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Los archivos de texto se hacen inteligentes

  • Una compañía informática crea un nuevo formato de documentos inteligentes
  • Doocuments comenzó su actividad en junio de 2011 como sociedad limitada

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Página de Doocuments en internet
La página de internet en la que Doocuments muestra los servicios que ofrece.

La informática avanza a ritmo vertiginoso. Los programas de edición de textos sin embargo, parecen reducir su evolución a sucesivas versiones cada vez más intuitivas para el usuario.

Sin embargo, existe una posibilidad ahora ofrecida por una compañía, Doocuments, para transformar cualquier tipo de archivo en un formato inteligente.

Doocuments se fundó en marzo de 2010, en Bilbao, aunque no fue hasta junio de 2011 cuando comenzó su actividad como sociedad limitada. Ahora siete personas trabajan en esta empresa. El 60% de la plantilla se dedica a la ingeniería y el 40% al desarrollo y negocio de ventas.

La empresa comenzó a trabajar con un capital de 150.000 euros y dos ingenieros contratados. Después con rondas sucesivas de participación en el capital, la compañía fue creciendo, también la plantilla y esperan que cuando finalice este 2012 haya llegado a 17 trabajadores.

En unos casos el nuevo formato permite asegurar que cierto contenido no va a llegar que solo sea legible una parte del archivo, en otros se trata saber cómo se utiliza o también de establecer la fecha de apertura o caducidad de un archivo.

Mercado de la atención

“Los clientes te sorprenden”, asegura Carlos Polo, director ejecutivo de la empresa, “que pueden predecir el impago de una factura”, si el destinatario de la misma no imprime el documento.

La utilización de un archivo de texto inteligente puede desvelar, por ejemplo, el comportamiento de quien lo abre, hasta el extremo de saber si esa persona está estresada, concentrada o dispersa en ese momento.“A partir de ahí se podrá saber en qué está más interesada la gente” y crear una base de datos de la atención, señala este empresario.

El perfil de los clientes de Doocuments es diverso y no conoce fronteras. Desde jóvenes en La India, que envían su curriculum por correo electrónico y quieren saber si lo abren en su destino, hasta abogados que necesitan que un documento pueda abrirse a partir de cierta fecha o permitir que se lea solo una parte de su contenido.

En general, se trata de gente con capacidad para adoptar tecnología fácilmente. Además, las 'start ups' (empresas de nueva creación) no tienen mucho dinero para hacer promoción, explica Polo, que califica como “técnicas de guerrilla” la estrategia para darse a conocer en estos primeros meses de actividad. Por eso, se han dirigido a colectivos que podían ver resueltos muchos problemas con este nuevo formato de documento.

Un descuido, el origen de la aventura

En la aventura de darse a conocer también ha sido clave la agenda de contactos de Carlos Polo ha acumulado, después de 10 años al frente de otra compañía del sector, NTS, otra empresa de desarrollo informático que creó en 2002 y hoy continúa su actividad.

La primera empresa, NTS "la hice por amor", reconoce Carlos Polo, porque tenía que trasladarse a otra ciudad para seguir con ella y creó allí su propia empresa. La historia de cómo surgió Doocuments es muy distinta.

Alguien se dejó unos documentos que no tenían que haber llegado a sus manos y pensó: "Es injusto que esto pase". De ahí, la idea de hacer documentos seguros. El futuro de Doocuments cuya facturación alcanzó a 30.000 euros en 2011, pasa ahora por las bases de datos de la atención.

La posibilidad de saber el tiempo que cada usuario dedica a leer documentos de cualquier tema, abre la vía para que en el futuro las personas se pongan en contacto con otras que tienen los mismos intereses o incluso con los más expertos, solo pulsando un botón. Las redes sociales son "una herramienta más", señala Carlos, para multiplicar el efecto de las bases de datos de la atención.