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Boris Godunov: primera ópera escenificada de la temporada del Teatro Real

  • Nueva producción del TR dirigida por Hermut Haenchen y Johan Simons (escena)
  • Se trata de uno de los "10 grandes títulos" del repertorio
  • Radio Clásica- emite en directo la función del 13 de octubre
  • RNE y la UER la ofrecen en diferido para Europa, Estados Unidos y Japón

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Günther Groissböck (Boris Godunov), durante los ensayos
Günther Groissböck (Boris Godunov), durante los ensayos

BORIS GODUNOV

Modest Musorgski (1839-1881)

Ópera en diez escenas

Libreto del compositor, basado en el drama histórico de Aleksandr Pushkin, La comedia de las alteraciones del estado moscovita, del zar Boris y de Grichka Otrepiev (1826) y el libro de Nikolai Karamzín, Historia del Imperio ruso (1829) Nueva producción del Teatro Real

Estreno en Madrid de la versión completa con la instrumentación original de Musorgski de 1872, y la incorporación de la escena de la catedral de San Basilio, de la versión de 1869

Tanto el director artístico del Teatro Real, como el director musical (Hartmut Haenchen) y el de escena (Johan Simons) han destacado en la presentación, este jueves, de esta nueva producción del TR, que Boris Godunov es "uno de los diez grandes títulos" (en palabras de Mortier) del repertorio operístico internacional. Y por tanto, una brillante forma de abrir la temporada del teatro, tras la versión de concierto de Moses und Aron de Schoenberg.

Se ofrecerán nueve funciones, entre el 28 de septiembre y el 18 de octubre.

De "un auténtico milagro como ópera escrita por la noche por un funcionario que se pasaba el día trabajando en un despacho", ha definido el título Harmut Haenchen. Y ha utilizado el adjetivo "revolucionario" para aludir a un "mundo sonoro nuevo" que utiliza el leitmotiv , tema musical recurrente unido ideas o personajes y explota la música popular rusa.

El hecho de ofrecer la versión de 1872, completada con escenas de la primera versión (escena de la catedral de San Basilio y la de la revolución) responde a la voluntad de reunir las 10 escenas que Musorgski escribió para la primera y la segunda versión. Conseguir una versión más completa.

Se hace no sólo por razones musicales, dado que tanto la escena de San Basilio como la de Kromi aportan algunos de los coros más impresionantes de la historia de la música, sino también por razones escenográficas. Las rupturas, saltos y transiciones bruscas forman parte de la dramaturgia innovadora de Musorgski, por lo que le considera no sólo un precursor musical de Debussy o Messiaen, sino también de Brecht.

Al representar ambas versiones, todo ello se hace visible y audible. Además así se puede presentar un retrato mucho más polifacético y detallado del pueblo, o como asegura Mortier, se consigue una versión "más política que retrata a un hombre con visión (Boris) y a un populista (Dimitri)"

La mayor originalidad de Musorgski con respecto a otras óperas rusas consiste en la complejidad psicológica de sus caracteres, en particular del zar Boris Godunov, y su rechazo de un patriotismo optimista a favor de una visión plural y conflictiva de la sociedad y la historia rusas.

Un gran reformista a quien cambió el poder

"Intentamos contar no solo una etapa de la historia rusa sino de alguna manera, 500 años de la historia de un país en el que los acontecimientos se repiten cíclicamente", ha asegurado Mortier, quien ha incluido al regente y luego zar Godunov entre los grandes reformistas de la historia rusa, junto al zar Alejandro II y Gorbachov.

El Boris histórico empezó su carrera como un gobernante liberal y progresista. Apoyaba la libertad de expresión, las ideas ilustradas, quiso fundar universidades con profesorado extranjero, incluso importó la manera occidental de afeitarse...

El día de su coronación, el Boris Godunov histórico afirmó: “en mi país no habrá gente pobre”. No pudo cumplir su promesa. Tras unos años volvió al terror que había caracterizado el régimen de Iván el Terrible. En la escena de la catedral de San Basilio los hombres cantan con razón: “hablad más bajo si no queréis terminar en la soga”.

Para encarnar a Boris Godunov, esta producción cuenta con el debut del austríaco Günter Groissböck, uno de los más interesantes bajo-barítono de su generación y a quien Mortier ha definido este jueves, como "sucesor de (del bajo) René Pape".

En el papel de Grigori (el falso Dimitri), podremos ver y escuchar al tenor germanocanadiense Michael König