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El mundo, visto por Obama y Romney

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Tercer y último debate de la campaña electoral en EE.UU.

Barack Obama y Mitt Romney les sobra la mitad del mapa mundi. De hecho, prácticamente tres continentes. Ambos candidatos han desgranado sus intereses en política exterior en el tercer y último debate de las elecciones presidenciales centrados en Asia.

La guerra de Afganistán, el polvorín de Oriente Medio, el programa nuclear iraní, Israel como una región más de EE.UU., y China, el temido gigante comercial, han sido los principales ejes en los que se ha movido sus discurso. Para ellos, Europa no existe y a Latinoamérica le han dedicado una mención, por mera cortesía.  

El debate ha evidenciado que las diferencias entre ambos candidatos en materia de política exterior y seguridad son cuestión de matices. Así ven el mundo los aspirantes a la Casa Blanca y estos son sus objetivos.

1. Frenar a Irán

El programa nuclear iraní es la principal amenaza para EE.UU., según Obama y Romney.. Ambos creen que la vía para que Teherán abandone  su programa nuclear pasa por reforzar las sanciones, unir a la comunidad internacional y no descartar ninguna opción.

"Mientras sea presidente de EE.UU., Irán no va a conseguir armas nucleares",  ha asegurado Obama, quien ha destacado que la economía del país centro  asiático "se está derrumbando" como consecuencia del bloqueo económico.

"Ofrecemos a Irán que o abandonan su programa o se enfrentan a un mundo unido y a mí diciendo que no descarto ninguna opción. El gobernador Romney ha hablado a menudo como si debieramos tomar una acción militar prematura. Pero cuando envío jóvenes a un conflicto, entiendo que la guerra es la última opción", ha declarado.

Romney ha respondido acusando al presidente de debilidad y, con expresión seria, ha sentenciado: "Estamos cuatro años más cerca de un Irán nuclear,  y ojalá no se hubieran dejado pasar esos cuatro años". El republicano,  además, ha lamentado que la administración demócrata no aprovechara las revueltas postelectorales en Irán, conocidas como la "revolución verde", para desestabilizar al régimen de los ayatolás.

2. Proteger a Israel

Ambos candidatos no han dudado en dejar claro que estarán al lado de Israel, "nuestro principal aliado en la región", en caso de un hipotético ataque.

Romney, sin embargo, no ha perdido la oportunidad de reprochar al rival que en sus cuatro años de mandato no haya visitado Tel Aviv, a lo que el demócrata ha respondido recordando que sí visitó el país siendo candidato. "En Israel están pidiendo a gritos que intentemos solucionar las tensiones con ese país", ha añadido Romney, en referencia a la conocida mala relación entre Obama y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.

El aspirante ha descartado la hipótesis, planteada por el moderador, de que Netanyahu llamase a la Casa Blanca informando de un ataque unilateral contra Irán. "Mi relación con Israel y con el primer ministro me permite decir que no haría una llamada de esta naturaleza al presidente de este país".

En todo el debate, solo Romney ha recordado fugazmente a los palestinos para lamentar que la resolución del conflicto no esté más cerca.

3. Salir de Afganistán

El actual comandante en jefe llegaba a este debate con dos grandes  bazas: haber puesto fin a la impopular guerra de Irak y haber dado  muerte al considerado autor intelectual del 11-S, Osama Bin Laden. Consciente de ello, su rival no ha entrado al trapo en el tema iraquí y ha intentado desde el primer momento desactivar la carta de Bin Laden.

"Creo que tenemos que seguir haciendo cosas como las que el presidente ha hecho, acabar con el líder de Al Qaeda, pero hace falta una estrategia más firme para que los países rechacen la violencia creciente" de los yihadistas, ha dicho Romney.

Sin embargo, Obama no ha renunciado a su ventaja. "En 2008, dije que  si tenía a Bin Laden en el punto de mira dispararía, y usted dijo que  antes habría que pedir permiso a Pakistán". "Merecía la pena remover cielo y tierra para dar con él", ha subrayado.

Obama ha recordado que el motivo de la invasión de Afganistán, la  guerra más larga de EE.UU. hasta la fecha, fue precisamente perseguir a  los autores intelectuales del 11-S. Cumplida esa misión, "no hay razón para que mueran americanos si los afganos pueden defender el país".

El candidato republicano, una vez más, se ha mostrado de acuerdo con  la retirada de tropas fijada para 2014, pero ha tomado la iniciativa  para llamar la atención sobre la situación en el país vecino, Pakistán.

"Si se derrumba y se convierte en un estado fallido, hay armas  nucleares y terroristas que podrían tener acceso a ellas (...) No  podemos dar las espalda a Pakistán", ha advertido.

4. Liderar las revueltas árabes

A lo largo de todo el encuentro, Romney ha insistido en pedir más "firmeza" al presidente, en especial ante los cambios que se están produciendo en Oriente Medio como consecuencia de la "primavera árabe" y los últimos acontecimientos en Libia, Egipto y Siria.

El ex gobernador de Massachussets ha calificado de "acto terrorista" lo ocurrido en Bengasi y ha advertido que "hace falta una estrategia más firme para que los países rechacen esta violencia creciente".

"Lo que he hecho - ha respondido Obama - es primero garantizar que estos países nos apoyan en la lucha contra el terrorismo; segundo, que apoyan los intereses de Israel, porque es nuestro amigo y aliado en la región; tercero, que respetan los derechos de las minorías y las mujeres; cuarto, que desarrollan sus capacidades económicas; y quinto: no podemos seguir construyendo naciones, hay que construir nuestro país, aquí en casa".

Sobre el conflicto más sangriento, el de Siria, Obama ha abogado por un "liderazgo reflexivo" para asegurarse que los dirigentes sirios que sustituyen a Asad "sean amigos". "No podemos hacer lo que Romney ha dicho, que es entregar armamento pesado" a la oposición sin saber en qué manos cae, ha advertido.

Romney, por su parte, cree que la guerra civil que arrasa el país es un "desastre de grandes dimensiones". "Es el momento para que EE.UU. tome el liderazgo en colaboración con grupos responsables e introducir los cambios necesarios", ha argumentado el aspirante, lo que ha dado pie a Obama para subrayar que "no tiene ideas distintas".

5. Vigilar a China

Las relaciones con China se han abordado también desde el punto de vista económico. Los candidatos han coincido en que el gigante asiático puede ser un gran socio comercial si "cumple las reglas" sobre propiedad intelectual y cotización de su moneda.

"Nosotros hemos denunciado más casos de violación de normas comerciales que durante el gobierno de Bush", ha declarado Obama, que ha vuelto a afear a Romney que haga negocios con empresas que deslocalizan su producción a Asia.

En este punto, el veterano moderador Bob Schieffer ha preguntado a Romney cómo pensaba tener buenas relaciones con las autoridades chinas si a la vez les llama "manipuladores de divisas". "No podemos rendirnos y ver como perdemos empleos a diario. No se trata de ser agresivos, pero si de repetirles que no pueden robar nuestra propiedad intelectual y modificar los tipos de cambio", ha explicado el republicano.

6. Relegar a Europa, Latinoamérica y África

En medio de una de esas discusiones económicas, Romney se las  ha  apañado para hablar de América Latina, una región que había quedado   fuera de los bloques temáticos prefijados. "Vamos a aumentar las actividades económicas, en concreto en Latinoamérica,   las oportunidades que tenemos allí no las hemos aprovechado. La   economía latinoamericana es más grande que la de China, y da muchas   oportunidades", ha explicado el exgobernador de Massachussets.

A falta de quince días de las elecciones y con el voto latino como una presa codiciada por ambos candidatos, sorprende que Latinoamérica haya quedado marginada del debate. Como recuerda Ted Piccone, subirector del  departamento de estudios internacionales del centro Brookings  Institution en Washington, "uno de cada seis estadounidenses es natural de Latinoamérica y una tercera parte de nuestros suministros energéticos proceden de la región".

Más clamoroso ha sido el silencio sobre la Unión Europea. Tampoco estaba en el guión y no han hecho aparición durante la noche. Europa es todavía hoy el el segundo bloque comercial, el mayor donante de ayuda al desarrollo y la segunda fuerza militar del planeta, pero EE.UU. solo mira al Viejo Continente con preocupación por la crisis de deuda soberana de la eurozona.

Solo hubo un momento en el que Romney sacó a relucir la crisis del euro para criticar a la  administración de Obama por "seguir la ruta de Grecia".

Y África, más allá de Malí o las revueltas del norte del continente, se les cae del mapa, aunque la crisis alimentaria en el Sahel esté asfixiando a 18 millones de personas.