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Basescu logra mantenerse en el poder en Rumanía por la insuficiente participación en el referéndum

  • No se alcanza la participación de más del 50% necesaria para su destitución
  • Con el 97% de los votos escrutados la participación es del 46,13%
  • Este resultado podría provocar un bloqueo político en Rumanía
  • Los Socialistas europeos piden responsabilidad a los políticos

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Basescu logra mantenerse en el poder en Rumanía

El suspendido presidente de Rumanía, Traian Basescu, podrá continuar con su mandato como jefe de Estado al no alcanzarse este domingo la participación ciudadana necesaria del 50% más un voto en un referéndum vinculante, según informa la Oficina Electoral Central (BEC).

La participación fue del 46,13% entre los más de 18 millones de rumanos con derecho a voto, según ha informado Oficina Electoral Central con más del 97% de las mesas escrutadas. Los ciudadanos se expresaron de forma masiva en contra del controvertido Basescu, precisa la BEC, que anunciará este lunes el resultado definitivo de la consulta.

Según una encuesta a pie de urna, emitida por la cadena Realitatea, un 86,9% del electoral ha votado en contra del jefe de Estado, aunque este resultado quedará sin efecto debido a la insuficiente participación.

Los rumanos han rechazado el golpe de Estado de la mayoría de centro izquierda

El propio Basescu ha manifestado tras el final de la votación que los rumanos han "rechazado el golpe de Estado" de la mayoría de centro izquierda al no haberse alcanzado el número suficiente de votos.

"Si se deciden a respetar la Constitución y las leyes del país y no se permiten atacar más a las instituciones del Estado de Derecho, tendrán en mí un aliado", agregó el presidente, en referencia a la coalición gubernamental de socialdemócratas y liberales que puso en marcha el proceso para su destitución.

Crisis política en Rumanía

El presidente fue suspendido de sus funciones el pasado 6 de julio, acusado de violaciones graves de la Constitución, y sus aliados conservadores habían llamado al boicot para que no se alcanzara la participación necesaria en la polémica consulta.

El referéndum fue vigilado de cerca por la Comisión Europea, que ha criticado duramente la manera en que el Gobierno del primer ministro, el socialdemócrata Victor Ponta, ha procedido para forzar la destitución de Basescu.

A pesar de que el jefe de Gobierno fue cauteloso en una primera reacción, este lunes ha declarado que no tiene "nada que hablar con un hombre al que han rechazado los rumanos", apelando al apabullante porcentaje de votos por la destitución entre quienes sí fueron a las urnas. "Las acusaciones de fraude han resultado ser una mentira", ha agregado Ponta, en referencia a las acusaciones lanzadas ya antes del referéndum por Basescu y sus aliados.

La continuidad de Basescu en el poder anuncia, al menos hasta las  elecciones legislativas de otoño, una difícil cohabitación entre el  presidente y el primer ministro, que podría arrojar a Rumanía en un  bloqueo político de graves consecuencias para el país.

El presidente, que ya sobrevivió en el año 2007 a un referéndum de destitución durante su primer mandato, no podrá presentarse de nuevo en los próximos comicios.

Los Socialistas europeos aseguran que "no hay ganador"

El grupo de los Socialistas y Demócratas (S&D) del Parlamento Europeo (PE) ha afirmado este lunes que el referéndum celebrado en Rumanía sobre la destitución del presidente de este país, Traian Basescu, "no ha tenido ningún ganador", y ha pedido "responsabilidad" a todas las fuerzas políticas del país.

En un comunicado, el presidente de S&D, Hannes Swoboda,  ha mostrado su preocupación y ha instado a todos los partidos a "actuar para garantizar que no sea Rumanía la que salga perdiendo".

El eurodiputado austríaco pidió a los políticos rumanos que sean "responsables" y que "detengan las peleas internas que pueden poner en peligro la credibilidad de Rumanía", así como su "posición" en la Unión Europea (UE).

De mismo modo Swoboda ha subrayado que se debería dejar de hablar de “un golpe de Estado” y ha recalcado que el referéndum había sido “un proceso democrático previsto en la Constitución rumana”.