tienes que amar el 3D, no pensar en hacer dinero"

  • El director de Amélie estrena El extraordinario viaje de T.S. Spivet
  • Una historia sobre un genio infantil con Helena Bonham Carter

Por
Tráiler de 'El extraordinario viaje de T.S. Spivet'

FICHA TÉCNICA

Francia-Canadá

Dirección: Jean-Pierre Jeunet

Intérpretes: Kyle Catlett, Helena Bonham Carter, Callum Keith Rennie, Judy Davis, Robert Maillet, Dominique Pinon

Duración: 105 min.

El escritor Reif Larsen cosechó un enorme éxito en 2009 con Las obras completas de T.S. Spivet, un libro de 400 páginas sobre un genio de 12 años que vive aislado con su complicada familia perdido en el Medio Oeste de EE.UU. . La novela mezclaba textos con mapas e ilustraciones y un detallado universo estético que parece diseñado para una película de Wes Anderson.

Larsen reconoce que una vez hizo una lista de directores ideales para su novela. Y además de Anderson, estaban Tim Burton, Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón y Jean-Pierre Jeunet. Una profecía cumplida cuando el director francés pensó que el libro encajaba en su propio mundo: como T.S. Spivet, Jeunet busca expresar su talento frente a las dificultades del entorno.

“Es vedad que yo soy hijo único, me refugiaba un poco en la imaginación y la imaginación me salvó porque yo venía de un entorno que no estaba destinado a ser cineasta”, afirma Jeunet en una entrevista realizada en el pasado Festival de San Sebastián, que El extraordinario viaje de T.S. Spivet clausuró fuera de concurso.

“Era un universo muy cercano al mío y, al mismo tiempo, me daba la oportunidad de hacer cosas que no había hecho, como el 3D, rodar la naturaleza o rodar en inglés”, explica. El director reconoce su dificultad para encontrar inspiración y nuevos argumentos. Cualquiera lo diría viendo el despliegue imaginativo en 3D de su nueva película que se estrena el 4 de julio en España.

La sombra de Amélie

La carrera de Jeunet parece oscurecida por su propia sombra, como si el peso de una película-fenómeno como Amélie oscureciera su enorme creatividad. Ni Largo domingo de noviazgo, ni Micmacs pudieron reproducir el impacto de su película más célebre o las firmadas junto a Marc Caro.

El extraordinario viaje de T.S. Spivet no es la primera aventura americana de Jeunet que ya en 1994 dirigió junto a Marc Caro Alien: Resurrection. Los hermanos Weinstein quisieron hacer con Jeunet su jugada clásica con los autores europeos. Le alabaron, le compraron la película, le concedieron el control del montaje para después retrasar el estreno sine die si no aceptaba recortar el metraje. Tal vez por eso Jeunet no dejó de repetir durante su visita al Festival de San Sebastián que “la palabra más importante en el cine es libertad”.

“Siempre me digo que voy a hacer una película sencilla con cámara en mano –afirma- y siempre me encuentro con un montón de efectos especiales y no puedo hacerlo de otra manera. Hago películas complicadas. Para lo próximo quiero tener una idea de concepto para hacer algo simple, pero de momento no tengo historia”, reconoce.

En ese arte de complicarse de la vida, Jeunet se acerca al 3D con la misma actitud de Cuarón: buscarle las cosquillas técnicas para ganar en expresión. “Hay que estudiar mucho qué se puede hacer porque hay muchas cosas que no funcionan. No te voy a hacer la lista porque es enorme, pero es verdad que las películas de acción no se prestan a hacerlas en 3D, no puedes tener planos cortos, los actores y las cosas no pueden moverse demasiado deprisa, ni las cosas. Y lo más importante es amar el 3D, no solo hacer solo 3D para hacer dinero, que es lo que hacen los estudios”. El estilo normalmente claustrofóbico de Jeunet se adapta bien a una cinta que no deja de ser una road-movie de paisajes americanos, de Montana a Nueva York (recreados en Cánada).

El niño-actor Kyle Catlett lleva el peso de la cinta y Helena Bonham Carter le da réplica como su despistada madre. “Estamos acostumbrados a ver a Helena en papeles extravagantes, pero también en películas como El discurso del rey y ese era el aspecto que que me interesaba. Es cierto que ella se divierte muchísimo, y cuando hacía tomas a lo Tim Burton pensaba que estaba conduciendo un Porsche a 20 Km/h”, recuerda. “A ambos nos gustaría trabajar juntos y quizá en un papel más extravagante. Ha aportado muchísima sutilidad y finura”.

Jeunet vendió el año pasado, por una causa benéfica, los derechos de Amelie para un musical de Broadway pese a que los musicales le disgustan “profundamente” y él no quiere dar continuidad a su heroína. “Para hacer Amélie 2 tienes que encontrar la idea genial, y cuando digo la idea digo «la idea», porque ideas tengo muchas”, concluye.