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'Rebelde', la cruda fábula de los niños soldado

  • El director Kim Nguyen explica los motivos del éxito mundial de su cinta
  • La película estuvo nominada al Oscar a película de habla no inglesa por Canadá
  • Rachel Mwanza, sin experiencia como actriz, obtuvo el Oso de Plata en Berlín

Por
Tráiler de 'Rebelde'

Ficha técnica

Título oroginal: Rebelle

Nacionalidad: Canadá

Año: 2012

Duración: 90 m

Dirección y guion: Kim Nguyen

Intérpretes: Rachel Mwanza, Alain Bastien, Serge Kanyinda

La última cinta del quinteto de nominadas al Oscar a mejor película de habla no inglesa llega, al fin, a las pantallas españolas. La canadiense Rebelde, cruda e impresionante fábula sobre los niños soldado, es la cuarta película de Kim Nguyen y, tras su aparición en la Berlinale del 2012, lleva año y medio recolectando premios por todo el mundo.

Inspirado en la historia de Johnny y Luther Htoo (los gemelos  birmanos  de 10 años a los que los guerrilleros atribuían cualidades sobrenaturales y terminaron por comandar un ejército), Nguyen diseñó un guion ambientado en un lugar indeterminado de África aunque remite a la República Democrática del Congo. Narra la historia de Komona, una niña a la que un grupo rebelde obliga a combatir y, al mismo tiempo, protege por su supuesta capacidad de predecir el peligro.

Filmada con una gran libertad, Nguyen no transmitía a sus actores no profesionales lo que tenían que hacer hasta el mismo momento de rodar cada escena.  Rachel Mwanza, reclutada en las calles de Kinshasa con 14 años, lleva el peso con pasmosa naturalidad y obtuvo el Oso de Plata a la mejor actriz en el Festiva de Berlín de 2012.

Rebelde empieza como una Juana de Arco subsahariana, gira hacia una inocente historia de amor, y se asoma a hacia el infierno de las guerrillas. Bajo el tono de fábula de la primera persona adolescente aparecen los terribles ritos de iniciación de la guerra, el animismo, el tráfico de coltán y, en definitiva, seres humanos que se explotan unos a otros. Todo está descrito y nada explicado o verbalizado, motivo por el que el visionado de Rebelde resulta hipnótico. Desde el aeropuerto de Los Ángeles, Nguyen explica por teléfono las razones de la aclamación mundial de su obra.

PREGUNTA: ¿Qué respuesta te ha llegado del público en los festivales?

RESPUESTA: Es difícil de decir, es una mezcla. Intentamos ser auténticos, no juzgar a nadie y dejamos a la gente decidir la realidad. Pienso que ha habido una gran cantidad de filmes en el pasado sobre el África subsahariana en los que aparece el típico personaje norteamericano. Y creo que a la gente le emociona que el verdadero héroe de esta tragedia sea esta chica.

P.: ¿Cómo ha lidiado Rachel Mwanza con los premios, desfilar por la alfombra roja de los Oscar, etc.?

R.: Rachel es una personalidad única. No le importa lo que la gente piense de ella. Desde el momento en el  que la fichamos para la película está en un programa de reinserción social de cuatro años que establecimos para ella. Volvió a la escuela y aprendió a leer y escribir. Ha viajado bastante en el último año: a Berlín, a Francia, a Canadá...

P.: ¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar con actores no profesionales?

R.: Fue muy libre porque, por un lado, tratas con gente que no sabe leer y tienes que volver al núcleo de cómo contar una historia y  ser auténtico. Me recuerda a lo primero que me atrajo de hacer películas cuando tenía 16 y descubrí la fotografía en blanco y negro. Podría decirse que lo que me gusta de contar historias es la libertad de capturar algo que está allí, sin planificar expectativas, como las películas documentales o la fotografía.  Rebelde me ha devuelto la pasión de estar en el momento e intentar ser auténtico. Espero que pueda mantener esta especie de reflejo en las futuras películas, incluso aunque trabaje con actores experimentados.

P.: ¿Qué era lo más importante de la mezcla de tonos que tiene la película?

R.: De algún modo fue como tres equipos diferentes creando diferentes realidades. Hay escenas de  guerra, el adoctrinamiento de esta chica por los rebeldes, hay una historia de amor…Y ella luchando siempre por sobrevivir. Cada historia tiene su significado. Esa era la idea con la historia de amor: la mostramos como una historia muy inocente, que parece extraña o irreal, pero cuando la pones en un contexto de guerra toma un nuevo significado. Eso son cosas que vi cuando estaba en África. Incluso aunque la gente tenga que luchar para conseguir un poco de comida, todavía se ponen celosos porque su novio llegó tarde la última noche. La gente discute, los conflictos ordinarios pasan en todos los lados.

R.: La narración esconde un mensaje de optimismo sobre la gente ordinaria, no los guerrilleros ni traficantes, sino gente que se ayuda aunque no tenga dinero ¿Existe un futuro para ellos?

P.:Absolutamente. De todos modos, creo que deberíamos cambiar nuestras expectativas en nuestro modo de enfocar los problemas en el África subsahariana. Primero, hay que aceptar que el corto plazo no son tres meses; en África el corto plazo son cuatro años. Ha habido muchos cambios en los últimos 200 años. Casi el 80 % de la mano de obra fue robada de África hace 200 años por la esclavitud. Hay muchos desafíos por delante.

R.: Dices que los premios son importantes, sobre todo para la siguiente película. ¿Vas a seguir rodando en África?

P.: No lo sé. Creo que cuando hacemos películas tratamos de liberarnos de las expectativas que la  gente tiene de lo que debería ser, y tratamos de escuchar más la voz interior. Al final tienes que confiar en tu instinto visceral.  Las instituciones y festivales son muy buenos para el lanzamiento pero no haces películas para los festivales, haces películas para ti mismo. Los festivales son muy importantes para la siguiente película, y, pragmáticamente, es importante convencer a los otros que tu película es buena.