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Los 100 músicos sin los que no podría vivir el ilustrador Ricardo Cavolo

  • Usa la música para contar cosas propias en este "diario personal ilustrado"
  • "Mi banda sonora tiene mucho de folk, de rap, de blues y de garage", asegura

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Fragmento de la ilustración de Ricardo Cavolo dedicada a Nirvana
Fragmento de la ilustración de Ricardo Cavolo dedicada a Nirvana

Ricardo Cavolo (Salamanca, 1982) es uno de los ilustradores españoles más internacionales, poseedor de un estilo visual tan impactante y reconocible como original, que le ha llevado a triunfar en medio mundo. Ahora nos presenta su nuevo libro 100 artistas sin los que no podría vivir (Lunwerg) en el que hace un repaso a la banda sonora de su vida, desde Bach a Radiohead, pasando por Amy Winehouse, Nirvana o

Draft Punk.

"Este libro es un diario personal ilustrado -asegura Cavolo-, donde uso la música como vehículo para contar cosas sobre mí. Y dentro de  toda la música que escucho y necesito en mi vida, pues he tratado de hacer un repaso cronológico de ella para ordenar un poco el diario".

"La música es fundamental en mi vida -continúa Cavolo-. Yo he tenido música en mi vida desde que nací porque mis padres son muy amantes también de la música y ya recuerdo toda mi infancia con música siempre. Y se me generó una necesidad vital de tener banda sonora en mi vida siempre. La tengo siempre menos para dormir. A la hora de trabajar me ayuda mucho. Me gusta mucho salir en bicicleta y la música es fundamental para hacer kilómetros. Cuando viajo la necesito, al ducharme, en el súper..  Siempre música y para todo".

Y, por supuesto, ha usado la música para inspirarse a la hora de realizar las estupendas ilustraciones de este libro. "Claro. Era la mejor manera de ambientarme plenamente en la atmósfera que cada grupo quiere evocar con su música. Más o menos ya sabía que y cómo iba a contar lo de cada grupo (porque los he estado escuchando siempre), pero escuchar su música de fondo ayuda a que todo quede más cerrado e integrado".

Un estilo muy personal

Ricardo Cavolo es uno de esos pocos artistas poseedor de un estilo tan diferente y personal, con un prisma de colores y formas tan reconocible, que es imposible confundirlo con otro. Pero para él eso no es lo fundamental, "Es algo que sin duda ayuda, no lo puedo negar. Pero que eso no sea lo más importante. Yo invierto mis energías y neuronas en lo que viene después del primer golpe visual. Puede que el estilo te peque en el ojo y capte tu atención, pero trato de que el valor de mi trabajo lo obtengas cuando llevas ya unos segundos delante de mi ilustración y empiezas a sonsacar los detalles y la historia que hay detrás de todo ello".

Un estilo que, según Ricardo, es fruto del trabajo: " Suena un poco a frase hecha, pero es más bien el estilo personal el que llega a ti. Creo que pretender encontrar un estilo personal a toda costa es un error, no es natural. En mi caso me dedicaba a trabajar y ensayar mucho recreando cosas que ya existían, con estilos y detalles con los que me sentía a gusto".

"Al final, de tanto dibujar terminas destilando detalles que son meramente tuyos, que forman parte de tu trabajo personal. Y en realidad es la gente la que se da antes que tú de que estás trabajando bajo un estilo algo más personal. Cuando unos y otros te dicen que reconocen tu trabajo por estos detalles, y aquellos colores...".

Pero a pesar del colorido de sus ilustraciones, Ricardo no se considera, para nada, un artista pop: "Ni pop musicalmente hablando, ni pop artísticamente hablando. Mi banda sonora vital tiene poco de pop. Tiene mucho de folk, de rap, de blues y de garage".

"El color es el 50 por ciento de mi trabajo"

Entrar en el mundo de Cavolo es sumergirse en un arco iris de colores que en un principio nos deslumbra pero que esconde ilustraciones llenas de detalles que podemos descubrir una vez pasada esa primera impresión: "El color me parece el 50% de mi trabajo. Ayuda a que el espectador se sitúe en la atmósfera adecuada para leer mi dibujo. Yo trato de aportar mucha vida y energía con mi trabajo, y ahí los colores son fundamentales. El trabajo cromático tiene que hablar por sí solo, independientemente de las líneas y formas que haya después".

"Lo de los detalles en rojo de los personajes -añade Cavolo- es por una cosa que me enseñaron en la carrera: cuando estábamos aprendiendo a hacer retrato más o menos realista, el profesor me dijo que si añadíamos un puntito de rojo a ciertas partes como la nariz, mejillas, orejas, manos.... de esa forma parecía que el retrato estaba vivo, que fluía sangre en su interior. Y eso me gustó mucho y lo llevé al extremo".

Cavolo ha querido que el libro parezca un diario personal y, por eso, no da demasiada importancia a la rotulación, "Es decir, podría haberlo trabajo muchísimo más, pero si quería que pareciese un diario personal, tenía que tener un punto más natural lo de la escritura. Si yo escribo en mi diario, puedo adornarlo un poco, pero igual no me trabajo unas rotulaciones casi de escribano. Quería que tuviese el punto fresco de algo fluido pero con cierto cuidado por detalles".

Un libro que incluye cien estupendas ilustraciones, muchas de las cuales podrían ser portadas de discos, un campo que Cavolo ha trabajado bastante para discográficas como Gran Derby Records o BOA Music

Por último, Ricardo nos ha contado sus proyectos: "Estuve unos meses de gira por trabajo por Europa, preparando una exposición en Londres y este libro al mismo tiempo, así que ahora que todo eso está hecho tengo que atender varios encargos que tengo atrasados que he ido acumulando estos meses de no parar. Pero al mismo tiempo ya tengo la cabeza en futuro proyectos de los que aún no puedo contar demasiado".

Por cierto, que el libro se acompaña de una lista de música en spotify, para que la experiencia sea lo más completa posible.