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'Tijeras y tiritas: la sanidad se va a hacer puñetas', una feroz crítica de los recortes

  • Es obra del guionista y dibujante, Nacho Fernández
  • "Es una tragicomedia sobre la situación de la sanidad pública", asegura

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Fragmento de la portada de 'Tijeras y tiritas: La sanidad se va a hacer puñetas', de Nacho Fernández
Fragmento de la portada de 'Tijeras y tiritas: La sanidad se va a hacer puñetas', de Nacho Fernández

Nacho Fernández se hizo famoso en las década de los 90 por su estupenda parodia Dragon Fall y, desde entonces se ha convertido en uno de los autores indispensables del cómic de humor (tanto en España como en Francia), con títulos imprescindibles como Kung Fu Mousse, Juego de Poltronas (Panini) o El Supergrupo: El superretorno (EDT). Y ahora se atreve a hacer una ácida parodia de los recortes en sanidad con el cómic Tijeras y tiritas: La sanidad se va a hacer puñetas (Panini)

"Es una tragicomedia sobre la situación de la sanidad pública -asegura Nacho-, dentro del contexto de la progresiva desintegración de los servicios públicos, en el marco de la crisis que afecta al país, a través de una serie de personajes que se ven afectados por el problema en un modo u otro".

Un problema que, desgraciadamente no parece tener salida: "La única solucion que le veo es que el Estado se enfrente a los intereses privados y frene la desmantelación de los servicios públicos, así como acabar con la impunidad de las grandes empresas y deje de amparar la corrupción administrativa. Por desgracia el embudo está colocado en la dirección contraria, y darle la vuelta sería un ejercicio de rebeldía contra el sistema que no hemos visto jamás en la clase política de este país".

"El dinero ha huido del país"

Pero no solo habla de sanidad, también de otros problemas como el paro, la corrupción... "Todo está relacionado -asegura- Una cosa ha llevado a la otra y así en cadena. Tras la explosión de la burbuja inmobiliaria debido a la crisis hipotecaria se ha venido abajo el castillo de naipes en que se apoyaba la economía del país y la inversión privada. El dinero ha huido del país y nos hemos quedado con cuatro maderos sosteniéndolo todo. Es una gran mentira sostenida por sucesivos gobiernos a lo largo de décadas que aún se intenta aguantar".

"Los protagonistas son un equipo de periodistas de una pequeña TV privada que quieren hacer un reportaje sobre un hospital que va a ser privatizado -comenta Nacho-, tenemos ejemplos de muchos tipos sociales diferentes y vamos viendo sus reacciones ante el problema y la forma en que afecta a cada uno. Son un reflejo de los propios lectores, que comparten la estupefacción ante ejemplos de una desfachatez inaudita".

"Creo que la prensa debe ser simple y llanamente independiente -asegura el dibujante-. Informar e implicarse con la realidad de la noticia, no con los intereses en juego. Ante este tema y otros de actualidad podemos apreciar diferencias de matiz bastante obvias según de que signo sea la línea editorial del medio de turno. Creo que esa es una de las causas de que no enterremos la cuestión de las dos Españas, porque cada una sigue teniendo su hoja parroquial con posturas irreconciliables, y no se busca el debate sino que a uno le den la razón. La información no puede ser un choque de hinchadas".

"Hay que plantar cara"

A pesar de ser una divertida parodia, el cómic tiene un final sorprendente, cuando uno de los protagonistas es llevado al límite: "Es necesario plantar cara a estos abusos, no hace falta llegar a la violencia, pero lo que tampoco puede haber son abusos de poder. Si un perro apaleado se acaba revolviendo contra su agresor y le muerde ¿es la culpa del perro? Lo que yo retrato es una olla a presión donde la presión sube y sube. Es una ficción con una base tristemente real. Ya hay gente tirándose por las ventanas, ya hay gente yendo a los bancos con escopetas. Yo no quiero nada de esto, mi discurso durante todo el cómic es por la dignidad del ciudadano que se siente estafado, perdido".

Por eso Nacho muestra su indignación con las nuevas leyes en contra de las manifestaciones populares: "Cuando lo oí la primera vez me pareció una broma. Es un juego muy peligroso. Si el parlamento no nos escucha cuando nos dirigimos a él por los cauces legales porque lo que les entra por un oido les sale por el otro y porque se deben a intereses que están por encima de la ciudadanía, si tampoco se puede ya protestar por la calle, que es el recurso de pataleo ¿qué le quedaba al ciudadano?, si prácticamente están dinamitando el derecho de manifestación, si cada vez atan más de manos la democracia, están jugando con cerillas porque eso puede animar a los que no creen en ella en absoluto a actuar. No lo entiendo ¿que pretenden? por un lado están dejando que la presión suba y suba, y por otra parte van a sellar la válvula de seguridad. Y lo peor es que esto no les va a explotar a ellos en las narices, nos va a explotar a nosotros".

Prepara nuevas parodias

En cuanto a sus influencias, Nacho nos comenta que: "Mi estilo bebe del dibujo animado, y en este tipo de obras orientadas al humor me he centrado en que fuera muy expresivo, para poder reflejar lo mejor posible los estados de ánimo y sentimientos de los personajes y que el lector pueda empatizar con todos ellos. Además no he querido limitarme a un único discurso, también dejo hablar al neoliberal y que el lector opine".

"Ahora trabajo en una parodia del manga Los caballeros del Zodiaco para el mercado francés, y en 3 o 4 proyectos diferentes para España, Francia y los EEUU. Es la maldición del artista en nuestro campo (y cada vez en más), las mejores opciones de trabajo están lejos de casa. La cultura en España es una asignatura pendiente que no suele mandarnos deberes para hacer en casa".