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La UE muestra su preocupación por auge del extremismo tras el resultado del Frente Nacional

  • Margallo subraya su "enorme" preocupación por lo ocurrido en Francia
  • El ministro de Exteriores de Luxemburgo culpa a Sarkozy
  • La Comisión pide no ceder ante los discursos populistas

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El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, ha expresado su "enorme" preocupación por el ascenso del Frente Nacional en las elecciones francesas y lo ha encuadrado dentro de la subida de los movimientos extremistas en Europa, que a su juicio se ha visto acentuado por la crisis económica.

En una comparecencia tras la reunión del consejo de ministros de Exteriores de la Unión Europea en Luxemburgo, Margallo ha establecido un paralelismo entre el ascenso de los extremistas entre la primera y la segunda guerra mundial y la situación actual en el Viejo Continente.

"Son todos partidos muy nacionalistas, muy xenófobos, alguno de ellos racista y de carácter antieuropeo", ha considerado tras recordar que participa activamente en el llamado Club de Berlín, un grupo de trabajo que busca hacer una reflexión sobre el futuro de europa.

Estos partidos también han estado este lunes de actualidad después de que el partido de extrema derecha holandés de Geert Wilders haya forzado la caída del gobierno de liberales y democristianos liderado por Mark Rutte al oponerse al "dictado" de Bruselas en materia de déficit.

La extrema derecha populista es también muy fuerte en Austria, Finlandia, Suecia, Dinamarca, Suiza y Hungría.

Las palabras de Margallo han sido repetidas por alguno de sus homólogos, que incluso han señalado directamente al presidente francés, Nicolás Sarkozy, como responsable del ascenso del Frente Nacional.

Preocupación

"Si repetimos todos los días que debemos cambiar Schengen-el tratado de la UE que permite la libre circulación de extranjeros- que debe haber una política dura en materia de inmigración, que debemos hablar de excepción francesa para todas las empresas, todo eso es el agua de molino del Frente Nacional", ha declarado Jean Asselborn, ministro de Exteriores luxemburgués, Jean Asselborn.

"Estoy inquieto por este sentimiento que constatamos contra las sociedades abiertas, contra una Europa abierta. Eso me preocupa, y no solamente en Francia", ha estimado el ministro sueco de Asuntos Exteriores, Carl Bildt.

Mientras, el jefe de la diplomacia belga, Didier Reynders ha juzgado que es necesario estar "muy atento" a este fenómeno mientras que homólogo austríaco, Michael Splindelegger, ha estimado que el resultado "tan impresionante" de Marine Le Pen "debe hacernos a todos reflexionar".

Mientras, la Comisión Europea ha pedido "no ceder a la tentación de los discursos populistas" y "prestar atención a la amenaza populista, a la propagación de sus ideas porque son fundamentalemnte contrarias a los ideales de la construcción europea", ha indicado uno de los portavoces del ejecutivo comunitario, Olivier Bailly.

Sin embargo, el gobierno francés quiere sacar rédito político de la reunión del próximo jueves en Bruselas de los ministros de Interior de la UE, en plena campaña electoral, para continuar planteando su petición de limitar el espacio Schengen para reestablecer los controles fronterizos nacionales durante un mes en caso de desafío a una frontera exterior y de inmigración incontrolada.

Con todo, la preocupación en Bruselas va más allá del resultado de Le Pen, ya que la retórica electoral francesa ha tenido como objetivo en reiteradas ocasiones a las instituciones europeas.

Así, Sarkozy ha criticado el funcionamiento de Schengen o la política comercial mientras su rival, François Hollande, ha arremetido contra el pacto fiscal. Ambos han cuestionado también el estatuto del Banco Central Europeo.

"Europa vuelve a ser el chivo expiatorio", se quejaba un funcionario europeo a Afp.