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Los republicanos mantienen el control de la Cámara Baja y los demócratas, el del Senado

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Los republicanos mantienen su mayoría en la Cámara de Representantes

Los republicanos mantendrán el control de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, tras la noche electoral del 6 de noviembre. Del mismo modo, los demócratas conservarán también su mayoría en el Senado, con posibilidad incluso de aumentarla, con lo que la situación legislativa para la futura administración de la Casa Blanca de Barack Obama hereda la misma composición polarizada que dejaba atrás para llevar adelante sus iniciativas.

Los republicanos conservan la mayoría en la Cámara Baja, donde en la actualidad tienen 242 escaños frente a los 193 de los demócratas, y donde se renovaban los 435 escaños de la Cámara de Representantes en estas elecciones. El control de este órgano legislativo dependía, en última instancia, del desenlace de hasta 60 contiendas, debido en parte a la nueva demarcación de distritos electorales basada en los datos del Censo de 2010.

Como premio de consolación, el candidato republicano a la vicepresidencia, Paul Ryan, conserva su puesto en la Cámara Baja como representante por Wisconsin.

Boehner: "El pueblo quiere soluciones"

El presidente de la Cámara Baja, John Boehner, que tiene asegurado su puesto, defendió ante la prensa en Washington la gestión de los republicanos.

"Con este voto, el pueblo estadounidense ha dejado en claro que no  existe un mandato para aumentar los impuestos... que quieren soluciones y  esta noche respondieron al renovarnos como mayoría" en la Cámara Baja,  dijo el presidente de la cámara.

Boehner acaba de regresar de una  gira por su estado de Ohio, donde la contienda presidencial se mantiene  reñida entre el presidente Barack Obama y su rival republicano, Mitt  Romney.

En la rueda de prensa, Boehner estuvo acompañado del  legislador republicano por Texas, Pete Sessions, quien aseguró que su  bancada ha promovido medidas para la creación de empleos.

"Seguiremos trabajando con el pueblo estadounidense sobre ideas que  fortalecerán a nuestro país y lo harán más competitivo, y para  reconstruir el sueño americano", agregó Sessions.

La mayoría de los analistas coincidía durante la jornada de votación en que los resultados en la Cámara pueden poner en tela de juicio el futuro político de la líder de la minoría demócrata, Nancy Pelosi,  que encabezó, aparentemente sin éxito, una férrea campaña por recuperar ese órgano legislativo después de la derrota que sufrieron los demócratas en las elecciones legislativas de 2010.

Un Kennedy un cubano-americano demócrata, nuevas incorporaciones

Entre los nombres propios que llegan a la Casa de Representantes, destaca un nuevo miembro de la dinastía Kennedy, Joseph Kennedy III, sobrino nieto del presidente John F. Kennedy y nieto del senador Bob Kennedy, de 32 años, que ocupará un asiento por el estado de Massachussets. Vuelve así a la escena pública la saga más famosa de la política estadounidense, que había tenido representantes en el Congreso estadounidense durante 60 años.

Por su parte, un cubano-americano demócrata consigue por primera vez en la historia un asiento en la Cámara estadounidense, y lo hace por Florida. David Rivera, un fiero opositor al gobierno castrista en Cuba, fue derrotado por Joe García. El demócrata se ha visto beneficiado de la polémica que ha rodeado a su oponente, acusado de interferir en las primarias demócratas financiando a uno de los oponentes de García.

El Senado sigue siendo demócrata

Por su parte, la Cámara Alta del Congreso estadounidense, que partía de un reparto de 53 escaños demócratas y 47 republicanos y sometía a sufragio 33 de sus asientos (la mayoría de ellos en manos de demócratas o de sus aliados independientes), mantendrá su color azul. Los demócratas consiguen 55 votos con el el apoyo de 2 independientes (ganando dos) , frente a los 45 de los republicanos, que pierde dos.

En el Senado se quedan sin escaño los republicanos antiabortistas radicales

La racha de buenas noticias para los demócratas incluyó la victoria de Elizabeth Warren frente al senador republicano Scott Brown en el estado de Massachusetts, el campeón republicano que había conquistado el escaño de Ted Kennedy, y en quien los republicanos habían cifrado sus esperanzas por recuperar el control de la Cámara Alta.

Los demócratas han recuperado en esta elección un escaño que habían perdido en 2010 en Indiana, un feudo de voto republicano, donde el centrista Joe Donnelly ha superado al republicano del Tea Party Richard  Mourdock, cuyas polémicas palabras sobre la eventual voluntad divina en un embarazo por violación han contribuido a precipitarle a la derrota.

Idéntico caso que el del republicano Todd Akin, que también escandalizó  en verano por sus declaraciones sobre las supuestas "violaciones legítimas", y que  perdió su lucha por el escaño al que aspiraba en Misuri ante la demócrata Claire McCaskil. A favor de los republicanos se ha decantado el estado de Nebraska, que Deb Fischer reconquista ante el demócrata Bob Kerrey.

También ha conseguido un escaño en el Senado, la cámara más tradicional y presitigiosa del Estados Unidos, la primera senadora que ha declarado abiertamente su homosexualidad, la demócrata Tammy Baldwin, por el estado de Wisconsin, de 50 años, tras derrotar al exgobernador Tommy Thompson en una campaña competida y cara como no se ha visto antes en su estado, y en la que, sin embargo, la orientación sexual de la candidata no se convirtió en parte central del duelo entre los candidatos.