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Los límites de hora no acallan a los "indignados" en la Puerta del Sol un año después

  • Miles de personas abarrotan la Puerta del Sol más allá de las diez de la noche
  • Aseguran que las razones que les movieron en 2011 siguen presentes
  • La jornada no ha registrado incidentes y la Policía no ha tenido que intervenir

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Los límites de hora no acallan a los "indignados" en la Puerta del Sol de Madrid

A las diez de la noche, una Puerta del Sol abarrotada de "indignados" celebraba el fin de la cuenta atrás como si del cambio de año se tratará. La concentración de los movilizados del #12M15M quería permanecer en la plaza símbolo del 15 de mayo de 2011, que cumplía su aniversario.

Era una muestra de rebeldía cotra la decisión de la Delegación de Gobierno de Madrid, que había fijado un horario para la concentración en Sol entre las cinco de la tarde y las diez de la noche.

Ni el numeroso dispositivo de antidisturbios -entre 1.500 y 2.000- actuó superado el límite horario, ni tampoco apenas lo había hecho antes, según confirma a RTVE.es un responsable de comunicación de la convocatoria. Si alguna queja ponen los "indiginados" es el excesivo número de identificaciones en las primeras horas. Algunas de ellas dentro del Metro, aseguran.

La Puerta del Sol siguió ocupada más allá de la medianoche, pero esta vez sin Asambleas permanentes o acampadas. Solo alrededor de las dos de la madrugada, algunos de los 'resistentes' desplegaron una lona y unos cartones para celebrar una asamblea improvisada. Mientras, miles de personas continuaron gritando "No nos representan" o "No hay pan para tanto chorizo", muchos de ellos ya sentados en el suelo.

Pensaban seguir desobedeciendo el límite de horario, envalentonados por su derecho ciudadano a la protesta, aunque para muchos de ellos la jornada había sido larga. Las asambleas de barrio,  llama viva del originario 15M, habían partido a la una del mediodía desde diferentes lugares de Madrid, hasta confluir a las siete de la tarde en cuatro puntos de Madrid, desde los que invadieron la Puerta del Sol poco después.

Mejor organizados por uno de experiencia

Se sienten más numerosos y más fuertes por estar organizados desde el año pasado y con las misma razones o más, nos dice un universitario que había partido desde Leganés.

Protestan con más fuerza contra los recortes en la educación, especialmente, aunque, dice, le cuesta aislar una única razón. Cree que le mueve una cuestión de justicia social. "No estamos dispuestos a pagar una crisis que no creamos", nos dice una de sus acompañantes de 22 años.

En una columna, junto a un portal de la calle Atocha, por donde discurría su nutrida marcha, había pegado un cartel: "Perdonen las molestias. Estamos cambiando el mundo para usted. Muchas gracias", firmado #spanishrevolution, un lema que no ha pasado de moda en 363 días.

Pasadas las doce de la noche, tampoco se produjo el desalojo. Un minuto de silencio, con una mar de manos en alto agitándose, ha despedido el 12 de mayo. "El pueblo unido jamás será vencido", gritaron miles de gargantas más unidas que en toda la jornada. Los decibilios subían y los tambores sonaban rítimicamente al unísono.

"¡De aquí no nos vamos aunque nos peguen!"

Dos jóvenes del colectivo Juventud sin Futur, aprovisionaban a sus compañeros de botellas de agua. El "toque de queda" claramente no es para ellos. "¡De aquí no nos vamos aunque nos peguen!", decía el más joven.

Y allí han permanecido, sobre la Puerta del Sol, pancarta en mano: "Si hoy no nos mojamos, nos ahogan", estaba escrita en una, "Ayer despertamos, hoy nos levantamos", decía otra.

También las había personalizadas, especialmente para Bankia y Rodrigo Rato, su expresidente desde el lunes. "¿Cuánto nos tienen que robar, para que los bancos vuelven a especular?", "Decían que no, pero hay dinero... para Rato", ponía en otros carteles.

Además de pancartas, algún pequeño montaje que han dejado pasar al centro de Madrid: un pincho con tres grandes chorizos ensartados o una guillotina para banqueros.

El color predominante, el verde de la marea de los que protestan por los recortes en educación en la Comunidad de Madrid y defienden, dicen, desde principios de curso una escuela pública y calidad para todos.

Banderas republicanas y de Grecia

Entre las banderas, casi monocorde la tricolor republicana y alguna de Grecia. Su portador, Adonis, dice a RTVE.es que los mercados y la Unión Europea "están intentando acabar con España y con Grecia" pero que "no saben como es el pueblo griego". Se siente reconfortado por la solidaridad entre los pueblos, dice.

Según han pasado las horas, el perfil demográfico de la plaza iba variando para quedarse en los del entorno de la treintena. Los mayores abandonaban sobre las diez la plaza. Ricardo, uno de ellos, es un profesor cercano ya a la jubilición. En su marcha les decía a los jóvenes "Resistid". Dice que la educación como servicio público y gratuito va a quedar "solo para los libros de Historia".

Sobre la misma hora abandonaban también las familias, muy numerosos en las marchas. Carros y menores hasta el perímetro de Sol, donde a partir de las ocho de la tarde era imposible moverse.

"Las cosas no han cambiado y no nos escuchan"

"Hay que dar la cara porque nos tienen cada día en un estado de alerta. No sé a dónde vamos a llegar", según una madre. El año pasado también estuvo aquí, como la mayoría de los presentes."Las cosas no han cambiado mucho y siguen sin escucharnos", dice.

Para Alberto, de 27 años, las cosas sí han cambiado. Se dedica al cine y lleva cuatro meses en paro. "La verdad es que no tengo muchas esperanzas. Me dicen que en el cine las cosas nunca están bien, pero yo lo veo muy negro", asegura.

También es de los que se queda, viene con saco y aislante. Muchos de los que se han ido, han anunciado que volverían. Durante este año, lo prometieron y lo hicieron. Han vuelto, para su pesar, con las mismas reivindicaciones.